Si bien tiene muchas empresas a su cargo, su pasión son las finanzas. Es parte de la nueva generación de profesionales salteños que tomaron el timón de la economía de la provincia. Pérez, además, se transformó en uno de los analistas más consultados por medios de prensa y empresas.
“Cada 4 años Argentina tiene ese cambio de ciclo, de expectativas. El precio de las acciones en 2015, en 2015 la gente se acuerda del dólar futuro, se acuerda del descuento del cheque a tasa cero, pero poco nos acordamos del precio de las acciones, cuando voló hacia arriba, subió y creció rápidamente porque entendiendo que había un cambio de ciclo, quizás gente demasiado optimista”.
¿El dólar es un indicador de riesgo?
Cuando la gente se siente amenazada, sale corriendo a comprar dólares, todo lo que encuentre, haya o no haya cepo y esto es fundamental porque no terminan los gobiernos de entender que más cepo, es más precio del dólar, no menos. Alberto Fernández lo entendía cuando todavía no era presidente de la Nación.
Ahora hay un nuevo cambio de ciclo…
Independientemente de lo que uno pueda pensar en materia de análisis político, el idioma de los precios marca que este cambio de ciclo ya está pasando. Cuando ves empresas que han crecido arriba del 100 o 150% de enero a la fecha, o 50% en el último mes, te habla de que va a haber un cambio. Vamos a salir de aquella Argentina de precios de regalos, hablo de activos financieros, vamos a salir de ese precio de regalo, a valores más razonables. Un bono argentino rinde o rendía hasta la semana pasada, 58% en dólares y hoy está alrededor de 48, ese cambio, es precios que han aumentado estos bonos argentinos.
Muy optimista tu análisis, pero el país tiene deudas gigantes…
Argentina todavía, aunque no este en default, no ha podido volver a los mercados financieros y eso ha llevado a una gran emisión, un gran financiamiento interno vía colocación en el Tesoro y también del Banco Central. Tenemos una enorme masa de leliq, un problema que nadie se anima ni a diagnosticar ni a llevar solución.
Todavía no hay declaraciones en línea de “este problema se resuelve así”. La última declaración con la palabra “leliq” que escuchamos del Presidente, ya electo, era cuando decía que con eso le iba a pagar a los jubilados. Eso no ha pasado y hoy tenemos un gran problema.
¿Qué le decimos a los inversores?
Lo mejor que puede pasar en este momento de volatilidad extrema, de tensión social; es diversificar, poner huevos en distintas canastas, estar preparados, tener más información y tener todas las armas, los vehículos y todo disponible para poder afrontar esta situación.
Recordemos otros momentos en donde fue peligroso comerse la curva, operar con temor. Salimos de la ley de convertibilidad y el dólar se va a $4, esos $4, durante los próximos 10 años, el dólar no volvió a tocar ese valor y la inflación fue en aumento y el desprevenido que compró a $4, estuvo 10 años perdiendo el poder de compra.
Lo mismo pasó en 2016, cuando con el tipo de cambio se unifica el dólar oficial y pasa a valer lo que el dólar blue o el dólar libre y viste durante el 16 o 17 hasta diciembre, en el gobierno de Macri, un dólar planchado y la inflación también corría a velocidades en promedio de entre el 40% y 45%.
Lo importante acá, es en base a esta experiencia reciente, no comerte la curva, no exagerar la tensión y mirarlo con datos fríos en materia de lo que las plataformas políticas proponen hacer. En materia de acciones y bonos, estamos viendo esta realidad. En materia de dólar, estamos viendo un dólar que de repente está muy activo, muy vigoroso y por varios motivos, se calma. Ya tenemos dos meses de dólar calmado. Y ahí pensas “bueno, ahí quizás es momento de comprar dólares” y atención porque no quiero comprar dólares de los 4.
Sí, pero, la dinámica inflacionaria parece no tener límites…
No hay indicisios de que haya medida de freno, es como ir barranca abajo en un carrito de rulemanes sin freno y no hay nada, excepto un árbol que te haga frenar. Esto es igual, ¿por qué diríamos que la inflación va a converger a un valor razonable? No hay motivo. No hay motivos técnicos si de repente el Banco Central no está emitiendo y no está poniendo plata en el bolsillo de la gente, pero el Banco Central sí está emitiendo para pagar intereses de leliq, que son emisión futura.
Más inflación, más pobreza…
Si bien la recaudación subió un 144%, los salarios no acompañaron y por lo tanto hay muchos asalariados que cobran menos, tienen menos poder de compra, cae el consumo y caen los segmentos que son verdaderamente dolorosos y que tienen que ver con la base de la pirámide de una argentina, que desde hace años ve cada día bajar de clase media a media baja, a baja y hasta lamentablemente hasta debajo de la línea de la pobreza y la indigencia. No hay indicadores de parar la inflación, tenes una emisión del Banco Central contenida, son 15 mil millones de pesos y tenes un sistema de precios relativos roto.
Cortar la emisión de Macri no resolvió el problema de la inflación…
Y no, no podía, tenía años de desajustes de precios relativos. Que los precios relativos se acomoden, va a llevar tiempo y eso va a provocar algunas pujas entre precios, gaseosas, gaseosas y sanguchitos costaban 1 mango, 1 mango son $500 y de repente gaseosita cuesta el doble. Entonces ya no me alcanza con una unidad comprarme estas dos cosas, ahora me puedo comprar medio sanguchito, y bueno, hasta que se acomode el precio relativo de sanguchito y gaseosita, va a pasar un tiempo.
Por eso es que nosotros vimos en la primera etapa de Macri una inflación desbocada, aunque si con un gasto público que seguía estando vigente, con un Ministerio de Desarrollo Social activismo, con un blanqueo que se fue todas las jubilaciones de la Reparación Histórica, y dos años después cuando ya no pudimos acceder a los mercados el gran ajuste fiscal, el gran ajuste monetario que llevo a la economía a estar trastabillando y cayendo.
Me decías que es un momento extraño porque la gente que no tiene dinero, tiene menos riesgos que la gente que lo tiene. ¿Por qué es esto? ¿qué lo generó?
En materia de emoción, hay veces que la pasa peor el que tiene, que el que no tiene. Obviamente no hablamos de situación críticas, de aquel que no tiene para comer, que de aquel que llega ajustado a fin de mes y que no puede darse gustos, ni lujos ni la vida que quiere y cree que merece y que seguramente se merece, porque en Argentina hay mucha gente muy bien formada y que no es reconocida en lo económico, no porque sus empleadores o su profesión estén mal desempeñadas, simplemente porque se ha estrangulado la rentabilidad y el salario real.
Ahora, para aquel que tiene, tiene una presión fiscal cada día en aumento, subieron las alícuotas, ingreso bruto, el impuesto a la ganancia. Existe una intención fuerte de perseguir a la tenencia de activos, y eso provoca que haya un grado de tensión en ese segmento social muy alto, en un mundo que tiene altas tasas de inflación históricas, un mundo que tiene belicosidad, es decir que existen tensiones geopolíticas que llevan a repensar los escenarios de lo que viene. Un mundo donde los grandes bancos internacionales han caído. Por otro lado, en materia local con volatilidades del dólar y de los activos externos, en una Argentina que coquetea con el default. De hecho, acabamos de entrar en un default selectivo, le pagamos una parte de la cuota al fondo y eso ya nos pone una sensación de riesgo.
Yo puedo pedir un préstamo alto en el banco, pero si no estoy bancarizado, voy al usurero de la calle Alvarado y voy a pagar 10 veces más caro, eso mismo le pasa al país…
Exacto. Argentina está vendiendo sus tenencias en dólares, vendiendo bonos que estaban en sus activos. Venden estos bonos a privados y el Estado Argentino va a tener que pagar tasas de interés al 50% en dólares promedio. A esa tasa se endeuda Argentina o a tasas con métodos no del todo transparentes. O sea que tenemos una Argentina compleja. Ahora, las decisiones son complejas y muchas veces cuando vos no tenes la chance de decidir, como cuando tenes 1 solo traje y de repente tenes 20 y hoy no sé qué ponerme y me genera tensión no saber que ponerme.
A veces tener mucho también es un problema y ahí hay muchos mecanismos desde estructuras jurídicas, fiscales, estrategias financieras, que te permiten bajar el riesgo, mejorar la expectativa, mejorar la performance fiscal y por supuesto mejorar el rendimiento financiero, optimizando los riesgos que decíamos asumir.
Sufrimos inflación, y volatilidad de activos, acciones americanas y muchos índices cayendo en una Argentina indefinida todavía en el largo plazo; en el corto un mercado subiendo, en el largo plazo todavía irresoluto.
En materia de precios de inmuebles, muchos grupos de alto patrimonio han sido históricos inversores de inmuebles y hoy se dan con que el metro cuadrado histórico que se operaba en 2018, hoy está un 35% debajo de ese precio histórico.
La pregunta es, ¿el precio tira para abajo o para arriba?
Nosotros estamos viendo que hay muchos drivers para Salta Capital de crecimiento de precios que puede no solamente volver a los valores de 2018, si no también superarlos dada la demanda potencial que tiene Salta. Demanda que viene principalmente de la minería, todo lo que es el litio, todo lo que va a ser el oro, plata y cobre; todo lo que es el turismo interno de una Argentina que antes podía veranear en Itapema, Florianopolis, o en El Caribe y de repente tiene que empezar a pensar en sus escapadas de 4 días y sus vacaciones anuales internamente.
Por otro lado, tenes una Salta que recibe de otras provincias producto de las Universidades, también por la calidad de vida que uno tiene en la provincia. Entonces Salta en materia de metro cuadrado brinda una oportunidad que será capturada por aquellos que puedan asumir el riesgo y operar contra la emoción.
En el mercado decimos que uno tiene que comprar con un rumor cualquier activo, y vender con la noticia. Vamos a ponerlo en términos coloquiales, yo se que en este barrio hay una patota que nos tiene a todos los vecinos mal, y por eso el metro cuadrado es muy barato. También sé que dentro de dos meses se van a mudar los muchachos, es momento de comprar acá porque, los muchachos de la patota se mudan y el precio va a crecer porque estamos en una zona muy céntrica y muy linda.
Es muy correcto lo que me decís con respecto a la propiedad inmobiliaria. Ahora, alquilar en Salta es inalcanzable para la mitad de la población. ¿A qué se debe eso?
Primero, los precios siempre se deben a la oferta y demanda. Por eso se determina por la compulsa, la puja entre oferta y demanda. Nosotros tenemos poca oferta dado que Argentina no tiene crédito hipotecario hace años.
Segunda cuestión, no hemos tenido una buena ley de alquiler, la ley de alquiler ha hecho que salgan muchas propiedades que estaban en alquiler y se vendan o tengan intención de ser vendidas y se dejen de alquilar. O sea que salió del mercado, salió de la oferta y no está. Y después porque ha subido la demanda, por crecimiento demográfico, y por gente que viene a vivir de otras ciudades, entonces en eso, los nuevos precios de alquileres son inaccesibles para el salario salteño. En algún momento se tendrá que ir acomodando como hacen los mercados. ¡Ojo!, volverán los tiempos de cuando compartíamos casas con amigos, hace mucho tiempo no pasaba eso, tanto en Argentina como en el mundo también está volviendo esto de vivir con amigos y compartir los gastos.
En estas circunstancias que no son comunes, porque no son aguas calmas, pero necesitamos un capitán de tormenta. ¿Qué es lo que hace falta para ser un capitán de tormenta?
Hay dos emociones que no pueden guiar a una persona: ni la ambición desmedida, ni el miedo paralizante. Son las dos cosas que tenes que evitar en ese péndulo de emociones que llevan los momentos complejos. La otra cuestión es tener el conocimiento y tener la botonera necesaria, las cuales son tus herramientas.
Hoy las decisiones financieras no solamente se resumen en las tasas de intereses. Se va a resumir en los aspectos fiscales, en los aspectos tributarios, en los aspectos jurídicos, sucesorios, en los aspectos de distintas jurisdicciones, de un inversor global y por supuesto también en el tipo de activo y en la forma en que ves tu inversión. Por eso creo que poder pilotear la tormenta, lo puede hacer cualquiera y de hecho, creo que somos todos pilotos de tormentas. Algunos aterrizan en un rio, otros en un colchón de espuma o algodones, y otros van a tener que aterrizar en una montaña rocosa. Por eso es muy importante tener esa botonera, tener esas herramientas y poder dominar las emociones.
Dominas las emociones, pero no dominas el mercado por las situaciones políticas en Argentina, tenes fuertes tensiones sociales, incertidumbre económica y posiblemente el FMI no te tire un peso. ¿Cómo haces?
Hay instrumentos en el mercado que son libres de riesgos. La gente interpreta que la bolsa es aquel lugar en donde todo es muy volátil, todo es muy riesgoso y eso no es así. Lo desmentimos y lo podemos mostrar. Vamos a hablar de un instrumento: la caución bursátil. La caución bursátil es un plazo fijo que uno hace por 1 día, por 7, por 30; es una colocación a plazo en donde se estipula el plazo, el monto y la tasa. ¿Quién te lo toma del otro lado? Porque el riesgo del sistema financiero argentino es que, del otro lado del plazo fijo, están las leliq irresolutas. Del otro lado de una caución, hay un deudor privado que tenía garantías liquidas para hacer frente a un eventual incumplimiento que podría llegar. ¿Y cómo tiene garantías liquidas? En otros activos, por ejemplo, bonos del Tesoro, acciones, etc. Entonces si hay instrumentos libres de riesgos.
Pongo la plata en caución. ¿Cómo hago yo para recuperar mi dinero?
Se vence la caución y vas a tener el rescate a tu cuenta bancaria.
Tenemos que pensar que Argentina hoy no tiene el problema del corralito. Vamos a desmitificar eso. Hubo corralito porque no podían imprimir billetes, hoy vos podes imprimir y de hecho se han importado billetes, porque no nos daban las maquinas argentinas. Entonces Argentina no tiene un problema de corralito, tiene un problema de su estructura del sistema financiero porque el principal acreedor de los bancos es el Estado. El Banco le presta al Estado, mas que a los privados, mas que a vos, más que a mi o que a las pymes.
Por eso no nos prestan, porque no es negocio…
Porque no es negocio, porque nosotros representamos un riesgo, en cambio el Banco Central imprime billetes. El riesgo que tenemos todos es la grave espiralización de los precios. Precio dólar, de alimentos, etc., porque una devaluación también es el aumento del precio del dólar o la baja de la capacidad de compra del peso. Vos tenes un peso con menos capacidad para comprar dólares, menos capacidad para comprar alimentos, menos capacidad para comprar combustibles o servicios. Entonces hay instrumentos como te decía en materia local, cauciones colocadoras, puede ser un elemento para transitar un proceso de alta tensión y volatilidad. Porque lo que tiene que pasar en este momento para aquellos mas adversos al riesgo, mas temerosos, es dormir tranquilos. Y a veces, no perder, también es ganar. Hoy tenes una alta chance de ganar asumiendo riesgos, pero si no queres, también podes no perder. Habrá que armar la cartera necesaria, perfecta como traje a medida para que pueda estar acorde a tu perfil de inversor, a tu lógica de inversión.
Desde hace meses se está devaluando el peso y eso se ve en la evolución del precio del dólar oficial que pegó un salto en el último mes. A este ritmo, el dólar oficial a fin de año puede llegar a $600. En términos nominales no debemos medirlo así. Si, es verdad, si decimos que la inflación de acá a fin de año va a ser del 100%, estamos hablando de un dólar de $600. La nominalidad no es lo importante, si no la velocidad a la que crecen las variables; vamos a medir velocidad del dólar oficial, velocidad de los dólares libres, MEP contado con Liqui y blue, velocidad de la tasa de interés del plazo fijo, de referencias y velocidad de inflación. La pregunta del millón es cuál de estos 4 carriles ganará la puja…la inflación o los inmuebles.