Desde hace un par de años Yocasto, comenzó a ser un nombre conocido en ambiente teatral salteño, pero también desde la radio. Su ciclo radial “Margarita a los chanchos”, en FM Capital, se transformó en un clásico de los lunes. Directo, inteligente y sumamente mordaz son conceptos que lo definirían con facilidad
Desde la primera tapa los invitados tienen la oportunidad de elegir su personaje favorito, con el que se identifican, Guillermo Aragón Acuña, Yocasto, eligió a Manuel Belgrano, uno de los máximos héroes argentinos y con una vida llena de gloria, dolor y miseria al final.
“Me gustó Belgrano porque cuando me dieron un poco la temática de lo que iba a ser la tapa y la entrevista me acordé una nota de Mirtha Legrand en la que estaban Flavio Mendoza, Roberto Piazza…eran varios putos los que estaban ahí. Y ella le preguntó a un historiador que estaba ahí si Belgrano era homosexual por las cosas que se comentaban.
Y me pareció interesante que aun estando en el 2019, la gente se maneje con estereotipos. O sea, si vos sos blanco, te vestís bien, o sos una mina flaca, con el pelo lacio, tenes que ser una mujer buena y correcta. Tiene el arito perlita, seguramente la buscan los hombres y tiene un matrimonio feliz. Lo mismo al hombre. Con esta cosa de que “tengo la voz aflautada o me visto a la moda en esa época, tengo que ser puto, no queda otra”.
¿Qué te pasó cuando te enteraste que Belgrano fue el único General Civil de toda la Revolución?
Me sorprendí, porque hasta en Wikipedia dice que él fue militar. Y también me gustó porque esta cosa de que muchas veces había una cuestión que tenía que estar sí o sí en la guerra. Quizás por una cuestión de Netflix o no, pero todos vimos Espartacus, Cesar, Cleopatra. Las historias romanas o las historias griegas que muchas veces creo que las conocemos más que nuestra propia historia, siempre muestran esto de que o eras militar o eras rico. Y si eras rico era porque habías ido a la guerra o porque algún familiar tuyo había ido y vos te habías quedado con la riqueza. Pero que una persona civil se vaya a la guerra, me llamó mucho la atención. Me sorprendió mucho y no me lo imagine nunca.
Fue un hecho patriótico al final: “Voy porque me necesitan”.
Cuando empecé a estudiar a Bolívar, a San Martín, a Belgrano o Miranda, yo decía “cuánto te tiene que apasionar la ideología y la libertad en serio para abandonar todo, incluso a tu familia, para salir a una campaña; porque te ibas a la mierda y tampoco era que podías para en un hotel y volvías al mes. No. Volvías dentro de mil años y estabas viviendo en carpas”.
Ahora, el cruce de los Andes de San Martín es una cosa tremenda. Es más, por Jorge Oliver sé que fue una de la campañas que a nivel mundial es súper reconocida. Quizás con lo de Aníbal cuando cruza los Apeninos.
¿Cuántos de nosotros hoy, y me incluyo, dejaríamos las cosas que más queremos para ir a hacer algo por el otro? A ver, nos quejamos de que corten una ruta o una cuestión que para él es una lucha, hasta que nos está pasando a nosotros. Podemos discrepar su está bien o no, pero muchas veces no nos ponemos en el lugar del otro.
Salta es una provincia de extremos. O sos extremadamente católico o sos extremadamente opositor. O sos extremadamente homofóbico o sos abiertamente… Pareciera que no nuestra sociedad no tiene punto medio…
Ahí discúlpame, yo creo que la gente juega con eso ya. En el último programa de Radio Mitre comenté que yo tomó las cosas que me gustan; a mí me gusta esto de la Iglesia Católica y me lo apropio. A veces ni siquiera es de la Iglesia Católica, viene de otras Iglesias, de otras religiones o de otras mitologías, y hago las cosas que me gustan. No te voy a mentir, hay momentos en que estoy muy triste, estoy muy mal y me voy a la Iglesia. Me gusta ir al sagrario, ahí hacer como una introspección y analizarme. Y si no lo hago ahí, lo puedo hacer en mi casa repitiendo el Sutra del Loto. Creo que si existe un Dios le chupa un huevo que es lo que vos reces.
¿Sos religioso?
En realidad no.
¿Más espiritual?
Sí. Yo creo que más espiritual. A mí me ha costado mucho porque vivir cuestionando todo lo que van diciendo, que se supone tiene ir alineado con lo que vas haciendo. Entonces muchas veces es hasta desgastante.
Y lo otro que me pasó, es que cuando vos dejas de tener un ser exógeno en tu vida, porque “Dios me ayudó a conseguir a trabajo” o “Dios me está castigando”, es cuando vos empezás a hacerte cargo y a decir, “bueno, me pasan estas cosas porque yo me mandé estas cagadas”. Si no consigo trabajo es porque bueno, “¿estoy saliendo a buscarlo?” y si no lo estoy consiguiendo, ¿realmente soy la persona que esta empresa necesita?”. Acá está Matías por ejemplo, y yo vengo:
– Hola Matías, quiero trabajar en …
– Sí, pero sos grande. Estoy buscando chicos jóvenes.
Entonces no es Dios, ni yo, ni nadie. El tema es que cuando ya no tenes a quien culpar, recurris a Dios, a lo mágico.
Vos me dijiste recién que cuestionas siempre todo. ¿No será que a vos te cuestionaron mucho?
No. Yo me cuestiono todo. Yo me cuestiono.
A mí me encantaría que haya más gente que cuestione. Porque cuando vos estás cuestionado es porque estás dudando, y si estás dudando es porque estás razonando. Cuando vos acatas todo no.
Hace poco leí que los hombres para no hacerse cargo de los problemas, crearon los Dioses, pero les tienen miedo a estos Dioses, y por lo tanto crearon los templos para tenerlos encerrados.
Todas las religiones condenan el tema de la homosexualidad…
Los umbandas no. Y tampoco los candombes. Las religiones africanas no te hablan de esto, pero si las religiones monoteístas te hablan de esta cuestión.
De todos modos no fue fácil para vos…
La verdad que fue muy complicado. Yo fui abusado de chico, estaba por cumplir los 9 años y estaba por hacer la comunión en el Colegio Salesiano y fue una de las primeras decepciones que tuve porque el sacerdote que me confesó cuando le estaba contando, empezó a los gritos y me asusté y empecé a contar cualquier estupidez.
¿Qué le decías?
Me acuerdo que le decía que yo construía ángeles con Rastis, porque necesitaba salir urgentemente de lo que estaba viviendo.
Una de las cosas que me dolió mucho es que cuando yo fui abusado, esta persona dijo de mí que si yo no le pagaba, él iba a contarle a todo el mundo y mis padres hasta se podían matar o podía pasar cualquier cosa.
¡Una extorsión terrible!
Vivía asustado porque yo no quería que mis viejos se mueran. Tenía mucha culpa. Aparte me acuerdo que en el Colegio decían que cada vez que hacíamos esto, le dábamos de nuevo un golpe con el martillo al calvo de Jesús y yo me sentía mal.
¿Y qué pasó después?
Me acuerdo que el Salesiano solían pasar películas, ahí vi por primera vez Marcelino pan y vino y yo era fan de Domingo Sabio. Me debo hay haber pasado arrodillado frente al sagrario, años. Nunca me elevé, nunca Jesús me habló. Con el tiempo y con terapia me perdoné, lo perdoné a este tipo. La verdad es que sé donde trabaja, se todo de él y sé que tuvo una vida de mierda y está teniendo una vida de mierda. La verdad es que se mandó cagadas conmigo, no sé si con alguien más.
¿No te quedó odio?
Es como que sí tengo un poco de bronca, ojo, yo creo que yo lo tengo resuelto y capaz que no tengo resuelto nada. Si me importa que las personas cuiden a los otros en temas de abuso.
¿No sentís siempre que tenes que estar rindiendo examen?
Ya no. Antes sí. Es más, cuando estaba en la secundaria prefería ni siquiera pensar en este tema. Por eso yo a los 18 años lo primero que hice fue irme de Salta. Me fui en el año 92 y volví en el año 2006 a vivir a Salta para irme en el 2009 a vivir a Canadá. Que el jefe que yo tenía en ese momento, trataba de que me quede en Salta.
A todo esto, lo conozco a Ricky Cavanna, que era productor de Disney en ese momento y empiezo a hacer radio en el 2009 con él en Buenos Aires. Y en una charla él me dijo “¿Por qué te queres ir a vivir a Canada?” Y yo me largué a llorar y le decía, porque si yo no voy, nunca me voy a encontrar con el amor de mi vida, porque el amor de mi vida, cuando yo baje del avión va a estar ahí abajo, nos vamos a ver y vamos a saber que somos el uno para el otro. Y Ricky me dijo,- “¿Y si cuando vos te estas yendo allá, el té está viniendo a buscar acá?”
Te liquidó…
Me hizo mierda y aparte que ya para ese entonces lo conocí a Kimón, a Analía Parodi, a Itati Carrique, a Loli Toranzos, a Vale Capisano, a Carlos León, a Diego Comba y me di cuenta, que no son todos cerrados, que esta Salta con esta idiosincrasia también sirve mucho para venderle al turista que somos muy conservadores. Pero también hay gente muy inteligente, muy brillante, muy liberal, muy progresista, que también quiere la Salta tradicional, la cultural y el balcón colonial porque es nuestra ciudad y nos gustan estos detalles, pero también queremos una sociedad mucho más heterogénea en donde todos podamos disfrutar de todo sin necesidad de estar siempre cuestionados o marginados.
Pero aun así sigue siendo una ciudad dura para los cambios…
Sí, pero se la trata a Salta como una sociedad mucho más cerrada, pero ándate a Tucumán, a Chaco o Jujuy. Creo que Salta lo que le está permitiendo esta apertura es la cantidad de gente extranjera que viene. Mis amigos catalanes siempre me contaban que Barcelona es una ciudad cerrada, pero se tuvieron que ir abriendo porque se fue convirtiendo en una ciudad cosmopolita y empezaron a venir turistas, la gente en las confiterías pensaba “yo tengo que vender” y el dinero no tiene religión, no tiene sexo…
Entonces creo que en Salta yo no tengo problema, puedo venir, comprar, pagar y listo. Porque al final del mes te cae la luz, te cae y vos tenes que tener la plata y yo no rindo cuentas porque aparte estoy grande.
Tu personalidad te permite hoy estar así, pero también sabes que hay mucha gente que padece el tema de su homosexualidad…
Totalmente. Hay mucha gente que sí. Un día hablaba con Daniel Murillo, Matías Hessling y Fernando Climent sobre todo, ser en Salta puto, pobre y de izquierda, estás en el horno. Y si sos negrito, peor todavía.
A mí por ejemplo me decían algunos, tu situación es distinta porque estas en los medios, la gente te conoce y no te rompen las pelotas, pero a otros, los maltratan. Yo la verdad que nunca sentí discriminación ni en el Salesiano, San Alfonso o en la Universidad, nunca sentí ni que había discriminación. Si la veía en el otro.
¿Por ejemplo?
Me acuerdo de un compañero, que en el San Alfonso cuando yo estaba en segundo y él estaba en tercero, el lloraba en el primer piso al fondo del pasillo rodeado de chicas porque sus compañeros varones le habían dicho puto. Estaba mal. Y yo lo miraba y decía “pobre puto patético”; o sea, le estás dando con el gusto. Si te están diciendo marica, tenes que ir con los tapones de punta. Obviamente que éramos chicos. Pero yo ya me había dado cuenta a esa altura que a los que les iba bien era a los hijos de puta. Entonces lo primero que aprendí fue a buscar los defectos y si me jodes, yo te jodo con lo tuyo, porque así sé por dónde atacarte. Después con el tiempo, deje de usar esto porque es desgastante.
Siempre estás a la defensiva…
Y no disfrutas nunca. Y de ultima me has dicho puto o te caigo mal, chau nos vemos. Beso y me voy.
Pero la marginación también pasa por otro lado…
En el Salesiano tenía dos compañeros, uno bien morocho oscuro y el otro bien negrito; fuimos a Quitilipi de picnic y cuando los chicos iban y se sentaban en una mesa, todos se levantaban y se iban. Me acuerdo que llegamos el lunes al colegio y el padre nos retó a todos y nos llamó la atención por haber sido tan basuras. Yo no me acuerdo si me levanté de la mesa o no, pero nunca más me voy a olvidar de eso porque me permitió darme cuenta lo hijo de putas que fuimos y no sabíamos el dolor que estábamos causando en el otro. Por eso cuando alguien dice “el bullying antes se arreglaba de otra forma”, mentira. No había forma, no se le llamaba bullying directamente. Era abuso. Y la verdad que fue extremadamente triste.
Hay una cosa que me divierte mucho que es este tema que dicen “¿Sos gay?, Yo tengo un amigo en el amigo que es gay, ya te lo presento”.
Hay mucha gente que está sola. ¿En la comunidad también se nota la soledad?, ¿La falta de pareja y de compresión, como entre los heterosexuales?
Totalmente. Creo que a veces hasta más fuerte. Veo en la comunidad LGBT, así como hay algunos que son brillantes, que estudian y luchan; hay otros que viven en la tilinguez y en la estupidez total, que viven solamente para el fin de semana ir al boliche, ver a quien se están volteando y punto. No saben a quién o que votan ni saben de qué se quejan. Lo único de que se van a quejar es si aumentó la luz, el gas y si no pueden salir de viaje a comprarse la remerita que se querían comprar. Pero vos le preguntas quienes son los diputados o a quién votaron y no saben. Les decís que ganó tal diputado y tal diputada, que ellos mismos votaron sin saber porque no se interiorizaron y te dicen que es porque son todos unas mierdas y ¡Ellos los votaron!
Ser de izquierda significa que el Estado te resuelva las cosas, pero vos no. Vos no. Vos no esperas eso…
No. Yo espero resolver mis cosas sólo.
¿No hay una contradicción en eso?
No. Por un lado es, yo me voy a mover para que las cosas se me resuelvan, voy a tratar de hacer lo mismo con los demás, si te puedo dar una mano te la voy a dar, ahora es muy distinto a si yo me tiro acá y “chicos necesito trabajo, avísenme si consiguen algo”. No boludo, sabes qué: nos movamos, nos movamos, hagamos esto. Me tengo que operar y no me alcanza la guita bueno, será salir a tocar puertas, pero moverme y no esperar que el Estado me resuelva todo. Aun cuando creo que el Estado si tiene que resolver muchas cosas porque hay personas que realmente están en una situación de vulnerabilidad.
Lo que falta tremendamente en esta sociedad es educación y de volver a creer el concepto o de darle valor de nuevo a lo que es el esfuerzo. Porque todos queremos las cosas fáciles y es como que presiona el botón y ya me comunico con mundo. Entonces yo quiero tocar un botón y tener un trabajo, tener acá la persona con la quiero coger ya, porque tengo Tinder; o sea, ni siquiera hago el esfuerzo de levantarme al tipo que está en la otra mesa. Me estoy fijando si está conectado. Entonces en esas cosas si no comparto. Hay que cambiar de mentalidad y cambiar la idea para que la persona salga y labure.
Yo me acuerdo cuando a las chicas trans le pedían que no hagan más calle, que no vayan más a la zona roja y que a cambio les daban un trabajo en la Municipalidad. Claro, yo voy a ganar $12 mil o $20 mil, cuando esa plata yo me la hago en dos fines de semana. ¿Sabes qué? Muchas gracias, pero entrego el culo acá en la otra cuadra y si, voy a morir joven, pero voy a morir con plata y no voy a estar reventándome en la Municipalidad por un sueldo de mierda. Además, también está este preconcepto ¿Por qué vos crees que prostituirme está mal? Si yo tengo ganas de prostituirme, me gusta la plata fácil, me gusta entregarme y que me paguen y listo. Lo único que les manipuló la mente es el capitalismo, no la moral, ni la idea de un colectivo.
Yo tenía una amiga, una abogada que es brillante que siempre decía; “mi hija va a salir morocha, pero yo la voy a hacer rubia y cuando diga “mamá, cómprame un libro de Foucault”, no mamita, ahí tenes Cosmopolitan, lea. Teñida de rubia, buen lomo, le ponemos tetas, y a venderla. Vaya a Tinelli o no sé. No desperdiciemos el capital que tenemos. Después si queres pensemos un poco. Y me fui de tema…
Cuándo te sentas en un bar así como estás ahora, pero estás solo. ¿Qué ves?
Lo estoy viendo al hombre que está bajando las cajas ahí, miraba la gente de Aguas del Norte, miraba pasar a dos chicos y lo veía al cuidador de autos que está viendo que se le están escapando… Me encanta ver lo que están haciendo. Lo veo a Matías (gerente del bar en donde se hizo la entrevista) ahí que está trabajando y los chicos que están trabajando.
Estoy mucho tiempo solo, y en ese tiempo me gusta controlar que está haciendo el otro y tratar de percibir que hacen de su vida. Creo que estamos a veces tanto tiempo solos que el teléfono es compañía. Hoy leía que este tema de internet hace 20 años atrás no era una necesidad, pero que actualmente es algo de primera necesidad el estar conectados. Hay momentos en qué digo que no entiendo por qué estamos tan conectados. A mí me pasa que con las personas que más quiero me falta conexión personal y no puede ser que yo venga y te diga que te quiero y te mando un emoticón, pero cuando te tengo enfrente no te lo pueda decir. Y a veces quedo como loco porque vengo abrazo y rompo las pelotas, pero cuando me lo hacen a mí quedo duro porque no entiendo a qué viene el cariño si me podes mandar una emoji.
Es una pasión impersonal lo del emoji…
Sí. Te voy a mandar un GIF donde digo “enviando un abrazo”. No, déjame de joder.
¿Te pusiste a pensar en el tema del aborto?
Muchas veces me pasó que cuando fue por ejemplo este tema del aborto era como a ver, “soy hombre, ¿me corresponde entender esto?”, ¿de qué lado estar o de qué lado no estar? y por otro lado, no estoy a favor del aborto. Si fuera mujer no abortaría, o creo que no abortaría. Si fuera hetero y tuviera una mujer, no me gustaría que aborte. Yo acompañé a una sola amiga a practicarse un aborto y la verdad que fue una de las situaciones más tristes que viví porque siempre para mí el embarazo es una cuestión de alegría, no una cuestión de responsabilidad o una cuestión de molestia. La acompañé a mi amiga porque entendí lo que estaba viviendo.
Por otro lado, también entiendo el tema de la empatía porque acá hay muchos jóvenes que no tienen la más reputa idea de lo que es el sexo seguro y en una sociedad machista como Salta. Aún hoy hay chicas que sostienen que tienen sexo sin preservativo sólo porque el hombre dice que la está cuidando: “si me amas, no los vamos a usar, porque se siente más rico, bla bla…” Y la chica queda embarazada y en ese momento es cuando vienen los problemas.
Y también al día de hoy, conozco tipos de mi edad y también más grandes que dicen que son felices con tener hijos varones porque total siembran la semillita y las que se hacen cargo después son las mujeres. Entonces después cuando llega el embarazo, el tema es ¿Qué hago?
¿Te cuesta tomar decisiones?
Si, un montón. Porque tengo que estar pensando constantemente las mil cosas que pueden llegar a ocurrir. Es más, cuando vos me propusiste esto, fue como “¿Por qué lo voy a hacer? ¿Y si quedo muy payaso? (Que es lo más seguro) ¿Y si hago las cosas mal? ¿Y si no es lo que ustedes esperan? Porque a veces uno dice “yo quiero a esta persona porque es genial, es un divino”. Pero después se da con que es un embole.
Pero si, me cuesta tomar decisiones. Medianamente quiero ir teniendo previsibilidad de lo que pueda ocurrir, pero muchas veces me mando cagadas, lloro, me da vergüenza.
La vida no es previsible…
No. Totalmente. No se pueden manejar todas las variables y eso es lo que tiene de bueno. Hay una película que se enoja un tipo porque le viven pasando cosas y la abuela le dice “mi papá siempre me llevaba a la calesita y daba vueltas y vueltas y a mí me gustaban las montañas rusas porque tienen subidas y bajadas”. Y yo prefiero eso.
¿Qué te gusta en el ser humano y que detestas de él?
De las personas, lo único que me molesta es cuando no te dicen quien puta son, o cuando la caretean mucho. Acá por ejemplo me divierte mucho el chaperío: “yo soy bla bla bla”. Tenes que hacer una presentación de algo y tenes que contar todo. ¿Quién sos? ¿Es necesario? Creo que cuando uno empieza a poner todo esto, es porque realmente como persona no es nada.
¿Y cómo te gustaría que te conozcan?
Como Guille.
Pero tenes un álter ego que es famosísimo…
YoCasto. Amo YoCasto.
Pero tu álter ego es más famoso que Guille…
Si, totalmente. Es más, Guille para mi entorno, que es muy cerrado, familia y amigos. Para todos los demás, YoCasto. Por ejemplo, una de las personas que me dice “Guille, te amo” es Vale Capisano y Guada Núñez. Y todos los demás YoCasto, que ojo, amo también.
Me acuerdo que cuando empecé a salir con chicos acá en Salta conocí a un tipo que no podía creer que había alguien así acá en Salta. Yo había vuelto en el 2006 a vivir de nuevo acá, y me hablaba de Fellini, y yo decía “guau, este flaco me está comiendo la cabeza” y era todo pura cascara, como que “me leí tres frases, repito esto como loro y te vendo esto”. Pero después cuando empezas a tener una charla y a debatir, decís “boludo, me estas repitiendo lo mismo de antes”.
Y lo que me encanta de las personas, es que seamos todos distintos. Yo me acuerdo que antes iba al boliche gay y me parecía un asco. Hoy voy porque disfruto ver el pobretón que se hace el millonario, el que se sirve cerveza en una copa para que crean que es champagne y que se pasean con una latita de Red Bull para que crean que está tomando red Bull y quizás lleva agua. Me encanta ir a la carpa, me encanta ir al Club 20, me encantan otros tipos de fiestas como la del Salón del Vino, porque vas viendo todo como cada uno lo disfruta.
Yo me acuerdo que la primera vez que fui a uno, fue el Fantástico Yonar en Campo Quijano, y mentimos con mi amiga… me voy a tomar mates con mi amiga al puente de Campo Quijano, pero no lo habíamos llevado. Llegamos ahí, compramos fernet, salimos de ahí y pasamos por el Fantástico Yonar y mentimos que éramos de Canal 2 y terminamos bailando en el escenario con los músicos, un matrimonio nos terminó invitando a su casa a dormir y al otro día iban a matar a un cabrito. Viste cuándo decís, “esto es irreal”. Y me encanta eso.
Ahí empecé a ir a los festivales. Fui al de la Chica, del Tamal, al Carrileñazo. Al carrileñazo fui con Diego Espert, que para mí era un puto tremendo; me encantaba porque era un economista brillante y a la vez tenía esa doble vida porque pasaba de ser un economista de la UNSa para estar travestido en un escenario presentando strippers. Viste cuando decís “ni Almodovar se imaginaba esto”.
¿Qué música te define? ¿O que preferís?
Depende el momento, porque por ejemplo cuando estoy bajón y necesito “pum para arriba” pongo Lila Downs, Madonna, Miranda, no así tipo electrónica. Algo que me tire buena onda tengo que poner. Después por ejemplo me encanta ir a la Sinfónica, pero cuando está tocando la Orquesta, porque la vibración y todo, hace que te erice la piel.
¿Qué película serías?
Yo creo que mi vida sería muy graciosa. Debe ser una comedia dramática tipo Almodóvar. Algo así como “Mujeres al borde de un ataque de nervios” porque soy un histérico de mierda; necesito que las cosas sean así.
¿Qué libro te gusta?
A mí me gustan mucho las que son las biografías. Me apasionan mucho, pero me apasiona a esta biografía medio inventada en ciertos casos, hasta novelizada.
Me gusta Osvaldo Garzón, me gusta Felipe Pigna, pero me gustaba más antes. Me acuerdo que cuando leí “Las Piadosas”, me calenté bastante igual que con “El Anatomista”, cuando hablaba de este Cristóbal Colon que descubre el clítoris. Me encantan los escritorios como Patrick Suskind porque me acuerdo que cuando leí el perfume, el tipo me hizo oler Paris en esa época. Me hizo sentir lo que ellos sentían. Cuando la descripción es tan exquisita; es como que no está tirando metáfora y batiendo cualquiera, está tirando la posta.