La Policía Federal arrestó a dos hombres y dos mujeres. Están acusados de operar fondos por $1.800 millones hacia una billetera virtual presuntamente relacionada con el financiamiento del terrorismo.
Dos hombres y dos mujeres fueron detenidos como presuntos integrantes de una organización delictiva sospechada de financiar la organización islámica Hezbollah mediante transferencias de criptoactivos, en un operativo realizado por la Policía Federal por medio de varios allanamientos en las provincias de Córdoba y Santa Fe.
El procedimiento, en el que se secuestraron varias armas entre otros elementos, estuvo a cargo de efectivos del Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista de la Superintendencia de Investigaciones Federales. Según indicaron fuentes de la fuerza, la causa se inició por intervención de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC), a raíz de un informe elaborado por la Unidad de Información Financiera (UIF).
En el trabajo se advertía sobre operaciones en criptomonedas entre un ciudadano de nacionalidad colombiana que se encontraba en la provincia de Córdoba y una billetera virtual que habría sido marcada como sospechosa de actividad de financiamiento del terrorismo, listada por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros, en inglés “Office of Foreign Assets Control” (OFAC), a cargo d un ciudadano sirio en el Líbano y vinculado al Hezbollah.
Según se supo, se habrían detectado un total de 34 operaciones de activos virtuales en USDT efectuadas por el investigado entre marzo y junio del corriente año, las que se encontrarían vinculadas de manera indirecta, es decir transacciones de 4° grado, con otra billetera que habría sido marcada por la herramienta norteamericana de monitoreo “Chainalysis”, como sospechosa de actividad de financiamiento del terrorismo.
Se estima que el volumen de fondos operados en el transcurso de dos años, ascendería a la suma de 1.800 millones de pesos, tanto en créditos como en débitos. El juez federal subrogante de San Francisco, Sergio Pinto, con esa información, ordenó la realización de siete allanamientos en la localidad cordobesa de la Porteña y uno en la localidad de Vila, provincia de Santa Fe.
Durante los allanamientos, fueron detenidos dos hombres y dos mujeres. Asimismo, se secuestraron tres escopetas, una pistola, cartuchos y municiones varias, además de dinero en billeteras virtuales, cuadernos y libretas con anotaciones, una CPU, notebooks y siete teléfonos celulares.
Los arrestos se dan en paralelo a la masiva operación que Israel lleva adelante en el Líbano contra la organización islámica en la que, días atrás, fue asesinado su líder, Hassan Nasrallah, considerado el hombre más poderoso del país, quien vivía en la clandestinidad desde la última guerra entre Israel y el movimiento islamista en 2006. El viernes pasado el ejército israelí consiguió localizarlo y matarlo.
Hezbollah confirmó el sábado que su secretario general murió el día anterior en un violento bombardeo israelí en un suburbio del sur de Beirut, bastión del movimiento proiraní. Nasrallah, asesinado a los 64 años, apareció contadas veces en público desde la guerra que enfrentó a su movimiento con el ejército israelí a mediados de 2006, y su lugar de residencia siempre fue un secreto.
Pero pese a la clandestinidad, el jefe de la poderosa milicia chiita recibía visitantes, incluidos los líderes de movimientos palestinos aliados, que publicaron fotos de los encuentros. Los periodistas y personalidades que se reunieron con él relataron haber sido conducidos por Hezbollah en coches de seguridad hacia una localización difícil de identificar.