La fundación Lazos de Amor se creó hace cinco años, a raíz de que su presidenta Fernanda Medina padeció cáncer de mama. Al principio se difundió por un grupo de WhatsApp. La idea era entregar unas 4 o 5 pelucas para pacientes en tratamiento de quimioterapia, pero el movimiento creció tanto que se creó una página de Facebook, hasta llegar a entregar más o menos 500 pelucas al año.
Con el pasar de los años se tomaron en cuenta otras necesidades de los pacientes con cáncer, como lo son, la recuperación física el apoyo psicológico, brindar protección emocional, herramientas las cuáles son gratuitas desde la fundación.
“Las asistencias que brindamos, es para todos los pacientes. Tenemos niños y hombres también y les entregamos una peluca, en forma de préstamo, hasta que terminen el tratamiento, o hasta que se sientan seguros de poder dejarlas y estén con ánimo para poder devolverla”, comenzó explicando Medina.
La peluca representa su nexo con el mundo. Mucha gente que tiene cáncer y esta con quimio, no quiere salir…
Exactamente. La idea es acompañar desde la estética, que no es menos importante. A pesar de que están atravesando por una enfermedad y el deterioro que esta produce. La idea es que se puedan sentir seguros para poder llevar el tratamiento, que estén bien también anímicamente y no sentirse cosificados porque afecta mucho la mirada del otro y que te estén observando y que ya veas muchos cambios físicos y está bueno.
¿Son caras las pelucas?
Si. Son costosas para lo que es el mercado de la venta, porque la venta del cabello es cara.
¿Cómo cubren los gastos? Porque no son estatales, no tienen subsidios, no tienen nada…
No. Realizamos ventas de bono contribución, ferias americanas, hicimos talleres, charlas, teatro. Siempre hay gente amiga o hay padrinos o beneficiarios como nosotras les decimos, que se acercan a la Fundación; gente como “el papá, o el amigo de”, gente que se va enterando o que sabe que nosotras existimos también o que tuvo un familiar y bueno, por ahí como en representación de o en agradecimiento o memoria de, hacen una donación.
¿Cuántos pacientes tienen o cuantas personas acudieron a ustedes?
Nosotras entregamos más de 500 pelucas.
Principalmente mujeres…
Principalmente mujeres. Hemos tenido hombres, niñas, adolescentes varoncitos. Tenemos dos varoncitos.
No tan solo son pacientes con cáncer, sino también con lupus, HIV, Covid, quemaduras, accidentes cerebrovasculares. Fueron apareciendo, solicitaron nuestra ayuda y querían ver si podían solucionar el tema de la alopecia y nosotros abrimos la puerta y no tan solo nos quedamos con el cáncer.
Aparte de la peluca, ¿hay apoyo terapéutico, seguimientos o algo por el estilo?
Si, hemos brindado talleres, contención emocional y talleres como musicoterapia, arte terapia, la idea es que es que se puedan expresar las chicas que quieran tener charlas.
Ahora está Paula acompañándonos y antes había una psicóloga que también era coach y con ella hicimos tres o cuatro grupos, pero bueno, ella es del interior y cuándo apareció lo de la pandemia se le complicaba venir.
También el tema de recibir una ayuda y que a ella se le complique trasladar o estar cierta cantidad de horas, hemos dejado y ahora estamos comenzando de vuelta y acomodando esa parte.
¿Dónde funciona?
Estamos en 12 de octubre 813.
¿Cualquier persona puede ir? ¿Se puede estar, colaborar?
Si, Recibimos la donación de cabello que es nuestra materia prima. Es la primera donación que pedimos porque gracias a eso se pueden hacer las pelucas. Puede ir cualquier paciente o el familiar, si es que el paciente tiene alguna problemática de traslado o de movimiento; se llena un contrato de comodato y de compromiso que van a devolver la peluca.
Recién me decías que antes a las pelucas te las regalaban prácticamente, pero ahora tenes que pagar. ¿Qué es lo que se paga? Porque uno a veces no toma dimensión de lo que significa…
Pagamos ahora los materiales que, en algunos casos, por ejemplo, la tela es importada. Lleva una maya, hilo, elástico, unos ganchitos que pueden ser de plástico o de algún otro material.
¿Y el cabello?
Es la donación de la gente que se acerca, 25 cm es lo mínimo. Pueden donar desde u mechón, hasta todo el cabello. Y lo buenos es que no tan solo donan las mujeres, sino que también donan los hombres. Tenemos dos hombres que donaron entre tres y cuatro veces ya. Se les crece tan rápido que donan y las niñas también.
¿Y después quien las arma?
Esa ya es la parte artesanal. Es un peluquero que se llama Pablo Ibarra y que está con nosotros desde que comenzamos. Bueno, el ya pertenece a la Fundación. El antes hacia un trabajo externo, y ahora es como que está más metido. A veces hasta nos dona los materiales. Si no los podemos comprar y necesitamos la peluca, él dice “bueno chicas, les doy dos pelucas o devuélvanmelo, o compren ustedes tales materiales”.
Así vamos sorteando el tema de tener siempre, porque es constante. Hay veces que en una semana no entregamos ni una, pero de repente la semana que viene sí.
Es imprevisible…
Claro.
¿Hace cuánto está la Fundación?
Hace 5 años.
Y son muy pocas…
Si, somos 7. En un principio éramos 20 personas. Las que seguimos, nos vamos acomodando porque a veces no es fácil dedicar o tener, hacer un voluntariado con personas que están atravesando una situación y una tiene que tener mucha fortaleza. A Algunas chicas les afectó más y a otras menos.
Paula Medici
Paula Medici, es Licenciada Fonoaudióloga, Neurocoach en programación neurolingüística y en terapia de hipnosis. Actualmente está trabajando en la Fundación Lazos de Amor, realizando procesos de mentoreo para lograr empoderamiento en mujeres que vienen con una situación de vulnerabilidad a causa de una enfermedad.
“Cuando vienen a esta consulta las mujeres, se las observa como un todo, porque el ser humano es un todo no solamente su parte de la enfermedad, sino también el aspecto emocional, mental, espiritual, energético, y a través de estos procesos de neurocoaching, de empoderamiento, utilizamos el poder de la palabra porque la palabra crea profundas realidades y generalmente las mujeres que vienen a la Fundación, vienen con una autoestima; bueno, “estoy enferma, no puedo” y se suman un montón de problemas familiares económicos. A través de esta contención y utilizando estos recursos de cómo funciona la mente y el poder de la palabra, tratamos de empoderar a la mujer y sembrar una semilla de conciencia y de cambio.
Las palabras matan y las palabras curan así es ¿Por qué motivo la gente no tiene conciencia de eso?
Y por qué el ser humano, desde que nace desde los 0 hasta los 7 años aproximadamente, se encuentra en un estado de onda cerebral theta, qué es un estado hipnótico. En este momento la persona y de acuerdo con el contexto en el que crece, donde se desarrolla, adquiere cómo esponja toda la información del contexto. Si yo me crío en un contexto en donde hay conflictos familiares, dónde hay subestimación dónde hay abandono, humillación; en esa edad en donde su absorbo toda esa información es lo que eso después adulto lo manifiesto y no sé por qué.
Por eso tengo problemas en el trabajo, en las relaciones, en la salud física y entonces a través de todas estas técnicas tratamos de revertir o reconvertir ese poder de la palabra.
Con el poder de la palabra, ¿podes revertir y también poder sanar?
Evidentemente a través de los talleres que vamos a dictar, un proceso de cambio no se genera en un taller, pero si siembra una semilla para generar una conciencia de cambio.
Es como un disparador…
Es como un disparador. Es un proceso que depende de compromiso de la persona para cambiar. Si yo me encuentro en una situación de conflicto, en la que no estoy cómoda: el compromiso no es solamente ir a hacer una terapia, sino que también el compromiso es conmigo, de hacer gimnasia, buscar situaciones de paz; la salud física el alimento es todo un conjunto. Eso es lo que queremos transmitir.
¿Cuánto influye lo interior en la imagen exterior de la persona?
Bueno, me voy a ir un poco a El Kybalion, la ley de cómo es adentro, es afuera. En estos talleres también damos información sobre nuevas ciencias humanistas. En este caso hablamos, por ejemplo, de la epigenética, qué es una ciencia que habla de la información genética de las características físicas, pero también es toda esta información externa que viene en nuestro árbol.
Si vos me decís que soy una persona a la que desde niño le dijeron “sos tímido”, la persona cuando es adulta es tímida y va a vivir contextos en los que los lleven siempre a sentirse inferior, timidez, no ser capaz, así que como es adentro es afuera.
¿Cómo hacer para tomar la dimensión de un problema de alguien que viene a verte?
Cuando vos estudias estas profesiones, tenés un entrenamiento de establecer rapport con la persona. El rapport lo estableces a través de la interpretación del lenguaje corporal qué abarca un 80% el lenguaje corporal. Yo puedo aprender a interpretar una persona a través de un entrenamiento, a través de sus gestos, de sus posturas, a través de preguntas poderosas con la palabra y voy descubriendo la información. Y se va como llevando a un camino inconsciente. Para esto se requiere un entrenamiento.
No debe ser fácil acceder al inconsciente de una persona…
Hay una resistencia, pero para eso existen técnicas, por ejemplo, lenguaje hipnótico o las terapias de regresión y de hipnosis.
Hay un auge en todas estas terapias como respuestas a preguntas que no se hacían antes…
Pero además son terapias milenarias que se utilizaban en la antigüedad y hoy resurgen porque hoy con la globalización de la información, con las redes, todas estas ciencias humanistas es como que se expandieron. Y hoy también el ser humano está como en la búsqueda y no tanto de buscar afuera, sino de buscar adentro. Y estas ciencias son como una guía o herramienta para esa búsqueda.
Hoy en día las terapias muy largas a nadie les toma porque son difíciles de seguir. ¿En este caso estas terapias largas?
No son terapias largas, son terapias precisas. En el caso, por ejemplo, de la programación neurolingüística, se utilizan técnicas hipnóticas, técnicas de ancla, con la técnica swish que es de borrado. Porque en realidad el cerebro aprende por varios canales. Visuales, auditivos, el táctil, el olfativo, el auditivo, el gustativo; y hay personas que son más auditivos, personas que son más visuales, ya través de ese canal se puede llegar a sanar y limpiar la información del cerebro.
Creo en mi
Confluimos con la Fundación Lazos de Amor, con una chica que se o Erica Castro, de CONTEMAX qué es una empresa de contenedores, y yo que realizó mentoreo a partir de la neurociencia, con la finalidad de empoderar a las mujeres y creamos un lema, que es “Creo en mí”.
Estos talleres se van a dictar los fines de semana en el interior y se va a realizar una actividad especial en el medio, por el Día de la Mujer el 17 de marzo, dónde se va a realizar una actividad que se va a convocar a mujeres y difundir lo qué es el empoderamiento.
¿Los talleres en qué tiempo se van a dar? ¿Son todo el año o en marzo?
Alrededor de los fines de semana a lo largo de marzo, por ahora. Pero después queremos hacer varios otros para hablar de otras problemáticas. Calculo que van a ir saliendo y vamos a ir viendo que se puede pulir más.
Por el hecho de que es una Fundación y la gente viene a la consulta, una termina haciendo como una consulta de muchas cosas. Tema económico, tema familiar, de salud. Entonces desde la fundación, con Erica Castro que es CEO y yo, dijimos “bueno confluimos las tres y hacemos un equipo para empoderar a las mujeres y darles herramientas”.
En el caso de Erica Castro, ella brindará herramientas sobre cómo administrar una empresa y como emprender como mujer en las actividades que, por ejemplo, ella realiza una actividad que está más en el rubro más de entre comillas, de hombres.
Y lo que una vive en esas situaciones para emprender un trabajo, la Fundación desde el voluntariado, desde la conformación de los talleres y yo desde parte de la neurociencia.