El sondeo de Aresco determinó que en octubre se quebró la tendencia a la baja que había tenido los últimos dos meses. La imagen positiva se ubicó en 53,7%. El director Federico Aurelio vinculó el rebote a las buenas noticias económicas, tras los meses en los que el ajuste tuvo mayor impacto
La imagen personal del presidente Javier Milei, como así también la de su gobierno, tuvieron en octubre una fuerte recuperación, después de dos meses en los que habían caído ambas variables debido al impacto pleno de las medidas de ajuste que se aplicaron para estabilizar las variables económicas. Según el avance de la encuesta mensual que elabora Aresco, el 53,7% tuvo una imagen positiva, impulsada principalmente por la mejor valoración de la economía entre los consultados.
El director, Federico Aurelio, explicó que la imagen del presidente Milei más allá del bajón de agosto y septiembre “se mantiene estable y con niveles altos”. “En octubre, en vez de seguir el ajuste de los últimos dos meses, Milei tuvo una recuperación y terminó con saldo favorable, tanto en gestión como en imagen personal, según los datos evolutivos que se terminaron de consolidar el viernes”, afirmó el analista de opinión pública.
En concreto, el sondeo de Aresco reveló que la imagen de Javier Milei alcanzó en octubre un total de 53,7% positiva, más regular positiva, mientras que la negativa y regular negativa llegó al 46,3%, arrojando un diferencial positivo de +7,4%. En el desagregado, la positiva sin regular (que suma buena más muy buena) el presidente obtuvo un 42,2%, frente al 38,5% de sólo negativa, que agrupa las opiniones mala y muy mala.
“Hubo un rebote respecto de los datos que veníamos registrando desde julio pasado, pero en nuestras mediciones nunca fueron caídas muy fuertes, sino que estuvieron en el orden del 6% en la sumatoria de los dos meses malos”, explicó Federico Aurelio. Es que otros sondeos de opinión pública habían dado para los mismos meses también caídas, pero mucho más pronunciadas. Incluso con porcentajes de hasta 20 puntos. “Nuestros datos fueron otros, con mayor estabilidad”, explicó el encuestador.
Respecto de la evaluación de la gente de la gestión de Milei, no tanto de la persona como líder o presidente, la encuesta mostró buenos datos, aunque algo inferior a la percepción del jefe de Estado. En ese sentido, la positiva más regular positiva estuvo en el orden del 52,5%, frente a la negativa y regular negativa de 46,6%, que dio un diferencial también positivo del orden del 5,9 por ciento.
En el gráfico evolutivo de la evaluación de la gestión, se puede ver cómo pasó entre marzo y octubre de 54,8% al 52,5%, con picos de 55,7% en junio y de 49,6% el mes pasado. Lo mismo ocurre con la tendencia negativa, que en el mismo período analizado pasó del 44,5% al 46,6%. A excepción de septiembre, cuando la negativa superó por apenas el 0,1%, en toda la serie Milei sostuvo un diferencial positivo entre la buena y la mala imagen por arriba del 5 por ciento.
La encuesta también relevó que las expectativas también volvieron al terreno positivo después de que julio ingresara en terreno negativo (49,2% vs 48,5%). En agosto esa brecha se ensanchó hasta que el mes pasado registró su pico, al ubicarse el registro desfavorable en 53,1% versus el favorable en 44,4%. Fue el período donde se registraron las peores turbulencias económicas y que impactaron conflictos como el veto a la reforma jubilatoria y el inicio del conflicto universitario.
Es el mismo lapso en el que hubo volatilidad en el riesgo país y el dólar, una caída sensible del poder adquisitivo de la clase trabajadora y de los jubilados y pensionados y de los beneficiarios de planes sociales.
“Lo que caracteriza la imagen de Milei es la estabilidad en niveles similares a los votos que obtuvo en el balotaje, que siempre son sumamente complejo sostenerlos y mucho más en un contexto de ajuste como fueron estos diez meses”, explicó a Infobae Federico Aurelio. Y agregó: “Es más importante esta estabilidad porque no sólo retuvo los votos propios, sino también los que lo eligieron porque en la segunda vuelta no querían que ganara el rival”.