Un día como hoy, pero de 1945 fue liberado el más emblemático y macabro campo de concentración nazi: Auschwitz-Birkenau, y que tuvo como principal responsable de su planificación a Heinrich Himmler.
Fue la repetida retórica antisemita de Adolf Hitler la que incentivó la ejecución de las matanzas entre 1941 y 1945: la población judía de Europa fue perseguida y asesinada sistemáticamente, en el mayor genocidio del siglo XX.
En el Museo Memorial del Holocausto de los Estados Unidos está grabado este poema, cuyo autor fue el pastor luterano alemán Martin Niemöller:
“Primero vinieron por los socialistas,
y yo no dije nada, porque yo no era socialista.
Luego vinieron por los sindicalistas,
y yo no dije nada, porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los judíos,
y yo no dije nada, porque yo no era judío.
Luego vinieron por mí,
y no quedó nadie para hablar por mí”.
Es entonces que este 27 de enero recordamos a Edmund Burke y reafirmamos que “Lo único necesario para que triunfe el mal es que los hombres buenos no hagan nada”.