A nivel general, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) avanzó 931% desde diciembre de 2019 hasta noviembre de 2023 (último dato disponible). Sin embargo, hubo algunos rubros dentro de la medición que abarca la presidencia de Alberto Fernández que tuvieron incrementos mucho más marcados. Tres de ellos, de hecho, pasaron la barrera del 1.000%.
De acuerdo a los datos publicados por el Indec, el rubro de mayor suba durante la gestión Fernández fue el de “indumentaria de vestir y calzado”. Los textiles se encarecieron 1.269% en términos nominales dentro del período analizado.
Es importante aclarar que ese porcentaje no implica necesariamente que la ropa sea 1.269% más cara para los argentinos, dado que los ingresos de los trabajadores también se fueron ajustando a lo largo del tiempo. No obstante, es un hecho que los sueldos avanzaron a menor ritmo que la inflación durante el período analizado. Si bien la comparación exacta se podrá conocer recién cuando el Indec publique el índice de salarios de noviembre, los números más recientes publicados por el organismo muestran una clara desventaja de los ingresos frente a los precios.
En detalle, entre diciembre de 2019 y septiembre de 2023 (último dato disponible de salarios), los salarios de los trabajadores avanzaron en promedio 683%. En ese mismo período, el IPC varió 744% y el rubro de indumentaria aumentó 1.021%.
Retomando el análisis del IPC por rubro, el segundo ítem con mayor aumento en la era Fernández fue el de “restaurantes y hoteles”. Comer afuera cuesta 1.176% más en pesos que el día en que asumió el presidente de la gestión anterior.
Ahora bien, lo más llamativo, es que el tercer rubro que cruzó la barrera del 1.000% de inflación fue el de “alimentos y bebidas”. Se trata por supuesto del ítem de mayor participación en la medición y del costo de mayor peso sobre el bolsillo de los hogares. De acuerdo al Indec, durante toda la gestión de Alberto Fernández, los productos alimenticios subieron 1.063%.
Más abajo aparecen los rubros de “recreación y cultura” (981%) y “equipamiento y mantenimiento del hogar” (965%), entre otros.
En el otro extremo del ranking de aumento aparece uno de los rubros regulados, el de “vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles”. Según el organismo nacional, ese rubro alcanzó un aumento acumulado de 508% durante el gobierno de Alberto Fernández.
De acuerdo a un informe de la fundación Libertad y Progreso, el IPC compuesto por los precios regulados tuvo un aumento del 574%, mientras que el IPC núcleo, que incorpora a productos no regulados y sin comportamiento estacional, acumuló una suba del 996%. Por lo tanto, los precios no regulados subieron casi el doble que los regulados en ese período.
Según los especialistas del organismo, esto genera una tensión a nivel productivo cada vez mayor e insostenible. “El atraso de algunos precios ha desincentivado la oferta y generado escasez en varios mercados, inclusive en aquellos de elevada sensibilidad social, como insumos médicos”, explicaron.
Eugenio Marí, Economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso, explicó que en los últimos cuatro años se usaron los precios regulados como una forma de mostrar un IPC más bajo. “Ahora el atraso se volvió insostenible y lo que estamos viendo es el proceso inverso, con los regulados recuperando el terreno perdido y subiendo más que el resto. Lamentablemente, la actualización de precios es proporcional a lo que fueron los atrasos. Por eso, en los próximos meses seguramente veremos subas del IPC mayores a las que veníamos teniendo. La clave será ver cómo evoluciona la inflación núcleo, que excluye las subas de regulados y será un mejor termómetro de si el proceso inflacionario tiende a mermar”, comentó.
Desde Fundación Capital coincidieron en que en los próximos meses siguientes habrá una inercia inflacionaria por demás elevada, a la que se le adicionará el impacto de la corrección de varios precios de la economía, hoy muy retrasados.
“Durante los últimos cuatro años varios precios relevantes han evolucionado bien por debajo de la inflación general. En particular, destaca el tipo de cambio oficial, que se deslizó un 485% desde enero de 2020 frente a una inflación del 781% en el mismo período”, señalaron.