La operación había sido anunciada en agosto y hoy recibió la aprobación de los reguladores. La estrategia de la entidad de la familia Brito es consolidar su posición en el mercado y fortalecer su red de sucursales en el área metropolitana.
El Banco Central aprobó la compra de la filial argentina del banco brasileño Itaú por parte del Banco Macro, que de este modo accederá al 100 por ciento de su capital accionario por un valor de 50 millones de dólares. La operación, anunciada por la entidad compradora el pasado 24 de agosto recibió hoy la aprobación del organismo regulador del sistema financiero. Los clientes del Itaú seguirán utilizando sin modificaciones sus servicios habituales, aunque desde el 4 de noviembre llevarán una nueva marca: Macro BMA.
A través de un comunicado, el Macro confirmó que el BCRA “notificó la autorización de la operación de compraventa de acciones celebrado con Itaú Unibanco Holding S.A., por intermedio de sus afiliadas Itaú Unibanco S.A., Banco Itaú BBA S.A. e Itaú Consultoría de Valores Mobiliários e Participações S.A”.
Con 4 billones de pesos, el Macro es el banco privado de mayor patrimonio neto del sistema financiero argentino
“Con esta aprobación, el banco que preside Jorge Brito adquirirá las acciones representativas del 100% del capital social y votos de Banco Itaú Argentina S.A. y las acciones de Itaú Asset Management S.A. e Itaú Valores S.A. que, directa e indirectamente, le otorgarán a Banco Macro el 100% del capital social y de los votos de cada una de dichas sociedades”, agregó el Macro, quien aseguró que la decisión del Central llegó tras un “riguroso proceso de evaluación por parte de las autoridades regulatorias”.
Tras esta operación, el Macro consolida su posición como el banco privado de capitales nacionales con mayor valor patrimonial de la Argentina. Y a partir de esta operación, promete agrandar su cuota de mercado. La incorporación del Itaú le permite tener 6 millones de clientes, 567 sucursales en todo el país, 1.936 cajeros automáticos, 932 terminales de autoservicio, 9.400 empleados y un patrimonio neto de 4 billones de pesos.
Además, la red del Itaú fortalecerá la presencia de Macro en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano, que se suma a su sólida red en el interior del país. Macro construyó su liderazgo a lo largo de los últimos 30 años con la adquisición de distintas entidades provinciales que, entre otros negocios, le permiten ser agente financiero de los gobiernos de Jujuy, Salta, Tucumán y Misiones.
En una entrevista, el presidente de Macro, Jorge Brito, explicó la estrategia llevada a cabo para quedarse con el Itaú. “La historia nuestra marca que en los períodos de crisis, se producen la salida de los bancos extranjeros. Apareció una oportunidad de tener un crecimiento inorgánico y pudimos capitalizarla. Itaú es un banco importante, con mucha presencia en CABA y el Gran Buenos Aires, que no es donde tenemos más presencia. Tenemos un market share del 6% a nivel nacional, que llega al 12% en el interior y que es del 1% en el AMBA. Vamos a duplicar la presencia en el área metropolitana”, señaló Brito.
Con respecto al monto de 50 millones de dólares pagado por la operación, Brito explicó que todos los bancos están valuados por debajo de su valor histórico: ”Si uno mira la valuación que tiene Banco Macro o Banco Galicia, por nombrar a las dos más importantes con oferta pública, su valor de mercado está en el 15% o 20% de su máximo histórico. Esta operación no es ajena a la valuación que tienen los bancos. No es caro ni barato, son las valuaciones actuales que tiene la Argentina”.
“A nivel global, los bancos valen lo mismo que hace 10 años. Como compañía de servicios, no fueron ajenas a las amenazas de desintermediación, de la aparición de productos financieros no bancarios”, explicó Brito en relación a la expansión de las fintech en el mundo financiero.
En aquella oportunidad, Brito prometió que luego de la adquisición el Macro se prepara para “mantener el buen servicio que tiene Itaú e incluso mejorarlo. También tiene buenos empleados, tenemos el desafío de incorporarlos.”
En concreto, los clientes del Banco Itaú Argentina a partir del 4 de noviembre comenzarán a utilizar los mismos productos que manejaban hasta hoy pero bajo la marca Macro BMA. Desde Macro resaltaron que en lo que hace a su funcionamiento, los clientes no tendrán ningún cambio en su operación cotidiana: seguirán vigentes las cuentas, las claves para operar cajeros automáticos y canales digitales, y todas las tarjetas de débito o crédito hasta su fecha de vencimiento.
En su comunicado, Macro puntualizó: “Este cambio no afecta el uso diario de los productos y canales habituales. Quienes hasta ese día fueron clientes de Banco Itaú seguirán con su mismo número de cuenta y CBU. Tampoco se modificarán los débitos automáticos ni los servicios con los cuales los clientes de Itaú operaban. Las claves para transaccionar en los cajeros automáticos seguirán siendo las mismas. Las tarjetas de débito o crédito no pierden su vigencia y podrán utilizarse normalmente hasta su reposición”.
“Los avances tecnológicos de Banco Macro y Macro BMA consolidarán una sinergia que permitirá ofrecer una mayor eficiencia operativa y una capacidad mejorada para satisfacer las crecientes demandas”, explicó la entidad.
En junio, Itaú había comunicado a la Bolsa de San Pablo el “hecho relevante” del inicio de sus conversaciones con Macro. Su salida del país, que hoy termina de concretarse, se enmarca en un escenario de numerosas compañías extranjeras, de diversas actividades y orígenes, que decidieron cesar sus negocios en la Argentina en los últimos 4 años.
Itaú, uno de los principales bancos de América Latina, comenzó sus operaciones en el país en 1979. A lo largo de los años, ha llevado a cabo diversas expansiones y cambios de nombre, siendo su adquisición más reciente la del Banco del Buen Ayre en 1998.
El gigante brasileño nunca alcanzó sus objetivos en la Argentina. Nunca pudo replicar la posición de liderazgo de sus operaciones no solo en su país de origen, sino también en Chile, Colombia, Paraguay y Uruguay. También mantiene presencia menor en Londres, Luxemburgo, Hong Kong, Tokyo y Nueva York. En el ranking por activos, figura en el puesto número 19 según datos del Banco Central.
Y de la mano de los vaivenes de la economía argentina, no sólo el tamaño de la operación es un problema, también los resultados. Después de reportar ganancias por $2.186 millones en 2020, cerró 2021 con $782 millones en pérdidas y 2022 con otros $3.165 negativos.