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Llegó Ofiuco y causó un caos en el Zodiaco

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La aparición de un nuevo signo del zodíaco, llamado Ofiuco, produjo cambios en el «calendario oficial para los signos zodiacales». La confusión fue enorme y aún pocos entiende de que se trata. Pero no es una novedad, desde hace siglo se conoce la existencia de este signo zodiacal

“Si yo nací el 13 de diciembre, ¿quiere decir que ahora soy de Ofiuco?”

-No- responde el MSc Astrofísico Rodrigo González Peinado. “Si naciste el 13 de diciembre, lo que sería correcto de decir es que el Sol se sitúa en la constelación de Ofiuco ese día”.

La confusión el internauta no es particular, se cree que 36 millones de personas han reaccionado de distintas formas a la publicación que aseguraba que desde este año cambiaron los signos del Zodíaco, incluyendo al mencionado Ofiuco como nuevo signo.

Rodrigo González Peinado se tomó el trabajo de explicar paso a paso cómo está dividido el firmamento lácteo y por qué no hay tal “nuevo calendario oficial”, pero difícilmente su aclaración llegue a 36 millones de almas en el mundo, como ocurre con la mayoría de las fake news.

 Junto a la novedad de que existe un «nuevo calendario oficial para los signos zodiacales», aparece una tabla con cada uno de los 12 signos zodiacales (más Ofiuco) con “un intervalo de fechas que no se corresponde al habitual para cada signo”, aclara Rodríguez Peinado. Y para ello compara la falsa nueva tabla en donde aparece Ofiuco y con otra de las fechas usuales asociadas a cada signo, para mostrar las diferencias y que en esta última no aparece Ofiuco. E inmediatamente, procede a explicar algunos conceptos astronómicos: Por ejemplo, “Constelación”, que en Astronomía significa “cada una de las regiones o parcelas en las que dividimos firmamento”.

“Las constelaciones no se descubren, sino que somos nosotros los que las hemos construido. De hecho, cada uno puede inventarse sus propias constelaciones. Así, existen multitud de formas diferentes de dividir el firmamento. Por convenio, en astronomía adoptamos la división del firmamento acordada por la Unión Astronómica Internacional (IAU) fundada en 1919 y que “promueve y salvaguarda la ciencia de la astronomía a través de la cooperación internacional”.

La IAU (en sus siglas en inglés) en 1928 fragmentó el firmamento en 88 constelaciones oficiales. Y desde entonces, también se conoce el Asterismo, “una figura que se forma al unir estrellas con líneas. Igual que antes, cada uno puede formar sus propios asterismos en el firmamento”.

“Los asterismos son los que, históricamente, han dado nombres a las constelaciones. Por ejemplo, el asterismo de «el escorpión» es el que dio lugar a la constelación Scorpius (Escorpión)”.

El error o el origen de la mala información es que normalmente en el lenguaje coloquial, ambos términos, constelación y asterismo, se suelen intercambiar. Constelación para la astronomía es cada una de las diferentes regiones en las que se divide la bóveda celeste.

Entonces: “Como todo el firmamento está cubierto por las constelaciones, no existe ninguna parte de él que no pertenezca a una de ellas. Es como un puzzle, cada pieza pertenece a una constelación”.

Ahora bien, conviene hacer esta aclaración: “Existe un grupo de constelaciones que, por ocupar una parte concreta del firmamento, son especiales. Se trata de las constelaciones zodiacales, más comúnmente conocidas como el zodiaco. (Camino de los animales, en griego)”.

¿Y cuál es esa región especial del firmamento que hace que un grupo determinado de constelaciones sea tan conocido y tenga un nombre propio (zodiaco)? Es la región Eclíptica, “el camino aparente que describe el Sol en el firmamento visto desde la Tierra a lo largo de un año. Es, por así decirlo, su carril en la bóveda celeste.

“Por ahora, vamos a quedarnos con esta definición de eclíptica referida únicamente al Sol. Ttambién se pueden incluir a la Luna y los planetas, pero ahí el tratamiento es diferente y más complejo”, explica Rodríguez Peinado.

La Eclíptica corta a 13 de las 88 constelaciones definidas por la UAI. Es decir, el Sol solo se puede localizar en esas 13 constelaciones, a saber: Aries, Taurus, Geminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, OPHIUCUS, Sagittarius, Capricornus, Aquarius y Pisces. Sólo en ellas hallaremos al Sol.

Cada constelación posee una forma determinada: unas son más pequeñas, otras más grandes… De aquí se infiere que el Sol no pasa la misma cantidad de tiempo en cada constelación zodiacal.

La tabla de fechas, la que dio origen a toda la polémica, hace referencia al intervalo de tiempo que el Sol pasa en cada una de las constelaciones zodiacales de la UAI.

Y aquí aparece el motivo de la confusión, en el concepto de “Signo”.

En astronomía, el “Signo” es cada una de las 12 regiones de 30º de longitud en que se divide la eclíptica.

La división en signos es también una convención y otra más de las muchas divisiones que se pueden hacer, hechas para saber si el Sol ocupa el mismo tiempo en cada una de esas regiones, un mes. “12 parcelas por 30º por cada parcela dan los 360º de una circunferencia. Y los nombres de los signos de esas regiones, son 12: Aries, Taurus, Geminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagittarius, Capricornus, Aquarius y Pisces”.

“Ofiuco no es un signo zodiacal”.

La primera división en parcelas de 30º de la que tenemos constancia la hizo la astronomía babilónica. Fueron ellos los primeros que dividieron la eclíptica en 12 regiones de igual longitud, para adecuarlos a los 12 meses del año.

Los periodos de tiempo que aparecen al lado de cada signo son los que establecieron los babilónicos hace miles de años, y marcan la entrada y salida del Sol en cada signo en su época.

Y el problema es que las fechas de entrada y salida del Sol en cada signo, cambian con el tiempo.

Este cambio se debe a la llamada precesión de los equinoccios, el movimiento de precesión de la Tierra y la consecuente retrogradación del punto Aries. A este hecho, se le conoce como “precesión de los equinoccios. Por tanto, cuando nos dicen que somos de tal o cual signo, lo que quieren decir es que el Sol se colocaba en dicho signo, en dicha división de la eclíptica, en las fechas definidas por los babilonios en su época (hace 2.500 años) Por lo tanto, no hay que confundir signo con constelación zodiacal”.

Como ya se dijo, “son dos formas diferentes de dividir la eclíptica: una en regiones iguales de 30º cada una (signo clásico) y otra siguiendo la convención de la UAI de 1928 (constelación)”.

“La polémica que generó confusión al comienzo de este año 2023, no es algo nuevo. Cada tantos años vuelve, pero nunca había tenido la repercusión que logró en este año 2023”.

Los intervalos de fechas de los signos dependen de si se tiene en cuenta la precesión de los equinoccios o no y el origen que se tome, según la astrología sideral, porque la astrología tropical no la tiene. Por tanto, las fechas entre una y otra cambian.

El signo zodiacal es un concepto “astronómico”, que corresponde a región en la que está dividida la eclíptica. Pero, normalmente se utiliza en astrología para atribuirle a cada signo ciertos patrones de conducta. En este caso, hace referencia “construcciones geométricas sobre la esfera celeste, es decir, astronómicas”.

Finalmente, Rodríguez Peinado hace una última aclaración: “Si en griego, el zodiaco es el camino de los animales, ¿libra qué significado tiene? Efectivamente, Libra es el único no animal en el camino de los animales. Eso se debe a que, como constelación, surgió más tarde que el resto. Antes sus estrellas pertenecían a la constelación de Scorpius”.

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Director

Eduardo Huaity González

Salvador® es una publicación de
Editorial ABC S.R.L.
Gral Güemes 1717
Salta, Argentina