“Sin complicidades del poder político, judicial y económico no sería posible llegar a la situación de Rosario”, aseguró el Papa Francisco en un mensaje para los santafesinos en medio de la escalada de violencia narco.
“Comprendemos la necesidad de la presencia de las fuerzas de seguridad para llevar tranquilidad”, aseguró, pero apuntó contra distintas aristas del flagelo que afecta a la comunidad
En el registro, publicado en el canal de YouTube de Vatican News, el Pontífice aseguró que “en un momento de crisis” es comprensible “la presencia de las fuerzas de seguridad para llevar tranquilidad a la comunidad”, pero alertó que el drama que atraviesa la ciudad tiene otras aristas.
En ese contexto, aseguró: “Sin complicidades de un sector del poder político, policial, judicial, económico y financiero no sería posible llegar a la situación en la que se encuentra la ciudad de Rosario, es necesario rehabilitar la política, que es una altísima vocación”.
En un video de poco más de siete minutos de duración, Francisco comenzó recordando un versículo del Evangelio de Mateo que dice: “Felices los que trabajan por la paz”. Allí, luego de afirmar que “en un momento de crisis como los que vive Rosario” es necesaria “la presencia de las fuerzas de seguridad para llevar tranquilidad a la comunidad”, afirmó que “en el camino de la paz se deben transitar respuestas complejas, integrales y con la colaboración de todas las instituciones que conforman la vida de una sociedad”.
El Papa subrayó la necesidad de “fortalecer la comunidad” para afrontar la crisis, y dijo que “todos los sectores políticos están llamados a transitar el gran camino del consenso y del diálogo para generar leyes y políticas públicas que acompañen un proceso de recuperación del entramado social”. Asimismo, reclamó que se trabaje no solo sobre la oferta sino también sobre la demanda la demanda de drogas “a través de políticas de prevención y asistencia”. “El silencio del Estado en esta materia solo naturaliza y facilita la producción del consumo y comercialización de las mismas”, advirtió.
En otro tramo del mensaje público enviado a los rosarinos, Francisco resaltó también la necesidad de que “el sistema democrático vele por la institucionalidad de la Justicia, de tal manera que pueda ser independiente para investigar los entramados de la corrupción y del lavado de dinero que facilitan el avance del narcotráfico”.
También el Papa adjudicó responsabilidad directa a una parte de los empresarios, al afirmar que “hay una gran tarea por delante en el sector empresarial no sólo en impedir la complicidad en los negocios con las organizaciones mafiosas, sino también en un compromiso social”.
“Dado que en todo sistema mafioso los pobres son el material descartable, los invito a aunar esfuerzos para que el Estados y las instituciones intermedias puedan brindar espacios comunitarios en los barrios vulnerables. Los mismos pueden crear condiciones para que los niños, adolescentes y jóvenes tengan un desarrollo humano integral para un futuro superador al que tuvieron sus padres y abuelos. Todas las organizaciones sociales, civiles y religiosas debemos estar unidas para hacer lo que mejor sabemos hacer, y entre todos crear comunidad”, añadió.
Pese a que advirtió que “el miedo siempre aísla y paraliza”, Francisco convocó a la sociedad a “colaborar y ser parte de los espacios deportivos, educativos, comunitarios”. Un cartel con una amenaza en un colectivo de la ciudad de Rosario durante la noche del lunes
Un cartel con una amenaza en un colectivo de la ciudad de Rosario durante la noche del lunes
“Queridos hermanos y hermanas rosario no: estoy cerca de ustedes. La Vírgen del Rosario intercede día y noche por todos sus hijos, sobre todo como suelen hacerlo las mamás. Con diligencia especial por querer mayores fragilidades”, cerró su mensaje el Papa.
Si bien es el primer mensaje público del papa Francisco desde que la violencia narco escaló este año en Rosario, la Iglesia argentina ya se había manifestado semanas atrás, cuando a través de una carta dejó una dura advertencia: “La droga nos está matando”, escribió a principios de marzo la Conferencia Episcopal Argentina en una carta dirigida a los rosarinos.
“La droga nos está matando y debemos estar muy juntos para desarmar este “mal” que desprecia la vida y se ensaña con nuestros niños, jóvenes y tantos inocentes, víctimas de la miserabilidad de unos pocos, y de la complicidad de otros. No permitamos que nos maten la esperanza, que nos roben el sueño de una Argentina unida y en paz”, afirmaba la carta enviada el 13 de marzo pasado.
Desde comienzo de año, Rosario sufre una escalada en la violencia vinculada con el narcotráfico, que se tradujo en muertes que escaparon el enfrentamiento entre bandas y alcanzaron a inocentes como respuesta a las medidas aplicadas por el gobierno local en las cárceles en las que están detenidos los integrantes de los clanes violentos.
La situación provocó la intervención del Gobierno nacional, que días atrás llevó adelante un inédito despliegue de fuerzas militares y que, además, impulsa un cambio en la Ley de Seguridad Interior para habilitar a las Fuerzas Armadas a poder participar activamente en la lucha contra ese delito cuando sea catalogado como terrorismo.
En las últimas horas, ocurrieron nuevos episodios relacionados con el conflicto: al menos cuatro colectivos fueron atacados en Rosario en la noche del lunes, lo que provocó que desde la Unión Tranviarios Automotor (UTA) decidieran interrumpir el servicio en toda la ciudad. Los taxistas se sumaron como muestra de solidaridad, por lo que este martes no habrá transporte en la jurisdicción más violenta de la Argentina.