Por Ana Elizabeth Mastronardi
Lic. en Nutrición MP: 203. Naturmed, Adolfo Güemes 185
Es sabido que para los candidatos, las exigencias en época electoral, son muchas y diversas… Viajes, entrevistas en medios masivos de comunicación, caminata por los barrios, reuniones día y noche, discursos y debates televisivos, entre otras actividades…
Aunque la imagen de un candidato saludable y con buen aspecto físico es lo esperado en éstas épocas de tanta exigencia, (en gran medida debido a la influencia de las redes sociales); sabemos que esa vorágine de eventos, sólo colabora en contra de la salud: Situaciones de ira, de estrés, ansiedad, acidez que conlleva a dolores estomacales, falta de descanso y una pobre calidad de sueño, son sólo algunos de los factores que colaboran exactamente en lo contrario al estado esperado, convirtiéndose en un caldo de cultivo para picos de presión alta y un abanico de desequilibrios metabólicos como obesidad, diabetes, entre otros.
Muchas de estas reuniones son: desayunos de trabajo, almuerzos y cenas de camaradería… Y por supuesto, no es de extrañar, el protagonismo de diversos alimentos, sabiendo que para el pueblo argentino todo evento social “debe” ir acompañado por comida; además del valor simbólico de cada una de estas, son algunos ejemplos: “asado” en el caso de reuniones de grupos masculinos, “locro” el día del trabajador, “empanadas” que simbolizan la región y “cocteles” cuando se le quiere dar un toque glamoroso al evento…
Con éste panorama los protagonistas se encuentran en esta disyuntiva: ¿Cómo transitar la campaña sin morir en el intento? Sin apostar la salud y la tan preciada imagen, ¿Cómo lograr que sea al menor costo posible en cuanto a Calidad de Vida se refiere?
La idea es brindarles a los candidatos, algunos consejos para que puedan reforzar y conservar el bien más preciado de la humanidad: “La salud”, en todo el proceso de la campaña, hasta las elecciones.
Entre los hábitos de Estilo de Vida Saludable, y algunos también alimentarios, para conservar el estado de Bien-Estar se encuentran:
- Evitar el cigarrillo
- Practicar técnicas sencillas y rápidas de relajación como la respiración, para disminuir el estrés y de ésta manera, poder entre otras cosas, limitar las ingestas y lograr mejores digestiones
- Realizar en la medida de las posibilidades actividad física (no cuentan las caminatas en los barrios, porque éstas se realizan de manera intermitente)
- Relacionada con la anterior, procurar una correcta hidratación (preferentemente con agua) y teniendo en cuenta que en épocas de exposición solar y de calor los requerimientos aumentan
- Disminuir el consumo de sal de mesa (evitar malos hábitos como colocarle sal a la comida sin haberla ni siquiera probado)
- En la mayoría de las cenas y almuerzos están presentes las bebidas espirituosas…. Es importante el control en el consumo, ya que son las calorías más fáciles de incorporar si no se está atento.
- En el momento de la comida, realizar un paneo rápido y seleccionar las opciones más livianas, con ingredientes como alguna variedad de carne magra, huevos con acompañamientos ricos en verduras, legumbres, quínoa o algún otro cereal. Evitar frituras y comidas con manteca, aderezos o mayonesas
- La misma atención se requiere en el caso de consumir postres, tienen una combinación irresistible: grasas, azucares y harinas, tan fáciles de comer y tan ganadoras de peso. En todo caso preferir opciones más frescas y livianas desde una simple fruta o ensalada de frutas, helados o licuados con agua.
Pero más allá de los alimentos, es también igual de importante entrenarse en comer tranquilo, hacer bocados pequeños y masticar más… Para que de ésta manera se encuentre antes, la tan esperada “sensación de saciedad”
En síntesis, la comida debe ser un momento de unión, de socialización y de compartir experiencias, tratando de dejar los problemas para después y de esta manera conseguir un completo BIENESTAR: Cuerpo-Mente y Espíritu.
