Por G.T.
Informar no es tarea sencilla por estos días en la provincia de Salta. A las complicaciones que empezaron a experimentar los trabajadores de prensa, desde inicios de 2019, la pandemia de Covid-19 no vino más que a acrecentar estas dificultades porque las entidades gubernamentales aprovecharon el aislamiento social para restringir el ingreso a algunos edificios y se acostumbraron a brindar información ya procesada a los medios periodísticos.
Aunque los niveles de contagios hayan bajado de manera considerable y los de transmisión del virus hoy resulten casi imperceptibles, en la Cámara de Diputados aún quedan resabios de las limitaciones para el libre acceso y desenvolvimiento de la prensa en el histórico edificio de calle Mitre. “Prensa necesita una autorización para ingresar” fue la expresión que trabajadores de la Cámara que preside Esteban Amat manifestaron en un par de oportunidades al periodista Nahuel Toledo, cuando este se apersonó los días 8 y 9 de agosto.
Los hechos relatados no sólo no fueron aislados, sino que tuvieron como testigos a algunos legisladores y autoridades del cuerpo legislativo que incluso fueron las que terminaron permitiendo el acceso del periodista. “La próxima vez que vengas, directamente en vez de decir que sos prensa decí que vas a ver a un legislador como si fueras un vecino más y pasás sin problema” dijo sin miramientos una legisladora al periodista.
A raíz de esos episodios, el cronista involucrado presentó una nota escrita pidiendo explicaciones al respecto para conocer los motivos que desencadenaron tal disposición y quienes oficiaron de autores. En relación a esto, la diputada Cristina Fiore se hizo eco y remarcó que preocupada por la situación pidió, sin suerte, una notificación sobre el tema. Al día de publicación de este artículo, la respuesta a la Nota 487/22 todavía no aparece y aunque estos inconvenientes no volvieron a suscitarse, el silencio sigue retumbando entre los pasillos del añejo Palacio Legislativo.