Tres niños murieron por diarrea y desnutrición en el norte de Salta. Autoridades locales advierte que la situación sanitaria de miles de chicos es grave. Pobreza, mala alimentación y imposibilidad de contar con agua potable son las principales razones.
La subsecretaria de Medicina Social, Lic. Gabriela Dorigato del Ministerio de Salud de la provincia, reconoció la muerte de tres menores por diarrea en el norte provincial el día jueves. Si bien remarcó que los mismos fueron asistidos, también confirmó los casos de mal nutrición que sigue habiendo a pesar de los esfuerzos de la provincia.
Dorigato lamentó profundamente la pérdida de estos niños y expresó el esfuerzo que realiza el equipo de salud en la zona para mejorar el acceso a la atención médica y la calidad de vida de las comunidades.
Sin embargo, destacó que el desafío es enorme y que la realidad sociosanitaria del norte argentino requiere de un compromiso sostenido y mayores recursos para ser abordada de manera efectiva: “Es importante tener en cuenta todo, poner el foco, creo, un poco más en todo lo que se logró desde que nosotros asumimos la gestión y todo lo que se logró desde que el ministro también está a cargo de la cartera de salud. Venimos tratando de allanar esta cuestión cultural que tienen las comunidades, que lo que hace es que tengamos que adaptar nuestras políticas de salud también a la cuestión intercultural. Pero no tengas duda que el esfuerzo es titánico, estamos totalmente presentes en el territorio permanentemente, pero es un lugar donde tiene una deuda social muy alta y que en cuatro años no vamos a resolver todo lo que le hace falta a esa zona de emergencia sociosanitaria que por eso mismo se pudo lograr esa resolución”, sostuvo.
Uno de los casos mencionados por Dorigato fue el de un niño de San Miguel, Santa Victoria, que nació con una patología genética en la piel y que, a pesar de haber sido atendido y tratado en Tartagal, falleció tras regresar a su territorio de origen. Situaciones similares se dieron con otros dos menores, lo que evidencia la vulnerabilidad de ciertas poblaciones ante condiciones climáticas extremas y problemas de acceso a la atención médica.
Otro niñito había tenido el alta del hospital el 5 de marzo, estaba en mejores condiciones, “la mamá quería ir a cobrar la asignación, entonces se fue del hospital y también nos avisan que había vuelto a tener diarrea, que estaba deshidratado y hasta que se pudo llegar también fue difícil poder salvarle la vida. Y el último es un niñito que es de Mosconi y que ya lo habíamos tenido internado en Tartagal también, en el centro de recuperación”, detalló la funcionaria. “Son niños que están atendidos, nosotros los tenemos nominalizados, están bajo nuestra atención y lamentablemente a salud llegan los hechos consumados, pero es grande el esfuerzo que ponemos en lo que es atención primaria, en lo que es la cobertura con los equipos de nivel central que van, que están en territorio, que atienden, que apoyan a los equipos”.
Dorigato explicó también que, si bien se brindó asistencia a estos niños, la decisión de interrumpir el tratamiento por parte de las familias tuvo un impacto negativo en el desenlace de los casos. Además, señaló que el territorio presenta una alta deuda social y que los esfuerzos locales se ven limitados por la falta de apoyo financiero por parte del Gobierno Nacional