Jujuy fue un ensayo, una muestra de lo que en los próximos tiempos pondrá en marcha el kirchnerismo en el país, y esto no es una especulación; ya varios dirigentes oficialistas advirtieron que el próximo gobierno deberá afrontar serios disturbios, paros y movilizaciones.
Transformar una contienda electoral en una “batalla” y una derrota en la urna en “un revés para el proceso revolucionario”, sólo es posible cuando la ceguera ideológica es más importante que el bienestar general de los ciudadanos, lo preocupante es que este proceso lo estamos viviendo desde hace años en Argentina.
Retroceder a los 70, justificar la violencia, no respetar las leyes, ni la Constitución, es parte de una forma de pensar requiere, en primer lugar, seguir viviendo de un Estado que no se respeta; un claro ejemplo es el de la diputada Myriam Bergman, que no canta el Himno Nacional, porque “no la representa”.
Otro ejemplo lamentable es el del kirchnerismo, que sólo apoya el sistema democrático, si está a forma de ellos, pero ambos el desprecio por el sistema Republicano es evidente.
En los próximos meses entraran en conflicto dos formas de ver el país, uno elitista y autoritario, el otro republicano, productivo y pacífico. El triunfo de uno o de otro está en nuestras manos y conciencia.
Eduardo Huaity González
Director