Ante la fuerte presión y pruebas en su contra, Anzieta presentó su renuncia, pero según fuentes de la institución esto no impide que la investigación para determinar el daño provocada por su administración siga adelante. La dimisión tampoco impedirá, si se impone por parte de la Justicia, el castigo correspondiente.
El viernes pasado no se pudo realizar la Asamblea convocada por los profesionales para la remoción de la ahora ex-presidenta Fabiana Anzieta, quien presentó su renuncia un día antes, Anzieta; quien la reemplaza es la vicepresidencia, licenciada Gisela Pedersen.
En un comunicado oficial que se dio a conocer ayer en el sitio oficial institucional de esta colegiatura, apelaron al «diálogo, consenso, horizontalidad, transparencia y, por sobre todo, el respeto en el manejo Institucional». Así explicaron que: «la existencia de diferencias irreconciliables que afectaban gravemente los intereses de la Institución y de los colegiados, la falta de respuesta favorable de parte de la licenciada Anzieta, y habiendo agotado todos los medios e intentos de trabajo y diálogo, para que la mencionada se ajuste a los procedimientos legales y administrativos», finalmente convocaron a Asamblea para tratar su destitución.
No obstante, y con fecha 28 de octubre, Anzieta presentó su renuncia indeclinable, la cual fue aceptada por la Comisión Directiva, quedando ahora como titular la Licenciada Pedersen Gisela, como Presidenta, y la Licenciada Arias Silvia como Vicepresidenta, según lo estipula la Ley 6063/83
Por su parte, y en la nota de su renuncia, la ahora ex presidenta del Colegio de Psicólogos se defendió y desmintió las acusaciones en su contra, entre ellas las de malversaciones de fondos.
En su misiva señaló también la existencia de «diferencias irreconciliables» con otros miembros de la comisión directiva, y aseguró que «siempre estuvo a disposición» para evacuar cualquier duda en relación a los planteos efectuados.