Más de 600 votantes registran el mismo domicilio en la localidad fronteriza de Aguas Blancas. La irregularidad detectada, que sería parte de un gigantesco fraude electoral, y hoy pone en duda el proceso electoral del más joven de los municipios de Salta. La enorme mayoría de los habilitados para votar son de Bolivia.
La intervención del municipio fronterizo de Aguas Blancas, a cargo de Adrián Zigarán, comenzó a detectar más irregularidades de las ya denunciadas. “Nadie es ajeno a que, en la frontera, muchos bolivianos cruzan para votar en Argentina a cambio de algún beneficio estatal, no es algo exclusivo de Aguas Blancas, sino que se repite en todos los municipios fronterizos”, explicó un dirigente político de Orán.
Desde 2015 Aguas Blancas fue declarado municipio y en su corta vida institucional, tuvo dos intendentes. Uno, Sergio Oliva, quien tiene condena confirmada por abrir un paso ilegal en la frontera con Bolivia y Carlos Martínez, a quién acaban de revocarle el arresto domiciliario por entorpecer la investigación del asesinato de su propio hermano, César Martínez, en un crimen con sello narco.
Una de las irregularidades más significativas es que en una de sus arterias, 20 de Febrero, que solo tiene cinco cuadras en las que los frentes se reparten entre viviendas y galpones, el padrón definitivo de comicios nacionales del 23 de octubre de 2023, informa que tendrían sus domicilios 603 de los votantes habilitado en las 12 mesas del municipio.
Esto surge tras la investigación impulsada por la Dirección Nacional de Vigilancia y Control de Fronteras, a cargo de Virginia Cornejo, que pidió a la Justicia Federal la apertura de una investigación con foco en irregularidades detectadas en los padrones electorales de esa comuna.
Según las investigaciones, todos esos sufragantes fueron registrados en el padrón electoral con domicilio en calle”20 de febrero sin número (S/N)”. Parecida es la situación de cientos de votantes con domicilio consignado en calle “25 de mayo sin número”. La residencia legal de otra cantidad inquietante de electores es incluso más imprecisa, ya que en el padrón su domicilio figura simplemente como “Aguas Blancas S/N”.
A fin de acreditar las evidentes irregularidades, Cornejo acompañó al Ministerio Público Fiscal de la Nación los padrones de electores correspondientes a las 12 mesas electorales. Aclaró que las anómalas situaciones expuestas son apenas demostrativas de “la cantidad exorbitante” de personas con idéntico domicilio.
“Si bien en un primer momento puede pensarse que se trata de errores u omisiones culposas por parte de las autoridades involucradas en la cadena de confección de los padrones de electores, que inicia en el Registro Nacional de las Personas y culmina en la Justicia Electoral, no debe perderse de vista la peculiaridad de que estas anomalías se den en una zona de frontera”, resumió Cornejo.
La funcionaria nacional consideró que “los hechos expuestos pueden tipificar en diferentes conductas delictivas, ya sea si en los padrones de electores existen personas inscriptas dolosamente como votantes cuando legalmente no son ciudadanos, o si se está entregando la ciudadanía argentina a extranjeros sin que se cumplan los requisitos previstos por las normas legales para su obtención”, agregó, con acento en la necesidad de medidas de prueba que corroboren la residencia legal de los electores y legitimidad de sus documentos nacionales de identidad (DNI).
A esos fines, solicitó la designación de un investigador del Ministerio Público Fiscal, o en su caso de Gendarmería, para que realice un relevamiento de las personas que supuestamente tienen sus domicilios en la calle 20 de febrero de Aguas Blancas.
Pidió, además, que se libren oficios a la Embajada de Bolivia, para que informe si alguna de esa 603 personas tiene ciudadanía boliviana; al Registro Nacional de las Personas, para que informe si esos electores están asentados como ciudadanos argentinos por nacimiento o naturalización, como así también a la Justicia Electoral, para que remita los correspondientes legajos a fin de controlar su regularidad.