El cometa Nishimura, descubierto el mes pasado, se dirige en camino de aproximación hacia el Sol y pasará cerca de la Tierra en los próximos días, un evento que no se repetirá en al menos 500 años. A partir del 17 de septiembre, se ubicará en su punto más cercano al Sol y se dejará de ver con claridad. Desde ese momento, no volverá a ser visible en la Tierra.
El cometa Nishimura, descubierto el mes pasado, se dirige en camino de aproximación hacia el Sol y pasará cerca de la Tierra en los próximos días, un evento que no se repetirá en al menos 500 años, según los científicos.
Según se calcula, el astro atraviesa el espacio a más de 380 mil kilómetros por hora. Con respecto a su tamaño, los científicos todavía no lo han podido determinar, aunque creen que podría oscilar entre unos pocos cientos de metros y potencialmente dos o tres kilómetros de diámetro.
En estos momentos, Nishimura se encuentra en la constelación de Cáncer y ya es posible detectarlo justo antes del amanecer mirando hacia el noreste, aunque no a simple vista. Eso ocurrirá recién el 12 de septiembre, cuando esté en su punto más cercano a la Tierra.
Desde su descubrimiento, el cometa «verde» denominado científicamente como C/2023 P1, irá incrementando su brillo hasta alcanzar una magnitud de 6,7, lo que facilitaría su visión desde la Tierra.
Según el astrónomo Brad Gibson, director del Centro de Astrofísica de la Universidad de Hull (Inglaterra), el cometa tarda 500 años en orbitar el sistema solar, por lo que está será la única posibilidad de verlo.
Por su parte, la NASA indicó que la aproximación del cometa hacia el Sol podría romper su núcleo formado por rocas, polvo y gases congelados, descomponiéndolo en el espacio de la órbita solar.
De igual manera, si esto no ocurriera, su trayectoria actual señala que el cometa usaría su energía para salir del sistema solar dirigiéndose hacia la Nube de Oort y desapareciendo en el espacio profundo.