Las historias de visitas de extraterrestres a la Tierra abundan desde hace décadas. Una de las favoritas de los fanáticos es la de Dolores Barrios, la mujer que fue a visitar una convención acerca de ovnis y ufología en 1954, en los Estados Unidos, y que después desapareció sin dejar rastro, dejando un halo de misterio vigente hasta nuestros días.
La mujer, según sus acompañantes al evento, decía haber llegado de Venus, para compartir información con los seres humanos. Años después se determinó que Venus es un infierno y es imposible que pueda albergar algún tipo de vida, pero la leyenda de la “venusina”, siguió vigente.
Según los pocos registros que se pudieron conservar todo pasó en 1954 en Monte Palomar, en el condado estadounidense de San Diego, California. Los organizadores del evento sobre ufología eran tres especialistas de la época, George Adamski, Truman Beturum y Daniel Fry. Allí compartirían información sobre los supuestos contactos «extraterrestres» que habían vivido.
Adamski, fue uno de los “investigadores”, más criticado, ya que casi la totalidad, todo según algunos autores, de lo que difundió era falso. Los más benévolos lo consideran un “autor de ciencia ficción clase B”.
En la convención de OVNIs en California participaron cientos de personas, entre ellas supuestos contactados por aliens, algunos ex miembros del FBI y otros testigos de avistamientos de naves extraterrestres.
El primer día del congreso comenzó con la exposición de cada uno de los organizadores, compartiendo su experiencia. George Adamski, que era reconocido por sus relatos sobre vínculos con humanoides llegados del planeta Venus, aprovechó la situación para promocionar y vender sus libros publicados.
En su discurso, Adamski dijo que los oriundos del planeta Venus eran bastante parecidos a los seres humanos. Según este especialista, los alienígenas lograron penetrar en la Tierra pudiendo camuflarse, como ciudadanos, en las grandes ciudades desarrolladas del planeta.
Adamski expuso una imagen pintada de un humanoide venusino, que resultó ser muy similar a los escandinavos. Y dijo que éstos tenían como fin brindar información «para mejorarle la vida a los humanos». Cuando el auditorio estuvo inundado por los relatos particulares, a todos les llamó la atención la aparición de una extraña joven acompañada por otras dos personas. Eso pasó en el cierre del primer día.
Lo llamativo de la mujer es que se parecía mucho al retrato de la venusiana mostrado por Adamski. Tenía el pelo rubio y unos ojos oscuros grandes que intimidaron a los presentes. Según otros testigos, también había algo extraño en la estructura de su cráneo que a todos les llamó la atención.
Alguien se acercó a la chica y le preguntó directamente: «¿Ustedes son venusinos?». La respuesta los dejó atónitos: no lo negó. Y dijo que estaban allí porque «les interesaban especialmente los temas que se trataban en el Congreso».
También les preguntaron «si los extraterrestres viajaron a la Tierra desde Venus». Y la respuesta de la mujer fue tajante: «Sí, la mayoría proviene de ese planeta». Fue ahí cuando un periodista brasileño, de nombre Joao Martins, que llegó al Congreso desde Río de Janeiro, quiso dar un paso más y entrevistar a los tres supuestos «venusianos».
Durante la conversación, Martins supo que la mujer se llamaba Dolores Barrios y que aseguraba ejercer como diseñadora de moda en Nueva York, EEUU. Los dos hombres que la acompañaban eran sus amigos, Donald Moran y Bill Jackmart, quienes dijeron trabajar como músicos. Ambos declararon que vivían en Manhattan Beach, California.
Al día siguiente, el periodista brasileño decidió volver a acercarse al trío de supuestos extraterrestres, haciéndoles varias fotos, algo que no les gustó. Después de eso, Barrios y sus dos acompañantes, con visible indignación, se fueron en dirección al bosque que rodeaba la sede donde se realizaba el «Congreso OVNI». A partir de ese momento, nadie más los vio.
Varios días después, en la misma zona, sucedió un hecho más extraño aún: varias personas dijeron haber visto un OVNI despegando del bosque y perdiéndose en el cielo.
Durante muchos años los ufólogos intentaron develar la verdad sobre Barrios. Pero ni en Nueva York ni en California, ni tampoco en ninguna otra parte de los Estados Unidos pudieron hallarlos. Un amigo del periodista Joao Martins dijo que «la vio entrar en un cine de Río». Aunque la mayoría pensó que toda la historia era un fraude, sumado a que nunca se confirmó quién pudo ser realmente esa mujer.
En octubre de 1954, se publicó la historia reunida por Martins en el semanario brasilero «O Cruzeiro», la cual consiguió muy buenas y positivas ventas. Pero las dudas radicaron en el hecho de que Martins fue el único que fotografió a estas tres personas en el Congreso. Por lo que toda la versión fue cuestionada y el semanario puso en juego su credibilidad.
Además, a Adamski, uno de los organizadores del Congreso, no le gustó mucho la difusión de esta historia ya que creyó que este trío acudió a su evento para «hacerse pasar por venusinos» y así dañar su reputación como especialista en vida extraterrestre.
El caso de Barrios fijó la idea de que los «venusianos» viven en la Tierra y se esconden entre los humanos. Al día de hoy, el congreso de 1954 es considerado como «la reunión sobre OVNIs más intrigante» de la historia.