Son datos interanuales correspondientes al tercer trimestre. La baja de los precios internacionales atenuó el déficit comercial, pero las empresas locales perdieron participación en el mundo
La balanza comercial ha sido una de las grandes preocupaciones del Gobierno nacional durante este año. Las expectativas de superávit o de intercambio equilibrado en términos de valor se desvanecieron cuando la sequía azotó al campo y hasta el día de hoy no se ha podido revertir el escenario. De hecho, un informe publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) demuestra que las exportaciones siguen cayendo, mientras las importaciones, medidas en volumen, van en leve ascenso.
En detalle, los datos relevados por el organismo indican que en el tercer trimestre de este año las exportaciones argentinas cayeron 12,2% en cantidades, mientras que las importaciones repuntaron un 0,7% en relación al mismo período del 2022.
Es la primera vez que se da esa condición durante este año. Los datos históricos demuestran que en el primer y segundo trimestre cayeron ambos indicadores (exportaciones e importaciones), aunque siempre la retracción del volumen de los productos traídos desde el exterior fue menor.
En lo que respecta a los envíos al exterior, el informe estadístico publicado por el Indec señala que se produjeron bajas en los envíos de productos primarios (-25,5%), manufacturas de origen agropecuario -MOA- (-14,1%) y manufacturas de origen industrial -MOI- (-4,4%). La excepción fueron las exportaciones de combustibles y energía, que crecieron 20,8% durante el tercer trimestre del año en comparación al mismo período del 2022, siempre hablando de los resultados medidos en cantidades.
Fue más dividido el resultado de las importaciones. De acuerdo a los números oficiales, entre julio y septiembre de este año, creció la cantidad de productos comprados por Argentina en los rubros de bienes de capital (1,6%), bienes intermedios (7,1%) y piezas y accesorios para bienes de capital (7,9%).
En tanto, se redujeron las importaciones de bienes de consumo (-2,3%), vehículos automotores (-19,1%) y combustibles y lubricantes (-40,6%). Sin embargo, las bajas registradas en esos rubros no fueron lo suficientemente marcadas como para contrarrestar el crecimiento de las importaciones de otros sectores.
En total, sumando el volumen total importado y el exportado, el Índice de términos de intercambio aumentó un 2,2% en el tercer trimestre de este año, en relación al mismo período del 2022.
Los números repasados hasta el momento demuestran que el volumen de mercadería importada entre julio y septiembre creció. Sin embargo, cuando se analizan los resultados en términos de valor, se encuentra que las importaciones se redujeron 13,2% en el período analizado, pasando de USD 23.263 millones en 2022 a USD 20.190 millones en 2022.
Esa situación (crecimiento en volumen y caída en valor) se produjo como consecuencia de una fuerte baja en los precios promedio internacionales. Según el Indec, los precios que Argentina tuvo que pagar para traer mercadería desde el exterior se redujeron 13,8% en la comparación interanual.
La mala noticia para la Argentina, es que también cayeron los precios internacionales por sus exportaciones. Este año, durante el tercer trimestre, los compradores pagaron 11,9% menos en promedio que en igual período del año pasado. Eso condujo a que la retracción del 12,2% en volumen se hiciera mucho más notoria en valor. Las estadísticas relevadas por el Indec señalan que la facturación total de las empresas exportadoras se redujo un 22,45% entre enero y julio, pasando de USD 22.854 millones en 2022 a USD 17.721 millones en 2023.
En síntesis, el intercambio comercial argentino se ubicó en una situación desfavorable en el tercer trimestre, al menos en términos de balanza comercial. El país importó más mercadería y aunque pagó menor precio promedio por ella que en 2022, también obtuvo menos dólares por sus exportaciones, que a su vez se desplomaron en cantidades.