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Mario Ledesma anunció su salida de Los Pumas: ¿Qué pasó realmente?

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Mario Ledesma ya no es entrenador de Los Pumas, pero en torno a su partida, hay más preguntas que respuestas, y más allá de los malos resultados que terminaron por dejarlo afuera, el enigma se guarda bajo siete llaves.

Desde que Ledesma apareció en el staff como el número uno, y con un gran apoyo de parte de una prensa funcional a su llegada, el #SuperMario lo catapultó como el supuesto salvador. Pero todo paulatinamente se fue esfumando. El Mundial 2019 fue el primer botón de muestra de lo que sería la crónica de un fracaso anunciado. A 15 días de recibir a Jaguares subcampeones del Super Rugby, con Gonzalo Quesada en una plenitud desde su rol de entrenador, Mario recibió el equipo y literalmente lo chocó. Poco a poco le fue cambiando su patrón de juego, cambió jugadores claves y borró a Agustín Crevy desde su liderazgo natural, para darle la lanza a un inexperto Pablo Matera y luego a un ascendente (pero no líder) Julián Montoya. Intentó hacer un plan de juego que pocos entendieron y no le resultó positivo.

Del equipo cambió prácticamente todo. Lo peor fue el cambio de puestos. El poco respeto a la trayectoria de varios jugadores claves que hicieron el camino previo de la exitosa era Hourcade que dejó al equipo en semifinales y cuartos en el mundo. Sin olvidar que a días del Mundial 2019, bajó inesperadamente a Facundo Isa de la lista, cuando el delantero surgido en Santiago Lawn Tennis era considerado uno de los tres mejores octavos del mundo.

Su mayor logro fue que su equipo, con poco entrenamiento previo, hizo realidad el único sueño que le faltaba a nuestros Pumas: vencer a los mismísimos All Blacks. Fue justamente con todos los puntos del tucumano Nicolás Sánchez, otro de sus marginados. Una gran alegría que duró una semana, pues los hombres de negro acusaron el golpe y me propinaron una paliza en el próximo encuentro con una clase de rugby y el score de los de Ledesma en cero.

Entre otras cosas que pidió y tuvo vía, trajo a su amigo Michael Cheika al staff, cambió patrones de juego y posiciones claves como la de apertura. En todas sus variantes chocó la máquina. Para colmo de males su reacción con parte de la prensa (no partidaria) fue de mal en peor. Nunca estuvo a la altura profesionalmente de bancarse una crítica fundamentada. Pecó muchas veces de soberbio en citas, modos y gestos. Ledesma tiene mucho que aprender si quiere que la vida deportiva del juego que el mismo mamó de niño le sonría a nivel profesional.

Su partida brinda una luz de esperanza en el final del túnel para lo que puede llegar. Su tiempo como coach principal del seleccionado nacional es una muestra cabal de todo lo que no se tiene que hacer para que Los Pumas vuelvan a fracasar.

Fuente: Tercer Tiempo por Patricio Guzmán

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Eduardo Huaity González

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