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¿Cuánto poder concentrará Gustavo Saénz?

Sin grandes proyectos para el debate de la ciudadanía, sea cual sea el resultado de la elección, nada cambiará en el escenario político salteño: el poder seguirá en manos del gobernador.
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La potencia de la “segunda ola” del Coronavirus, empujó al gobernador Gustavo Sáenz a postergar las elecciones legislativas provinciales que él mismo había decidido adelantar para el domingo 4 de julio. Todavía no hay una nueva fecha confirmada y el interrogante es si el mandatario resistirá a las presiones del Ministerio del Interior que quiere su unificación con los comicios nacionales, más allá que el sistema de votación es distinto: los cargos provinciales se definen con voto electrónico y los nacionales con boleta de papel.

Sea cual sea el domingo de elecciones salteñas, lo que se sabe es que el debate ideológico y programático es pobrísimo y que el escenario político es de una notable dispersión. Para competir en la próxima votación están habilitados por el Tribunal Electoral 7 frentes y un par listas independientes: el oficialismo provincial tiene 2 opciones “Gana Salta” y “Unidos por Salta”, lo mismo sucede con el oficialismo nacional que también tiene 2 alternativas “Frente de Todos” y “Salta para Todos” y en la izquierda que ofrece “Frente de Izquierda y los Trabajadores” y “Frente Partido Obrero y Movimiento al Socialismo”. A ellos se suman el frente “Juntos por el Cambio” y las listas independientes de la Unión Cívica Radical y Salta Independiente.

En el caso de la izquierda y del kirchnerismo, y también del macrismo, la división es producto de la mezquindad personal de sus dirigentes. En el del saenzcismo, en cambio, es una estrategia de construcción de poder muy obvia: captar votos por el centro, por derecha y por izquierda.

Sin grandes proyectos para el debate de la ciudadanía, la discusión se reduce a las personalidades que encabezan las listas. ¿Cuánto poder concentrará el gobernador Gustavo Saénz? y ¿qué tan mal les irá al Frente de Todos y a Juntos por el Cambio? son los interrogantes del proceso electoral salteño.

A partir de un arbitrario descarte de opciones sin mayores posibilidades y sin considerar la situación política de los demás departamentos salteños, el interés de la elección se resume al resultado de la disputa por la Senaduría por Capital: los oficialistas Matías Posadas y Emiliano Durand, secretario de la Gobernación el primero y conocido periodista el segundo, compulsan por esa única banca y la proyección política que supone ganar una elección en el principal departamento de la provincia. Martín Grande de Juntos por el Cambio y Pamela Ares del Frente de Todos se ilusionan con dar la sorpresa y la postergación de las elecciones y su proximidad con la discusión nacional mejoran, aunque sea un poco, sus posibilidades. En esta categoría, los demás candidatos parecen ser testimoniales.

Con 10 bancas en juego, las posibilidades se amplían en la elección en Diputados. La dispersión del voto con al menos un par de listas por cada frente, augura un reparto de bancas entre varios espacios políticos. Los oficialistas Juan Esteban Romero, Andrés Suriani y Víctor “Vitín” Lamberto creen que pueden llegar con los votos “a la derecha” de Saénz mientras que David Leiva y Javier David aspiran a los votos “a la izquierda” del gobernador. Isabel De Vita, Mauro Sabbadini y Miguel Ángel Cáceres esperan que el votante kirchnerista los identifique como propios y los acompañe mientras que Roque Cornejo y Rubén Correa confían en el impulso de los votos macristas y radicales. La izquierda con Pablo López y Violeta Gil apuesta al voto bronca contra el sistema que, con peronistas y radicales o con kirchneristas y macristas en el gobierno, no atendió ni atiende las necesidades básicas de la población salteña y argentina.

Con un montón de listas, sin candidatos de fuste y en la última pantalla de la maquina de voto electrónico, la elección para el Concejo Deliberante es impredecible. Aquellos dirigentes con estructuras o aparatos tienen ventaja por sobre los independientes y representantes de fuerzas políticas alejadas al gobierno pero no tienen nada asegurado.

Presentados, burda y superficialmente, los candidatos y frentes electorales una certeza se impone: sea cual sea el resultado de la elección, nada cambiará en el escenario político salteño. La composición de la Legislatura no se modificará sustancialmente y, en consecuencia, el poder provincial seguirá en manos del gobernador y sus principales colaboradores y la oposición, por derecha y por izquierda, continuará impotente para generar un debate profundo sobre el modelo de provincia para el Siglo XXI.

Más aún, la elección de tristes candidatos a convencionales anticipa que la reforma “a libro cerrado” de la Constitución Provincial en nada modificará las actuales relaciones sociales, políticas y económicas de Salta.

Las elecciones nacionales, retrasadas para el 12 de septiembre y el 14 de noviembre, primarias y generales, respectivamente, también anticipan la continuidad de la actual correlación de fuerzas políticas. Ni el kirchnerismo ni el macrismo obtendrán una mayoría parlamentaria absoluta y los sectores independientes apenas sostendrán alguna representación en el Congreso. Los 3 escaños que renueva Salta se repartirán en 3 espacios distintos: el kirchnerismo, el macrismo y el saenzcismo.

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Director

Eduardo Huaity González

Salvador® es una publicación de
Editorial ABC S.R.L.
Gral Güemes 1717
Salta, Argentina