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El San Martín masón, el que no cuenta la historia

Dejaremos de lado las revistas de la niñez como “El Billiken” o “El Anteojito” y diremos que José Francisco San Martín y Matorras, nació un 25 de febrero de 1778 y murió un 17 de agosto de 1850, hasta aquí información sin grandilocuencia ya que venimos recordando esto desde pre-jardín, pero de lo que nadie hablo ni desarrollo fue de la pertenencia masónica del General.
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San Martín, fue iniciado en la Logia Integridad de Cádiz a los 30 años (1808), siendo el presidente de dicha logia su superior de armas, amigo y americano Francisco María Solano y Ortiz de Rosas conocido como el “Marques del Socorro”.

A los pocos meses de su iniciación, los mismos españoles en una revuelta, ante la lentitud de Solano en defenderlos de los ataques franceses, una turba le da muerte (29 de mayo de 1808), este acontecimiento lo dejará marcado hasta sus últimos días ya que en el bolsillo y billetera del general siempre tuvo su retrato, el de su amigo y venerable maestro.

En Inglaterra, Francisco de Miranda reunía a los americanos que abrazaban el sueño libertario en la Logia “Gran Reunión Americana”, la misma se replicaba en España con el nombre de “Caballeros Racionales”, pero no sólo por el sueño independentista, sino también por las ideas de Libertad, Igualdad y Fraternidad. 

San Martín en esas logias toma las ideas de Jean-Jacques Rousseau, del barón de Montesquieu y conoce a los iniciados como Andrés Bello, Simón Bolívar  de Venezuela, José María Caro de México, Juan Enrique Rosales y Bernardo O’Higgins de Chile,  Juan Pablo Fretes (sacerdote de Paraguay), José Antonio Álvarez Condarco, José Matías Zapiola, Martín Rodríguez, Carlos de Alvear, Bernardo de Monteagudo, Manuel José García, Gervasio Posadas y Tomás Guido de Argentina,  José Cortes de Madariaga (sacerdote chileno, prócer de Venezuela),  Francisco Isnardi (italiano, nacionalizado venezolano, amigo de Miranda), entre otros.

En alguna reunión masónica conoció a Sir Thomas Maitland y también la campaña más estudiada en los colegios militares del mundo: el cruce de los Andes.

Este plan consistía en tomar Buenos Aires, pasar a Chile y de allí continuar por mar hasta Perú y liberarlos de España. Esas eran las intenciones de las invasiones inglesas de 1807 y 1808.

Cuando llega a Buenos Aires, San Martín, decide, junto a otros iniciados, fundar una logia, una organización necesaria para poner en marcha el plan libertario, para ello busca un nombre: Lautaro.

Lautaro fue un Araucano (del mapudungun Leftraru, lef, ‘veloz’, y traru, ‘carancho’; sería algo así como ‘carancho veloz’), quien luego de haber sido tomado prisionero aprendió las técnicas de combate para luego escapar y utilizar las mismas técnicas con los indígenas y así darles batallas. San Martín toma este hecho para sí, como símbolo de lo aprendido durante su carrera militar bajo el reinado español y de lo que sucedería desde su arribo en la Fragata Inglesa George Canning.

El 6 de septiembre de 1811 pide su baja al Ejército español y el 12 de septiembre de 1812 se casa con Remedio de Escalada.

Según Emilio Gouchón,”Lautaro empezó como un triángulo creado por Alvear, San Martín y Zapiola”, para Augusto Barcia “San Martín logra reunir a los hermanos más útiles y estimables, busca la disciplina para la acción. Inculca el sentimiento de la jerarquía entre los afiliados. Siguiendo el sistema adoptado en Europa, arbitra los medios para tener un órgano político. Lo encuentra creado y lo adiestra y lo dignifica. El 8 de Octubre de 1812, San Martín y miembros de la Logia ante el descontento popular derrocan al Primer Triunvirato, remplazándolos por Hermanos de la Sociedad Patriótica, Juan José Paso, Nicolás Rodríguez Peña y Antonio Álvarez  Jonte.

La influencia de la Logia en la política rioplatense llegó a su punto más alto durante los gobiernos del Segundo Triunvirato y los dos primeros Directores Supremos de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Gervasio Posadas y Carlos Alvear. Juan Martín de Pueyrredón reorganizó la Logia Lautaro con el nombre de “Gran Logia” o “Logia Ministerial” y la puso a su servicio, En ella trabajaron Juan Martín, Gregorio García de Tagle y Tomás Guido, amigo y confidente de San Martín.

San Martín comprometido con la causa libertaria, propinaba ya el grito de libertad, mientras que los partidarios de Alvear se negaban a ello, esto era debido a los acontecimientos Internacionales, donde Inglaterra no iba a apoyar públicamente esta revuelta, Brasil (Portugal, mejor dicho) seguía en los hostigamientos, más las noticias de las divisiones en Chile, Colombia, Venezuela y México. Sin embargo acataron las órdenes y declararon la independencia de España, adoptando un régimen federal de gobierno, división de poderes, abolición de la esclavitud y libertad civil y religiosa.

Después vendrá el cruce de los Andes, la liberación de Chile, Perú y Ecuador, eso será en otro capítulo.

Un 17 de agosto de 1850 muere en Francia en Boulogne-sur-Mer y 30 años después son repatriados sus restos y depositado en la Capilla Nuestra Señora de la Paz, en la Catedral Metropolitana, pero ojo a este dato, se lo colocó cabeza abajo con inclinación de 33 grados por su condición de masón, en dirección al infierno fuera de “terreno consagrado”.

Según la Iglesia se lo colocó inclinado por ser más grande el sarcófago que el espacio destinado para ello porque no se sabía que su cuerpo estaba embalsamado.

Esta historia no se la contaron, ni te la cuentan espero haber hecho mi aporte, así “los hijos de mis hijos recordaran este momento”.

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Director

Eduardo Huaity González

Salvador® es una publicación de
Editorial ABC S.R.L.
Gral Güemes 1717
Salta, Argentina