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¿Polarizar o atomizar?

Operadores del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio analizan distintas estrategias para las elecciones del año próximo: repetir el mano a mano o romper las coaliciones y permitir la irrupción de varios candidatos presidenciales.
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Hace ya un tiempo la vicepresidenta Cristina Kirchner envió un mensaje, a través de uno de sus escribas preferidos, al presidente Alberto Fernández: Ningún gobierno puede ser reelegido con una inflación del 50%. La frase, en rigor, es muy vieja y advierte la imposibilidad de ganar una elección con 25% de inflación, pero el contexto de la Argentina incrementó ese porcentaje. En el gobierno saben que es cierta la advertencia y, ante la incapacidad para controlar la inflación, analizan distintas estrategias para las elecciones del año próximo.

Una primera opción es soportar la feroz interna en el Frente de Todos para llegar a una elección de absoluta polarización con la principal fuerza de oposición. “Vamos todos juntos albertistas, cristinistas, gobernadores, sindicalistas, piqueteros y que la gente nos vote por el espanto a volver al neoliberalismo de Mauricio Macri y sus secuaces” es la recomendación que acercan al primer mandatario los que creen que “mejorando un poquito la gestión y sosteniendo la unidad política (y de aparato territorial) se gana la elección”. La dificultad que enfrentan los impulsores de esta “unidad hasta el dolor” es cómo imponer la candidatura de alguien que tiene una imagen negativa del orden del 70% como Alberto Fernández.

Otros creen que, por el contrario, la mejor opción es romper ya con las huestes de la vicepresidenta que también tiene una imagen negativa del 70%. “Que se vayan y se lleven sus críticas, que se queden con su 20% de los votos mientras nosotros acordamos con los gobernadores, los intendentes, los dirigentes sociales y les ganamos la interna” recomiendan y proyectan que “ganamos la interna y, después, para la general unificamos los votos porque los cristinistas no van a votar al candidato de Juntos por el Cambio”.

Por el momento, el presidente no tomó una decisión al respecto. Analiza si el escenario 2023 será de polarización o si, por el contrario, una tercera (y hasta una cuarta) fuerza puede competir con reales chances. “Éramos dos, el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, pero ahora aparecieron los libertarios, algunos peronistas que insisten con su tercera posición, y hasta algunos radicales que quieren salir con candidatos propios” describen otros operadores consultados por el entorno del presidente y no descartan que “capaz la elección del año que viene sea como la de 2003 cuando Eduardo Duhalde, sabiendo que no podía imponer a su sucesor en un mano a mano, abrió el juego y permitió que compitieran varios candidatos con posibilidades: Carlos Menem, Néstor Kirchner, Ricardo López Murphy, Elisa Carrió y Adolfo Rodríguez Saá”.

Para que ese escenario se repita deberían romperse las principales coaliciones, Frente de Todos y Juntos por el Cambio, y consolidarse a nivel nacional los autodefinidos Libertarios que por ahora solo tienen presencia en la zona de Buenos Aires.

En Juntos por el Cambio y en el Frente de Todos, por ahora, se impone la idea de mantener la unidad de sus alianzas para obturar el crecimiento de una alternativa electoral distinta. La posibilidad de abrir demasiado el juego puede ser muy peligrosa. “En una elección atomizada, un candidato que grite mucho y fuerte y se acerque al 25% de los votos se puede colar en el ballotage y después anda a saber qué pasa” alertó un dirigente de la UCR mientras que otro del PJ advirtió que “nos puede pasar como en Francia que al ballotage llegaron la derecha de Emanuel Macron y la ultraderecha de Marine Le Pen y eso es inaceptable”.

Sea cual sea el escenario electoral del próximo año, la sola idea de que se repitan las condiciones del 2003 cuando todavía resonaban los estertores del “que se vayan todos” y la pobreza superaba al 50% de la población, confirma el absoluto fracaso de la dirigencia política argentina. Ninguna década ganada, un par de décadas desperdiciadas: la inflación más alta en 30 años y más de 40% de pobres lo resumen. “La crisis económica (expresada en una brutal inflación) puede llevarse puesto al Frente de Todos, pero también a Juntos por el Cambio y a todo el sistema político” advierte cada vez que puede Gerardo Morales, precandidato a presidente por la UCR, y nadie se atreve a contradecirlo.

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Director

Eduardo Huaity González

Salvador® es una publicación de
Editorial ABC S.R.L.
Gral Güemes 1717
Salta, Argentina