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¿Cambiarán?

Cualquiera sea el resultado final, las próximas elecciones legislativas ofrecen al gobernador Gustavo Sáenz y al presidente Alberto Fernández la posibilidad de relanzar sus opacas gestiones. ¿Lo harán?
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Es práctica habitual en muchos países que, después de las elecciones de medio término, los presidentes o primeros ministros cambien algunos de sus funcionarios, anuncien una batería de medidas y relancen su gobierno. Ese relanzamiento es casi obligatorio sí el resultado de los comicios fue negativo para el gobierno. Un interrogante interesante es, entonces, si los gobiernos del presidente de Alberto Fernández y del gobernador Gustavo Sáenz aprovecharán las elecciones legislativas del próximo 14 de noviembre y la cercanía a la mitad de sus mandatos para relanzar y potenciar sus gestiones.

Confundido y aturdido en medio de un feroz ataque por parte de sus aliados en la coalición que lo llevó al poder, el presidente Fernández malgastó su oportunidad y apuró los cambios tras la derrota en las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias del pasado 12 de septiembre. Cambió varios ministros y secretarios y promovió una decena de medidas, casi todas de política económica, con la intensión de revertir el malhumor social. Cometió un error: priorizó el interés electoral en vez de planificar la gestión gubernamental. Peor aún, eligió a viejos y desgastados dirigentes para renovar al gabinete: buenos o malos, cada quien tendrá su opinión, Juan Manzur, Daniel Filmus, Julián Domínguez, Aníbal Fernández, Roberto Feletti y algunos más ya hicieron su aporte a la política argentina, representan el pasado y no ofrecen fututo. La consecuencia de esa equivocación parece inevitable: una nueva y tal vez más amplia derrota en las urnas y un gobierno mucho más débil para enfrentar los años finales de su gestión.

¿De confirmarse una nueva derrota electoral, volverá a cambiar ministros?, ¿insistirá en anuncios altisonantes, pero de resultados previsiblemente nulos como el congelamiento de precios de unos 1.500 productos alimenticios y de primera necesidad para combatir la inflación? Sólo el presidente Fernández lo sabe.

¿Podrá el primer mandatario nacional ejercer un liderazgo institucional y gobernar para resolver los muchos problemas del país durante los próximos 2 años? La respuesta deberán darla el propio presidente Fernández, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el líder parlamentario Sergio Massa y los gobernadores peronistas. También la oposición con creciente presencia en el Congreso.

En Salta, después de haber revalidado su liderazgo en las elecciones provinciales del pasado 15 de agosto y sin sufrir mayores daños en las elecciones nacionales, el gobernador Sáenz también tiene la posibilidad de relanzar su gobierno. Hasta el momento su gestión provincial es pobre y, por eso, desde hace largos meses se espera un recambio de ministros. Las áreas más cuestionadas son, lógicamente, las de mayor sensibilidad social: Desarrollo Social, Salud Pública, Educación y Seguridad.

El cambio en esta última área, renunció Juan Manuel Pulleiro y fue designado Abel Cornejo, se precipitó en medio de una ola de violentos homicidios y femicidios que conmocionaron a la sociedad salteña. El futuro de los titulares de Salud, Juan José Esteban; de Educación, Matías Cánepa; y de Desarrollo Social, Verónica Figueroa, es incierto. Sólo el gobernador Sáenz sabe si renovará su equipo de colaboradores y anunciará políticas más agresivas para enfrentar los múltiples problemas de la provincia. Cuenta con una ventaja evidente en comparación al presidente Fernández: en frente no tiene a nadie, ni persona ni organización política, que amenace su futuro.

En uno y otro caso, sí contra todo pronóstico de consultoras y analistas políticos revierten la tendencia de las primarias y sus candidatos se imponen en las elecciones generales, más aún, tendrán la posibilidad de renovar sus gabinetes y relanzar sus gobiernos. La realidad evidencia la necesidad de profundos cambios para resolver los problemas de sociedades, la salteña y la argentina, cada vez más empobrecidas, más violentas y más tristes. Para el recambio ejecutivo falta un montón, un par de años es mucho tiempo en cualquier parte del mundo pero en Argentina es una eternidad, y las urgencias son demasiadas.

Después de las primarias, en sendas entrevistas periodísticas, una en Buenos Aires y otra en Salta, un par de buenos conocedores del peronismo, el escritor Jorge Asís y el diputado Manuel Santiago Godoy, recomendaron al presidente Fernández “no pensar en las elecciones de noviembre sino en gobernar los próximos 2 años lo mejor posible”. Es un buen consejo y aplica también para el gobernador Sáenz.

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Director

Eduardo Huaity González

Salvador® es una publicación de
Editorial ABC S.R.L.
Gral Güemes 1717
Salta, Argentina