Un grupo de militares de Bolivia y varios vehículos blindados comenzaron a retirarse esta noche de los alrededores del palacio presidencial en La Paz, después de que el presidente Luis Arce tomara juramento a nuevos líderes militares, en el marco de un intento de golpe de Estado.
El nuevo mando militar ordenó que las tropas dirigidas por el general Juan José Zuñiga se desmovilizaran, mientras el máximo tribunal de Justicia del país condenó lo que calificó como un atentado contra la estabilidad democrática del país sudamericano.
En las imágenes que captó la televisión sobre el levantamiento, pudo verse a un tanque forzando la puerta del Palacio Quemado y el ingreso posterior de los militares al edificio.
“Denunciamos movilizaciones irregulares de algunas unidades del Ejército Boliviano. La democracia debe respetarse”, indicó Luis Arce.
Denunciamos movilizaciones irregulares de algunas unidades del Ejército Boliviano. La democracia debe respetarse.
— Luis Alberto Arce Catacora (Lucho Arce) (@LuchoXBolivia) June 26, 2024
Las acciones del Ejército boliviano en La Paz se dan en el marco de la destitución de un Juan José Zúñiga, comandante de esa fuerza que tuvo lugar ayer, tras declaraciones sobre el exmandatario Evo Morales. “Va a haber un nuevo gabinete, no puede seguir más así nuestro país”, había adelantado Zuñiga.
El general Juan José Zúñiga y el comandante de la Armada Juan Arnez Salvador fueron señalados como responsables de la asonada contra el gobierno de Luis Arce
Un grupo de militares encabezados por el hasta este miércoles comandante general del Ejército de Bolivia Juan José Zuñiga, llegaron fuertemente armados a la plaza en la que está la sede del Gobierno de Bolivia y con un tanque tumbaron la puerta, acción que el presidente boliviano, Luis Arce, calificó como un “intento de golpe de Estado”.
Tras tumbar la puerta del edificio, Zuñiga junto a un grupo de soldados entró por siete minutos a la Casa Grande del Pueblo, donde se encontraba el presidente Arce junto a su vicepresidente David Choquehuanca. Amenazaron con “cambiar el gabinete de Gobierno” después de que el martes en la noche corrieran varios rumores sobre su destitución.
Después de salir dijo a los medios que iba a “restablecer” la democracia en Bolivia y que liberaría a “todos los presos políticos”, incluyendo a la ex presidenta interina Jeanine Añez y al gobernador opositor Luis Fernando Camacho.
Tanto Zúñiga como el comandante de la Armada Boliviana (Marina), Juan Arnez Salvador fueron arrestados por el golpe de Estado y serán imputados por terrorismo y alzamiento armado.