El odio de clases como herramienta política no es nueva, se la implemento muchas veces a lo largo de la historia: es imposible olvidar las consecuencias del nazismo alemán, la masacre armenia y el éxodo masivo de Venezuela. Esto generó dolor y miseria a millones.
Desde hace un año y días, el gobierno intenta dividir a todos en el país como una forma de hacer política. Campo contra la ciudad, ricos y pobres, pañuelos verdes contra pañuelos azules y en un último ataque de intolerancia, al seleccionado de rugby argentino, Los Pumas.
Recurrió a mails, profundamente desagradables y condenables por cierto, con más de nueve año de antigüedad para cuestionar la altura moral délos jugadores, desacreditarlos y transfórmalos en una suerte de “expresión del mal”. Los jugadores dejaron de jugar, pidieron las disculpas correspondientes, fueron sancionados. pero gobierno no dejo de generar odio, ni reparó en que el mismo presidente de la Nación hace sólo dos años envíame mensajes misóginos y atacaba sin reparos a todo aquel que pensara distinto y no hubo condena por eso. La doble vara moral sigue aún siendo su principal herramienta.
Los generadores de odio seguirán odiando, pero lo más importante es que los jugadores volverán a jugar.
Eduardo Huaity González