Indudablemente en los últimos 20 o 30 años ha cambiado la base alimentaria del grueso de los argentinos. Hay muchos que cada vez comen menos proteínas, pero también es cierto que, a pesar de todo, la Argentina sigue siendo uno de los países del mundo que más cantidad de proteína animal consumen. Es más, estamos entre los diez que más consumen en el planeta.
Nosotros, en este momento, estamos alrededor de 102 o 103 kg de proteína animal, si uno cuenta todo: desde los huevos, pollos, cerdos, hasta fiambres y obviamente, la carne vacuna.
Lo que sí ha venido pasando en estos últimos tiempos, es que hemos disminuido el consumo de proteínas rojas. Es decir, la carne vacuna, cada vez es más prohibitiva para los argentinos en general. Por otro lado, hay algunos guarismos que varían un poco entre lo que es a nivel nacional y lo que se mide en la ciudad de Buenos Aires o provincia de Buenos Aires, pero más o menos todos coinciden en que estamos alrededor de 45 o 47 kg por habitante por año.
Esa cifra surge de la división de la cantidad de cabezas que se faenan anualmente en la Argentina, con la cantidad presumible de habitantes que tenemos el Argentina, y da ese promedio.
Y es en este promedio en donde está el problema, ya que hay muchas personas, y en los últimos años cada vez más, que no que no consumen nada de proteína. Por otro lado, están aquellos que siguen consumiendo proteínas rojas y que consumen aún más.
El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina, el IPCVA, va a sacar un informe hablando sobre esta temática, por cómo han proliferado los sistemas de corte premium o carniceras boutique, que obviamente están dirigidas a un público que puede comer carne y ese es el público que sigue consumiendo carne.
¿Qué te quiero decir con esto? Que en Argentina tenemos personas o grupos sociales que en Argentina consumen más de 100 kg de carne roja por año, por habitante año, y sobre todo consumen carnes premium y hay otros que no consumen absolutamente nada.
Obviamente que el promedio te da 45 o 47 kg de proteínas rojas, pero hay que tener en cuenta que en la Argentina son cada vez más los que no consumen nada de carne y se consolida cada vez más un grupo que sigue consumiendo proteínas rojas y consume de la mejor calidad posible y eso están arriba de los 100 kg por habitante año.
El futuro no se presenta tan oscuro, poco a poco el consumo de carnes rojas volverá a ser parte de la dieta de los todos los argentinos, pero no como antaño, no sólo por las limitaciones económicas o de producción, sino por las mismas tendencias alimentarias que se imponen a nivel mundial, en donde las alternativas a las proteínas de origen animal, son las protagonistas.
