Los piquetes en Chaco se terminaron. La principal línea de acción de la banda era promover los conflictos sociales con reivindicaciones socialista y contaba con un fuerte apoyo del kirchnerismo local y nacional, en tanto “la mano derecha del clan” amplió su declaración indagatoria y respondió preguntas de los fiscales.
La detenida Fabiana González, la mano derecha de Marcela Acuña, declaró durante cuatro horas ante el Equipo Especial de Fiscales que armó el Ministerio Público de Resistencia Chaco para investigar el femicidio de Cecilia Strzyzowski.
González había solicitado ampliar su declaración indagatoria este lunes por la tarde. En medio de un fuerte operativo de seguridad, fue trasladada desde la Comisaría de la Mujer de Resistencia,
Según informaron fuentes del caso, la esposa de Gustavo Obregón, el asistente del clan Sena que indicó a los investigadores dónde hacer rastrillajes que derivaron en el hallazgo de objetos clave para la causa, contestó preguntas durante la declaración que se extendió hasta pasadas las 23 horas de este lunes. Sin embargo, las mismas fuentes indican que, por lo pronto, la declaración de González no llevó a nuevos procedimientos.
González está detenida y acusada como partícipe necesaria del homicidio de Cecilia y la sospecha es que fue una pieza elemental para ayudar al clan Sena a ocultar el cuerpo de la joven de 28 años. Ya había declarado cuando quedó detenida: habló por más de dos horas en esa oportunidad.
Obregón y González eran los asistentes más estrechos de los líderes piqueteros. “Leales e incondicionales”, los definían quienes los conocen. Incluso, Obregón acompañaba, en quinto lugar, la lista del Frente de Chaco que llevaba como precandidato a diputado provincial a Sena, por Socialistas Unidos.
La noticia del pedido de ampliación de indagatoria de González se conoce el mismo lunes en que se suspendieron una serie de allanamientos que iba a realizar Gendarmería en el marco de la investigación, así como también el mismo día en que se oficializó el ingreso de Fernando Burlando al equipo de abogados de Gloria Romero, la madre de Cecilia.
Además, este lunes también se supo que los especialistas del Instituto de Medicina y Ciencias Forenses (IMCiF) de Chaco que analizaron los huesos hallados en el río Tragadero consideraron que son humanos y se corresponden a falanges de una mano y de un pie, mientras que para los abogados de la querella efectivamente pertenecen a la joven de 28 años desaparecida.
De acuerdo al informe de los expertos del IMCiF que fue incorporado al expediente, los restos óseos hallados el 22 de junio pasado tras un rastrillaje realizado en una de las márgenes del río Tragadero, lindero a la chanchería del matrimonio de Emerenciano Sena y su esposa Marcela Acuña (dos de los siete detenidos que tiene el caso), son humanos “por sus características anatómicas”.
Según el informe, el primero de ellos mide 3,5 centímetros de largo y 0,7 de ancho y se corresponde a una falange de una mano; el segundo 3,5 centímetros de largo y 1,3 de ancho que pertenecen a un dedo del pie; y el tercero de 2,5 centímetros de largo y 2,3 de ancho que “se correspondería a un hueso largo, con uno de sus extremos seccionado, en forma transversal, lo que lo hace estar representado en forma incompleta”.
No obstante, para dar certeza sobre ese punto y avanzar luego en la identificación genética, mañana jueves regresará a Resistencia el equipo de antropólogos forenses del Poder Judicial de Córdoba que trabajó en el análisis de los primeros huesos hallados, que resultaron no ser humanos. La evidencia comenzará a ser analizada mañana mismo en la sede del IMCiF.
La declaración que Obregón hizo la semana pasada resultó una pieza importante para los investigadores. El hombre fue el secretario y asistente de la familia Sena, quien llevó en persona a los fiscales hasta el lugar en el que fueron hallados los restos óseos en el río Tragadero. También, indicó el punto donde se halló el dije en forma de cruz, que la familia de Cecilia reconoció como una pertenencia de la víctima.
Obregón contó que el 6 de junio, es decir, cuatro días después de la desaparición de Cecilia, se deshicieron de los restos. “Bajamos con las bolsitas, cada uno llevaba una bolsa, y bajamos por un camino, que es como un sendero, que está al costado izquierdo al Campo Rossi, que baja hacia al río (Tragadero). César desata una y larga todo el contenido de la bolsita, en el límite del agua y la costa, y después con la otra bolsita, lo mismo”, relató a los fiscales.
Respecto a los momentos previos de esa situación, Obregón dijo: “Agarramos la pala y las bolsitas, nos vamos caminando en frente de la virgen, donde se incineró el bulto. Ahí llegamos, yo le abro las bolsas a César (Sena) y él comienza a cargar las dos bolsas, con la pala, juntando las cenizas desde el medio de la quema. Cuando se cargaban las bolsas, en ningún momento vi huesos grandes, pero sí podía observar que había huesos chiquititos”.
También detalló el momento en el que Sena hijo quemó la valija con las pertenencias que también fueron reconocidas por la mamá de la joven. El imputado contó que toda la situación que había vivido le “pesaba” mucho, a pesar de que todos los demás imputados “actuaban con normalidad”.
“Nadie me comentó nada, nadie me dijo nada, nadie me preguntó nada, todos hacían vida normal. Yo siempre nervioso y asustado con todo esto, y era el único que estaba así, porque todos decían que César era inocente, pero a mí me pesaba y me pesa todo esto que habíamos hecho, sabiendo lo que habíamos hecho”, concluyó.
Ayer por la tarde, el abogado Fernando Burlando -que finalizó sus trámites con el Poder Judicial chaqueño para constituirse como querellante en la causa- le envió un mensaje a los imputados, a quienes les pidió que declaren lo que saben: ”Tienen la oportunidad, a través de su declaración, de venir a aclarar la situación, aclarar, sobre todo, para darle un alivio a la mamá, y decir qué es lo que le pasó a Cecilia”.
En tanto, para este jueves está previsto que los investigadores judiciales pidan las prisiones preventivas de los siete acusados.