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La historia a flor de piel

Tatuajes y tatuadores desde hace unos 20 años son parte del paisaje urbano. El arte milenario de decorar la piel con tintas, dejó de ser propiedad exclusiva del “guetto”, para popularizarse a niveles que décadas atrás era sencillamente impensables.
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Las historias se pueden plasmar en papiro, rocas, papel, en soportes electrónicos o en la piel, quizás el medio más íntimo y personal de llevar una suerte de inventario de la vida. En los últimos 20 años el tatuaje dejó de ser una moda de “tumberos”, marineros bengalíes o motoqueros llenos de tachas y cuero negro, para convertirse en un modo de expresión cultural que atraviesa clases sociales, pensamientos ideológicos o “tribus”.

 “Tengo tatuado casi el 40% del cuerpo, y creo que este invierno va a pasar al 50% con el avance que voy a ir haciendo. Es como que me gusta no tatuarme figuras chiquitas, sino crear historias en cada parte, por ejemplo, en el antebrazo y unirlo con el hombro”, aseguró Facundo Burgos, peluquero e instagramer.

¿Por qué la fascinación con el tatuaje?

Yo lo veo como un arte y que está bueno llevarlo plasmado en el cuerpo, aparte cada tatuaje tiene una historia y me lo hice en un momento determinado de mi vida. Obviamente que lo adapto al estilo de diseño que a mi me gusta que es el oriental, busco que se refleje eso que me pasó a mí en algún gráfico oriental. Por eso es que también utilicé figuras como samurái, como geishas, pescoi, narumas, flores de cerezo, todo eso.

¿O sea que cada tatuaje tiene un significado para vos?

Si, así es.

¿Los diseños son tuyos o le pedís al tatuador que lo haga?

Cuando me voy a tatuar, pienso que es lo que me quiero hacer, pero le dejo la creatividad al tatuador porque obviamente él es un artista. Yo soy peluquero y me gusta que la clienta me diga “mirá, fíjate que es lo que me quedaría bien, siempre y cuando sea un corte medio hasta los hombros o cortito”, y de ahí yo explayo mi creatividad y sale algo lindo. Lo mismo pasa con los tatuadores. Yo voy le digo “mira, me quiero hacer un efecto de mar, unas olas, pero que entre medio de esas olas nazca un tribal”, y de ahí veré la habilidad de el o de ella para saber interpretarlo.

¿Cuándo empezaste a tatuarte? ¿A qué edad?

A los 28 aproximadamente.

¿Qué te llevó a hacerlo?

Y por un lado ya veía que llegaban los 30 y uno siempre piensa “¿Cómo llegaré a los 30?” y la verdad es que no me sentía todavía una persona grande. Quería como estar aggiornado, decorado, tuneado y era una ocasión de comenzar con eso.

¿Te arrepentiste alguna vez de algún tatuaje?

Me arrepentí de uno, porque la verdad el tatuador me hizo doler muchísimo, yo se lo dije y es más, suspendimos la sesión porque lo veía muy bruto y después tuve que buscar otro tatuador que me arregle eso que había quedado inconcluso y lo arreglaron bien.

¿Qué edad tenes?

Tengo 42. A fin de mes cumplo 43.

¿Y hasta cuando pensas que vas a seguir tatuándote?

Hasta que me quede espacio de piel. Iré buscando lugares para ir decorándolo. A veces sueño con tener las piernas tatuadas también. Me va a pasar como me dijo un tatuador, “te vas a ver todo tatuado de la cintura para arriba y te va a parecer que la parte de abajo no es de tu cuerpo”, una cosa así. Entonces ya comenzaré por las piernas también.

CIEGO COSTELLO

Veo que tenes muchos tatuajes…

Sí, tengo varios.

¿Por qué?

En primer lugar, siempre me llamaron la atención. Yo soy nací en dictadura y con padre medio del que “no te metas”, entonces en un marco de cierto temor que tenia en esa época, todo lo que tenia que ver con tatuajes, aros, pelo largo, rocanrol, era medio visto de costado, medio complejo.

A mi me llamaron la atención desde muy chico. Desde el ancla de Popeye que me gustan los tatuajes. Y ya una vez en Córdoba cuando me había ido a estudiar, en esa época todavía no existían, eran las primeras maquinas y que se yo.

Era un momento que yo atravesaba, porque los tatuajes para mí son momentos de mi vida. No tienen mayor significado que eso. De hecho, son todos abstractos; no tengo nombre, no tengo caras, no tengo símbolos con significados. Son abstractos que significan momentos generalmente de quiebre, ni malos, ni buenos, momentos de quiebre. Yo era muy chico, hace 30 años, 18 años.

Y un día me voy a ver a un tatuador y le digo “¿me tatúas?”, tenía un par de diseños, me tatúe uno y fue un nunca acabar. Cada momento particular de mi vida, como que me invita al tatuaje.

A medida que te vas tatuando, muchos dicen que es como que una vez que arrancás y como dijiste recién, seguís y seguís…

Si, a ver, nosotros teníamos que romper un parámetro social en Salta en esa época. Era medio de tumbero el tatuarse y te miraban muy raro. Con mi vieja no tenía drama, porque mi vieja viene de la cultura árabe en donde las mujeres se tatuaban las manos como símbolo de belleza. Entonces, ella fue la única que más o menos aceptó. El resto era como que te miraba diciendo “¿vos estás bien?”

Después fue avanzando la cultura del tatuaje y a partir de los 2.000 por ahí, con algunos exitosos que se tatuaron, se convirtió en algo un poco más “cool” digamos. En un momento, era medio complicado.

Yo no es que estoy buscando tatuarme todos los días, si hay momentos particulares en mi vida de quiebre que, directamente hacen que vaya y me tatúe.

¿Preferís los colores o blanco y negro?

No, negros. Son negros y abstractos. El único que tiene un significado claro, es una rosa de los vientos que me marca el norte en la mano del acelerador de la moto. El resto son todos abstractos.

¿Qué edad tenes?

Yo tengo 48, casi 49 ya.

¿Y hasta cuando uno se puede tatuar?

Yo creo que no edad y depende por qué. Hay gente que se tatúa por moda, hay gente que está tatuada en referencia a alguien, hay gente que se tatúan referencia a algo. Los míos, son los momentos y entiendo que mientras que haya momentos que a mí me digan internamente “dibújalo”, seguiré haciéndolo.

GIMENA MAGNO

Veo que tu cuerpo está todo pintado, todo decorado. Sos como un lienzo. ¿Por qué decidiste tatuarte?

Porque me gusta el arte y me gusta plasmarlo en mi piel, llevarlo a todos lados y que sea una forma de recordar experiencias, momentos.

¿Te gustan en colores, en blanco y negro, abstractos?

De todos los estilos.

¿Vos decidís en que momento tatuarte o lo decide tu tatuador?

No, yo. Yo decido y por ahí veo diseños o mi tatuador tiene algún diseño que me interese, y no tengo solo un tatuador, tengo varios. Voy con diferentes tatuadores y no tan sólo a tatuarme yo y tener algo en mi piel, sino también a conocerlos, ver como trabajar e interactuar con ellos porque yo también soy tatuadora.

Ahora te pregunto desde el otro lado del mostrador. ¿Cuándo alguien va a tatuarse, vos le aconsejas qué hacer o van todos con una idea?

Algunos van muy perdidos, otros van con una idea y cuando la idea no está muy buena, si, trato de encaminarlos porque eso es lo que necesitan también. De alguien con experiencia, que sepa y trato de ayudarlos en eso.

Y la gente cuando se va a tatuar, ¿te cuenta por qué se tatúa?

Si, surge ese tema de conversación. Algunos tienen una explicación y otros no.

¿Cuánto tiempo te lleva?

A veces una hora, a veces 3, 4, 5…

Y en todo ese tiempo ¿de qué hablan?

Es que a veces surge la conversación, hablamos de su vida, de la mía. A veces estoy tan concentrada que no hablamos y solo se escucha la música de fondo.

¿Pones parte tuya en los tatuajes que haces?

Va mi alma ahí. Va el amor por lo que hago. Soy mitad enfermera y mitad tatuadora y creo que lo que mas me gusta en este momento es tatuar. Entonces cada vez que tatúo, lo hago con el entusiasmo y con las ganas que me gustaría que me lo hagan a mí.

¿Qué edad tenes?

30

¿Y hasta cuando crees que uno se puede tatuar?

No hay límites.

Leticia Orquera

¿Por qué te tatuaste?

Yo tengo algo muy particular en el porqué de mis tatuajes. Tengo tres cirugías muy grandes que me quedaron como cierres en el medio del cuerpo.

Cuándo te hiciste los tatuajes, ¿lo hiciste pensando en tapar las cicatrices o también para darle algo de valor a tu cuerpo?

Lo hice para tapar la cicatriz, pero ahora tienen otro valor. Me gusta mucho mi tatuaje, es como que es un adorno para mi cuerpo, queda llamativo, me gusta y me parece que queda atractivo. Ahora tiene otro valor, mas estético.

¿Te costó hacerlo?

Yo no tenía ninguno y no tenía pensado en mi vida hacerlo. Pero bueno, las circunstancias se dieron para que sea así, me costó un poco. Me ayudó una amiga, fueron cuatro sesiones de cuatro horas. Fue largo. Durante un mes.

¿De qué habla tu tatuaje? ¿De qué es?

Son flores. A mi me gustaba la flor de cerezo y tienen unos animalitos. Es algo así como la naturaleza también.

¿Tiene algún significado para vos o era simplemente estético?

No, es estético. 

¿Hoy estás feliz con tu tatuaje?

Estoy re feliz, nunca me imaginé que me podría haber dado tanta felicidad un tatuaje, es algo impensado para mí.

¿Ahí llegas o te vas a hacer más?

Me gustaría hacerme más, pero bueno, es un poco doloroso. Por ahí digo “me hago” y cuando está llegando el momento, me empiezo a correr.

CARINA

¿Por qué te tatuaste?

En mi caso, los tatuajes tienen un significado, todo lo que me hago, me hago por algo.

En este caso, porque me veo muy florida, tengo muchas flores. Sentí que estaba renaciendo, que estaba floreciendo y empecé a cubrirme tatuajes que ya tenia con flores porque siento que es una manera de renacer, de verme diferencia, de aceptarme. Me gusta mucho lo que es la tinta, lo que es el arte del tatuaje. No me voy a llenar el cuerpo de tatuajes, tengo zonas específicas: los brazos, la espalda, tengo uno en una pierna. Me parece que voy a ir adornando los que ya tengo y que tienen el simbolismo ese, de nacer, renacer, florecer, porque así me siento.

¿Y los tatuajes anteriores que te tapaste? ¿Qué significaban?

Eran frases, palabras. En cierto punto eran de mala calidad porque eran personas que recién iniciaban.

Ahora me tatúo con unos amigos, que la verdad es que son talentosos, son artistas y voy a seguir por ese camino.

¿Son obras de arte? ¿Momentos que elegís de tu vida? ¿Representan algo como un momento especial de dolor, alegría?

El que tengo en la pierna, no me estaba encontrando con lo que tengo en la piel que son estrías, que tiene que ver con la mujer, con las etapas de la mujer como ser madre y no me sentía cómoda. Esas flores que están tapando esas marcas que llevamos todas las mujeres y todos en realidad, tiene que ver con eso: con cubrir algo con lo que no me siento cómoda, aceptándome con flores, que tal vez adornen esa parte de mi cuerpo que yo todavía no la acepto.

¿Hasta cuando se puede tatuar uno? ¿Hasta que edad?

No hay un tiempo límite. Me parece que uno lo hace porque quiere verse mejor o porque le gusta.

Puede que tengas 80 años y de hecho, a nivel mundial hay gente tatuada que son personas mayores. Pero creo que nuestra sociedad es tatuada. Se tatúa de manera constante, se perfora como parte de una cultura del adorno. Me parece que va a haber gente de mas de 80 años tatuada.

Cuando uno se pone a pensar en un tatuaje, es una obra de arte que la llevas para toda la vida. ¿Te imaginas dentro de 40 años con tus tatuajes?

Lo pienso así, lugares donde puede llegar a verse y una persona mayor “che, qué incómodo, que feo”, yo siento que es parte de mi esencia. Son un adorno que me hacen sentirme bien y me gustan las zonas que elegí: brazos, espalda y piernas.

Kimon Demitropulos

¿Por qué te tatuaste?

Porque creo que son pequeñas exteriorizaciones del alma. Son cosas que te marcan, momentos importantes de tu vida. Creo que son cosas muy profundas y a veces las exterioriza.

Creo que es necesario exteriorizar muchas cosas que uno lleva adentro. Yo los defino como pequeños pedacitos del alma en la piel.

¿Qué preferís? ¿En blanco y negro, lo abstracto?

Me gusta mucho el blanco y negro. No soy del color y creo que depende del tipo de piel. No es para cualquiera.

¿Pero abstracto o pones rótulos o palabras?

Entiendo que son decisiones muy personales. En mi caso, son brazaletes, anuales, pero que tienen un significado muy arraigado desde lo personal.

¿Vos les das la carga simbólica?

Por supuesto. Tengo tatuados brazaletes que para mí significan momentos cruciales de mi vida por cuestiones de salud, significa para mi o se traducen como lealtad y entereza. Tengo tatuada una serpiente que para mí significa valentía y también momentos de sabiduría por decisiones muy importantes que tuve que tomar en algún momento de mi vida. Tengo tatuado el nombre de mi hija, Zoe que significa “vida” en griego.  

Creo que es muy importante a la hora de tomar una decisión de este pedacito de alma que te va a quedar toda la vida en la piel, de cómo, por qué y sobre todo en dónde lo vas a llevar.

¿Cuándo estas llevando un tatuaje, vos son consciente que estas llevando una obra de arte?

Totalmente. Por eso es muy importante quien va a ser el artista. Entiendo que muchas veces te guía el amiguismo o lo económico, pero están pintando sobre tu piel, y soy plenamente consciente de que es una obra de arte y por lo tanto hay que llevarlo como tal.

¿Te arrepentiste de algún tatuaje?

Nunca.

¿Cuál es el tatuaje que te falta? 

Me faltan todos. Tengo que confesarte que tengo terror a las agujas. Cada vez que me voy a tatuar, tengo una preparación de dos o tres meses previa porque realmente la paso muy mal. Si no, seguramente estaría tatuado en los brazos, las piernas, la espalda.

Mi objetivo por el momento es tatuarme los dos brazos y la espalda. Y después seguir, es un camino de ida.

¿Qué edad tenes?

41.

¿Y hasta cuando uno se puede tatuar?

Una vez leí una frase que decía que uno se muere cuando te olvidan tus amigos, yo creo que con los tatuajes pasa lo mismo. Uno se muere, pero se queda grabado en las retinas de tus amigos.

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Director

Eduardo Huaity González

Salvador® es una publicación de
Editorial ABC S.R.L.
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Salta, Argentina