En un libro de próxima aparición titulado “Hay cosas peores que estar solo” el periodista Federico Anzardi cuenta la historia de “Ciudad de pobres corazones”, el disco que Fito Páez compuso y grabó poco después de los asesinatos de su abuela y de su tía abuela, ocurridos en Rosario en noviembre de 1986.
En exclusivo para Revista Salvador, Anzardi reseña su obra: Se trata de un disco oscuro, con rabia, que siempre figuró entre los preferidos de los fanáticos de Fito. Aunque también es un álbum maldito. El propio Páez reconoce en el libro que es un trabajo que él hubiera preferido no hacer. Pagó un precio muy alto para conseguirlo.
El libro, que fue publicado por la editorial Gourmet Musical, se centra en la figura de Fito durante aquellos turbulentos meses de su vida. Los asesinatos tuvieron un gran impacto en él dado que las dos mujeres no eran solamente familiares. Eran sus madres sustitutas, las que lo habían criado ante la ausencia de Margarita, su mamá, fallecida en 1963.
A partir de los crímenes Fito abandonó toda esperanza en el futuro. Dejó de ser aquel artista que cantaba canciones de comunión como “Yo vengo a ofrecer mi corazón” y se volvió un músico dark, oscuro y pesimista.
Basado en unas ochenta entrevistas y un profundo trabajo de archivo, el libro muestra esa transformación y también revela cómo hizo Fito para atravesar los primeros días de tristeza, bronca e incredulidad tras los asesinatos. Horas en las que hasta él mismo se convirtió en sospechoso.
Por momentos como un relato policial, por momentos una biografía completa, “Hay cosas peores que estar solo” cuenta la historia de un músico que fue capaz de salir adelante gracias a la voluntad que obtenía de sus propias canciones. Muestra caída y resurrección de uno de los artistas más importantes de Latinoamérica.