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Gustavo contra los opas

La división de la oposición con el desmembramiento de Juntos por el Cambio y la conformación de Avancemos facilita la reelección y una nueva gestión del gobernador Sáenz.
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Hace ya larguísimos meses la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner mandó a su escriba favorito a publicar en la prensa un mensaje dirigido al presidente Alberto Fernández y demás líderes de la coalición gobernante: ningún gobierno gana una elección y es reelegido con una inflación anual del 50%.

Sin embargo, con una inflación anual de casi el 100% Alberto Fernández cree que tiene chances de mantenerse en el poder. Argumenta que puesto a juntar votos el peronismo es, bajo cualquier circunstancia, muy eficiente y que la falta de un liderazgo indiscutible en la oposición le permite mantener esperanzas.

“Mientras más se demore la oposición en elegir su candidato y presentar a la sociedad un proyecto superador al nuestro, más posibilidades tenemos de recuperarnos y pelear voto a voto en las elecciones” confían los asesores presidenciales mientras que los operadores de Juntos por el Cambio reconocen que los tiempos corren, pero explican que “todavía quedan 6 meses para las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias y 8 meses para las elecciones Presidenciales así que tenemos tiempo”.

Sea como fuere, es claro que, entre otras cosas, la feroz interna y la notable torpeza política de la oposición le otorga al oficialismo alguna chance de competir dignamente en las próximas elecciones.

Algo parecido, no igual, si parecido, sucede en Salta: Gustavo Sáenz será reelegido dentro de un par de meses no tanto por su obra de gobierno como por la torpeza de la oposición.

La gestión de Sáenz dista mucho de ser brillante y más bien es opaca. Sin embargo, todos los sondeos de opinión y análisis políticos realizados a lo largo del último año le asignan un caudal de votos de entre 40% y 45%, suficiente para ser reelegido el próximo 14 de mayo. Algunos analistas creen que incluso estará en el orden del 50% de los votos, pero reconocen que “se nota el desgaste de la figura de Gustavo y, entonces, es posible que saque menos votos que en 2019 cuando superó el 53%” y, además, observan que “todo parece indicar que sacará bastante menos que Juan Carlos Romero (58%) y Juan Manuel Urtubey (59%) en sus primeras reelecciones, en 1999 y 2011”.

De cualquier modo, la aseguran el triunfo por la incapacidad de las fuerzas opositoras para construir una alternativa atractiva para los votantes. “Que sean 3 y no 2 los frentes con expectativas favorecen al oficialismo porque, obvio, los votos opositores se reparten” explican y plantean que “la salida de Ahora Patria de Juntos por el Cambio y la conformación del nuevo frete Avancemos es funcional a Gustavo”.

De manera muy grosera describen que Gustavo arranca la campaña con 40% o 45% de intención de votos y que, por ahora, nadie sabe a ciencia cierta desde qué piso arrancan Avancemos y Juntos por el Cambio. Lo que si se sabe es que la marca y el sello “Juntos por el Cambio”, consolidado en la provincia y robustecido por Ahora Patria en 2021, tenía una proyección de arranque del 30% o 35% que lo volvía competitivo, pero ahora estos principales frentes opositores dividen ese porcentaje nada despreciable y arrancan desde mucho más atrás.

Sabrán Alfredo Olmedo y Carlos Zapata de Ahora Patria por qué rompieron con la UCR y el PRO y conformaron una alianza contra natura, y que ya comenzó a mostrar fisuras, con el referente del kirchnerismo salteño Emiliano Estrada. Todavía no lo explicaron. Sabrá Emiliano Estrada del Partido Justicialista qué tiene en común con la derecha salteña referenciada en Alfredo Olmedo y Javier Milei. Todavía no lo explicó. Sabrán Inés Liendo del PRO y Miguen Nanni de la UCR por qué permitieron que se achique Juntos por el Cambio. Todavía no lo explicaron.

“Básicamente nunca hubo conducción política del espacio y primaron los personalismos” lamentó un dirigente radical y describió que “en estos años en Juntos por el Cambio no hubo política, hubo estupidez”. “Hay que ser muy opa para partir una oposición que tenía chances de competir con el oficialismo provincial” enfatizó.

Un enojo parecido atraviesa en la vereda del frente a dirigentes y votantes peronistas y kirchneristas que, sin mayores ganas de acompañar a Sáenz, se sienten huérfanos por el salto de Estrada y por la posible subordinación de Sergio Leavy y el Partido de la Victoria y otros refrentes k al oficialismo provincial. “Hay otra posibilidad progresista como Salta para Vivir Bien, pero no tiene ningún peso electoral” lamentan y no ocultan su bronca con Estrada, Leavy, Gonzalo Quilodrán, Lucas Godoy y las figuras que hasta no hace mucho tiempo se referenciaban en Cristina Kirchner y prometían un proyecto nacional y popular para la provincia y ahora guardan silencio.

Como otros, el antes mencionado dirigente radical sospecha que Sáenz (o su operador político Pablo Outes) propició esa ruptura para, justamente, dividir a la oposición. “No me consta, pero sí sé que él y también (el ministro del Interior y referente nacional de Estrada) ‘Wado’ De Pedro bendijeron la creación de Avancemos que es funcional a la reelección del gobernador y que Miguel Nanni no hizo demasiado esfuerzo para evitarlo” reveló.

“No sé si íbamos a ganar la elección, pero seguro, todos juntos y en un solo frente electoral, íbamos a ser muy competitivos y, aun perdiendo, íbamos a ganar porque tendríamos una oposición fuerte en la Legislatura para empezar a influir en la agenda política salteña y no como ahora que todo lo deciden Sáenz, Outes y Nicolás Demitropulos en una oficina del Grand Bourg” analizó y sentenció que “hay que ser muy opa o muy sínico para partir una oposición que por primera vez en muchos años tenía reales chances de competir con el oficialismo provincial”.

Las conversaciones y negociaciones repetidas durante todo el año pasado para constituir un “gran y único frente opositor” a la gestión de Gustavo Sáenz finalmente fracasó y la oposición quedó, una vez más, dividida y a merced del oficialismo provincial. Aquella idea expresada en varias charlas entre Nanni, Zapata, Estrada, Cristina Fiore, Alfredo Olmedo, Bernardo Biella, Pablo Kosiner y varios más no se concretó por la impericia de los líderes partidarios y por la terquedad de los candidatos más votados en las elecciones legislativas de 2021, Estrada y Zapata.

El silencio público de los experimentados políticos Juan Carlos Romero, Juan Manuel Urtubey y Alfredo Olmedo colaboró también con el desmembramiento de una oposición que partida en varias propuestas electorales favorece al seguro triunfo de Gustavo Sáenz.

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Director

Eduardo Huaity González

Salvador® es una publicación de
Editorial ABC S.R.L.
Gral Güemes 1717
Salta, Argentina