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“Ser masón es ser un ciudadano comprometido con sus tiempos”

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María Elena Castillo, de Mendoza, es la primera mujer del interior del país en alcanzar la maestría en la masonería, y su idea es fortalecer cada vez más lo que inició junto a otras mujeres como pioneras.  Es la presidente de la Gran Logia Femenina de Argentina, que es una rama independiente y autónoma de la Obediencia masculina, que ya cuenta con tres décadas de historia en nuestro país.

“Ser masón es ser un ciudadano comprometido con sus tiempos” - Revista Salvador

Por Eduardo Huaity González

El origen de la masonería es incierto. Masón proviene del francés “maçon” que significa albañil, por lo que hay quienes afirman que los primeros masones habrían sido los constructores de las catedrales medievales francesas.

Otros, en cambio, sostienen que la masonería surgió en Inglaterra entre fines del siglo XVII y principios del siglo XVIII, en el contexto del avance del liberalismo y de la lucha contra las arbitrariedades del absolutismo monárquico. Siguiendo esta línea argumental, cuatro grupos iniciales se habrían unido para dar lugar la Gran Logia de Inglaterra.

En Argentina las primeras referencias hacen mención de ella a finales del siglo XVIII, pero sin dudas la más famosa de todas es la “Logia Lautaro”, fundada por el general José de San Martín.

Sus miembros y su pensamiento permitieron el nacimiento del país y su entrada en la modernidad, pero recién muy entrado en siglo XX las mujeres pudieron entrar a los templos y talleres masónicos.

Indiscutiblemente, la masonería fue cosa de varones durante muchísimo tiempo porque cuando nace, nace vedada para las mujeres. Estamos hablando de 1717, una restricción para todas las organizaciones que todavía dependen de la gran logia unidad de Inglaterra. Pero el contenido, el eje que trabaja la masonería, no podía excluir a las mujeres desde lo esencial, desde lo ontológico, porque en realidad la masonería nos forma en valores, en virtudes y trabaja la espiritualidad laica con compromiso social y ciudadano. Y esto que acabo de decir no me implicaría excluir a ninguna persona. Esto deviene en algún momento con una demanda, una lucha de las mujeres por querer ingresar a la masonería, por esta misma razón porque no existía un obstáculo real que invalidara la pertenencia.

¿Cuándo se logró la inclusión de mujer en la masonería?

Y estamos hablando de María Deraismes en 1882, cuando ella es iniciada en una logia masculina y a partir de allí se empieza a dar todo un proceso que deriva después en la creación o conformación de la obediencia mixta internacional, el derecho humano que es el primer espacio que permite que las subjetividades femeninas puedan participar en la masonería y con el tiempo se van conformando talleres netamente femeninos y hay un proceso muy interesante para los que les gusta la historia que lo pueden ver que se da en Francia y a partir de ese proceso y de distintas formas de involucrar a las mujeres y de aceptar su participación es recién en 1952 cuando se constituye la gran logia femenina de Francia. No tiene larga vida institucional, pero si tiene una promisoria y fecunda actividad porque si lleva a toda Europa la masonería femenina.

¿Y en Argentina cuándo empieza a tener relevancia?

Estamos hablando de la década del 40, pero hay dos antecedentes previos que se dan, uno en Buenos Aires y otro en Santa Fe. Son logias de adopción, es decir que pertenecían a las mujeres, pero eran dirigidas por varones. Esto se pierde, se diluye y como hoy la conocemos a la gran logia femenina Argentina, las mujeres que pertenecían a un ateneo literario y que además se dedicaban a actividades filantrópicas, inicia todo el proceso en Chile hace 30 años.

Tres décadas se lleva trabajando y 21 años de vida institucional porque hay todo un proceso que se va desarrollando a través del cual las mujeres argentinas viajan a Chile, estudian, toman los distintos grados simbólicos hasta que el 6 de julio del 2002 se constituye la gran logia femenina de la República Argentina.

¿Cuántas mujeres participan? ¿Tenes una idea?

Hay más de tres mil iniciadas en el país. Y en actividad tiene que haber unas 800 o 900 mujeres. Esto tiene que ver con un montón de situaciones personales que nos van aconteciendo, ser madres, seguir algunas carreras, maestrías o cambios de trabajo. Los tiempos sociales son complejos y por ahí no nos da la posibilidad de poder seguir activamente trabajando a veces en la institución.

Una de las cosas que siempre me llamó la atención, es que siempre se proclamó la igualdad entre los hombres del planeta, pero parecía que tomaban al hombre como género y no como especie, porque a pesar de los esfuerzos y lo que habían demostrado, se negó sistemáticamente aún en día, hoy hay algunos sectores bastante conservadores con respecto a la inclusión de la mujer en la masonería…

Totalmente. Siempre digo que no es la igualdad masónica la que se priorizó en un momento determinado, que es el momento de la constitución o conformación de la gran logia unida en Inglaterra, pero esto tenía que ver con de alguna manera, el contexto cultural de la época en donde la mujer estaba invalidada de participar en todos los espacios públicos y la masonería no estuvo exenta de ello.

Ya pasaron centurias, pero hay gente que sigue pensando como haces siglos…

Es verdad que hoy en día existe en el pensamiento de algunos integrantes esta posición de seguir sosteniendo de que la masonería debería ser solo cosa de varones y no de mujeres. Diría que es un grupo minúsculo, no representativo casi, a la luz de mis ojos, no quiere decir que esto sea así visto por todo el mundo, pero hoy, la gran mayoría de los integrantes de la institución, creo que entienden que la masonería es una escuela de vida que puede incluir a todo ser humano sin importar su raza, su credo, su religión, género o sexualidad.

Cuando mencionabas a la masonería, hablabas de toda la su actividad filantrópica, pero también tienen una escuela de desarrollo espiritual muy importante, una forma de aprendizaje simbólica no habitual…

Yo soy una ferviente apasionada del método masónico. Creo que es eficiente, es eficaz. Creo que también hay una parte que depende de cada uno de los integrantes, pero que el método en sí garantiza la posibilidad de la transformación de los seres humanos

¿Qué ventaja tiene lo simbólico?

Un método que al ser simbólico permite trabajar no solamente los conocimientos concretos, tangibles, los contenidos inteligibles de los símbolos, sino también los aspectos vivenciales ¿Qué me dice a mí esto en particular? ¿Para qué me sirve? Entonces hay un trabajo intelectual que es axiológico, moral e integrador y un método circular que de alguna manera nos permite volver sobre el mismo tema con una mirada más profunda, e ir nutriéndonos de las miradas de todos los integrantes y aceptar que lo que hoy alcanzamos a entender como nuestra verdad o “esto es mi verdad” o esto es “el mayor lugar en que pude llegar en este momento”, no necesariamente es lo mismo para el resto de los integrantes y no necesariamente está acabado. No es número cerrado. Sino que detrás de esa síntesis que pudimos alcanzar en un debate en un momento determinado, se abre una nueva posibilidad de analizarla, de mirarla, de interrogarlo, de que nos interpele y de ir en búsqueda de nuevo de alguna respuesta.

La masonería argentina tuvo un aporte gigantesco en la historia de la República Argentina, sin embargo, hasta el día de hoy muy pocos saben realmente el aporte que tuvo. ¿Esto se debe a algún tipo de censura, algún tipo de ideología historiográfica existente o es simplemente porque no se difundió la información?

Yo creo que tiene que ver una parte y una parte. Creo que hay algún sector que le convino no visibilizar la labor de la masonería en los procesos libertarios de nuestra patria, porque la masonería al conformar libres pensadores, se escapa de los modelos de clasificación o de rotulación ¿dónde encasillo a esta persona? Y también se escapa del sometimiento, de la subordinación autoridades, a líneas de pensamiento, a ideologías, a creencias, y entones la verdad es que a algunos sectores le resulta funcional no dar a conocer esto. Creo que también hay desconocimiento, porque la masonería, si bien tiene su mayor auge, su mayor florecimiento en tiempos de democracia, no ocurre lo mismo frente a gobiernos totalitarios y/o frente a gobiernos de facto.

Con esto se puede inferir que hubo mucha persecución en tiempos dictatoriales a los masones…

Hubo muchísima persecución a los integrantes de la masonería otrora y desde ese lugar se cuidó mucho la vida, el trabajo, la familia de los integrantes de la institución. Por eso también mucho se estigmatizo de que no se conocía sobre la masonería y esto también generó un imaginario colectivo muy nutrido de estigma.

Recién mencionaste el libre pensamiento, el libre pensador. La persona que tiene libertad de pensar y expresarse. ¿Por qué le tienen tanto miedo al libre pensador?

Porque el libre pensador es una subjetividad que responde a lealtades a las ideas y no a las personas o a las ideologías. El libre pensador es un sujeto que va a cuestionar constantemente las cosas, que va a ir en busca de la verdad, que va a entender la realidad de las cosas muchas veces y que frente a eso se va a poner en una posición no de absolutismo o de tener la sabiduría absoluta, o magistral. Si no muy por el contrario, en la posibilidad de seguir trabajando, la intelectualidad va a seguir trabajando, va a seguir cuestionándose y va a ir entendiendo que muchas veces podrá tener absolutos personales, pero no los absolutos personales son los absolutos personales son los absolutos colectivos.

Entonces el libre pensador es un sujeto respetuoso de la diversidad de pensamientos y la diversidad absoluta de conciencia que puede existir frente a otros ciudadanos u otras posiciones. Creo que pasa fundamentalmente por ahí.

¿La Asociación Civil Masónica, es una asociación fraterna o corporativa?

Totalmente fraterna. La fraternidad es universal tengo entendido. Es decir, un hermano masón sigue siendo masón acá, en China o Estados Unidos. ¿Es correcta esta apreciación?

Es así porque la masonería le es reconocida al ser humano al ser interior. Y ese reconocimiento, de alguna manera está puesta en valor en todos los lugares del mundo en donde existe la institución Porque la masonería es iniciática.

¿Qué es ser un sujeto iniciable?

Es algo que en el imaginario colectivo genera mucha inquietud y en realidad un sujeto iniciable no es un sujeto que pertenezca ni a una clase social ni a determinada posición económica o determinado nivel académico

Un sujeto iniciable es un ser humano que quiere ser una mejor persona, que quiere trabajar sobre mismos valores, virtudes y sacar esa mejor versión y lo quiere hacer para poder construir una mejor sociedad junto con el resto de sus conciudadanos porque las construcciones colectivas son un desafío que la masonería toma y pondera para mejorar las sociedades en cada una de las geografías donde están inmersos sus integrantes.

¿Qué es ser masón? ¿Qué significa ser masón y cuáles es la responsabilidad del masón ante la sociedad?

Ser masón es ser una subjetividad que todos los días se levanta para trabajar sobre sí mismo y sacar todos los días esa mejor versión que tiene, dejar atrás lo viejo para comprender los cambios personales o individuales y también los colectivos. Que significa ser masón, ser un ciudadano comprometido con sus tiempos, con sus geografías y sentir un profundo amor y respeto a la dignidad del ser humano en todos los lugares que el se encuentre, asista, trascienda o pase. La responsabilidad del masón es la construcción colectiva, buscar los consensos. Levantar las banderas y los principios de la institución por sobre cualquier tipo de obstáculos que se le presente. Trabajar por una sociedad más justa, más libre, equitativa, tolerante, respetuosa y más integral. Porque en un mundo entremos todos y sin ningún tipo de distinción.

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Eduardo Huaity González

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Salta, Argentina