Sin embargo, más allá de sus habilidades militares, Güemes también dejó un importante legado en el ámbito del pensamiento político con ideas y principios políticos que guiaron su vida y su gestión gubernativa destacando su compromiso con la soberanía y la libertad.
La defensa de la soberanía
Uno de los pilares fundamentales del pensamiento político del General Güemes fue la defensa de la soberanía. Güemes comprendió la importancia de la autonomía política y la necesidad de protegerla frente a las ambiciones de potencias extranjeras. Se trataba de “Hacer Patria”, sin ninguna duda.
Durante su liderazgo en la Guerra Gaucha, Güemes se enfrentó a las invasiones realistas demostrando en su firme convicción de que los pueblos tienen derecho a gobernarse a sí mismos y a decidir su propio destino.
Claro que no solamente esta fue la lucha de Güemes sino también contra gobiernos vecinos y sobre todo contra el gobierno central de Buenos Aires que siempre miró con desprecio al interior.
La libertad como principio rector
En el pensamiento político de Güemes su defensa de la libertad fue un factor para la construcción de una sociedad justa y equitativa. Promovió la participación ciudadana y la igualdad de oportunidades, buscando garantizar que todos los habitantes de las provincias del norte tuvieran la posibilidad de desarrollarse y prosperar sin restricciones impuestas por el poder central o intereses externos. Güemes entendió que la libertad no podía limitarse a meros conceptos abstractos, sino que debía traducirse en derechos y condiciones reales para el pueblo.
La importancia de la unidad y la integración
Es un error de la historiografía considerar al General Güemes como un caudillo porque ese término determina y fija límites territoriales y mentales. Además, el proceso de los caudillos comenzó con la “Anarquía del año 1820”, unos meses antes de que fuera asesinado. Güemes de ninguna manera puede considerarse en ese estadio porque estaba de espaldas a esa visión supuestamente federal en guerra con el unitarismo porteño. De hecho, él ya lo había sufrido con el recorte de recursos necesarios para la Guerra.
Güemes tuvo una visión continental de la libertad, por eso el General José de San Martín le encargara una misión tan estratégica como contener a los realistas y avanzar hacia Lima cuando él cruzara los Andes. No obstante, también abogó por la unidad y la integración de las provincias del norte de Argentina, reconociendo que la fragmentación debilitaba la capacidad de resistencia y dificultaba el logro de los objetivos comunes, promovió la cooperación y la solidaridad entre las diferentes regiones. Buscó establecer alianzas estratégicas con otros líderes y provincias para fortalecer la causa independentista y garantizar la estabilidad política de la región. Para Güemes, la unión de las provincias era esencial para enfrentar los desafíos internos y externos, y para construir una nación soberana y libre.
La prueba más elocuente de este principio rector en el pensamiento político de Güemes es la firma del “Pacto de los Cerrillos” con el general porteño, José Rondeau, que no sólo libró a la región de una guerra fratricida, sino que permitió el Cruce de los Andes y la celebración del Congreso de Tucumán en 1816. De allí que San Martín celebrara este Pacto con una salva de 21 cañonazos.
Conclusiones
El pensamiento político del General Güemes sigue siendo relevante y actual en la actualidad porque fue el primer gobernante del Rio de la Plata nombrado por aclamación popular y desde su sillón como gobernador implementó adelantándose en dos siglos, lo que hoy se llaman políticas públicas.
La inclusión social del gaucho y la chusma, marginados por la sociedad colonial, la participación de todos en calidad de ciudadanos, la equidad en el reparto de la cosa pública y sobre todo el “Fuero Gaucho” la primera ley social del naciente país que recién en el siglo XXI tendrá vigencia nacional con el “Estatuto del Peón rural”; de hecho fue Arturo Jauretche quien en una visita a Salta y conversando con Luis Güemes tomara conocimiento de esta ley y le llevara la idea a Juan Domingo Perón que copió el espíritu de aquel Fuero Gaucho.
Su defensa de la soberanía, la libertad y la unidad proporciona una base sólida para la reflexión y la acción política. Güemes demostró que la lucha por la independencia no se limitaba a lo militar, sino que también implica la defensa de principios y valores políticos fundamentales. Su legado nos recuerda la importancia de la participación ciudadana, la defensa de los derechos individuales y colectivos.
