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Ramón_Sixto_Ríos_y_Merceditas

Tres historias de amor que se hicieron canción

No todas las historias de amor tienen finales felices, pero si terminan en hermosas canciones. El cancionero popular está, por suerte, jalonado de estos ejemplos. Estas son sólo tres temas, pero son, quizás, los más famosos.
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Merceditas

Merceditas es un conocido chamamé escrito por el entrerriano Ramón Sixto Ríos, en la década de 1940. Alcanzó el éxito masivo nacional e internacional con las grabaciones de Ramona Galarza en 1967 y de Los Chalchaleros en 1973.

En 1939, el músico Ramón Sixto Ríos (06-08-1913 – 25/12/1995), nacido en la vieja ciudad de Federación, llegó al pueblo de Humboldt para actuar con un grupo de teatro en el Club Sarmiento. Tenía 27 años.

Allí conoció a Mercedes Strickler Khalov (21-12-1916 – 08-07-2001)a quien todos llamaban Merceditas, una bella y campesina rubia y de ojos azules, tres años menor que él, residente en un tambo lechero ubicado en la zona rural aledaña al pueblo de Humboldt, provincia de Santa Fe.

Merceditas, hija de inmigrantes alemanes, había perdido a su padre cuando era una niña pequeña y desde entonces había tenido que hacerse cargo del tambo con su madre y su hermana.

El primer encuentro se produjo en el Club Sarmiento de Humboldt. Ella vestía un vestido blanco y lucía el cabello largo y enrulado; él tenía un traje cruzado y estaba peinado a la gomina.

Merceditas llamaba la atención, no sólo por su belleza, sino también por su espíritu independiente, inusual en las mujeres de la época.

Ramón y Merceditas iniciaron una relación formal, que se mantuvo dos años, alimentado por las cartas que intercambiaban, ya que él vivía en Buenos Aires, a más de 500 kilómetros de distancia. Mientras duró la relación, Ramón iba esporádicamente a Humboldt a visitarla.

En 1941 Ríos decidió proponerle matrimonio, y para ello viajó a Humboldt con los anillos. Pero, inesperadamente, Merceditas rechazó su proposición.

Se despidieron por última vez en la terminal de Esperanza. Pese a la ruptura, Ramón y Merceditas siguieron escribiéndose varios años, hasta que ella dejó de contestarle en 1945.  Él sin embargo persistió, varios años más, transmitiendo en las cartas el dolor que le producía ese amor no correspondido.

Hasta que él también dejó de escribirle.

De ese dolor surgió “Merceditas”, la canción. Ramón Ríos la compuso en esa década de 1940, la grabó y la misma se convirtió en un éxito radial. La propia Mercedes Strickler recuerda el momento en que la escuchó por radio: “Enseguida me di cuenta: la letra tenía frases enteras que Ramón me había dicho personalmente.”

Ramón Ríos siguió su vida y se casó con otra mujer, de la que enviudó apenas dos años después. En la década de 1980 una revista de Buenos Aires publicó una nota que incluía un reportaje a Merceditas. Al leerla Ríos le escribió una carta invitándola a ir a Buenos Aires, reencuentro que concretaron poco después. Él volvió entonces a proponerle matrimonio, pero ella lo rechazó una vez más. Se mantuvieron en estrecho contacto hasta la muerte de Ríos, el 25 de diciembre de 1995, cuando tenía 82 años. Su último acto fue legarle los derechos de la canción.

Ella vivió hasta los 84 años y murió soltera el 8 de julio de 2001.

Angélica

Roberto Cambaré, el autor de la zamba “Angélica”, nació en Balcarce en el año 1925 y murió a los 96 años, el 18 de octubre de 2021, en la Ciudad de Mar del Plata. Su verdadero nombre es Vicente Cambareri.

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Roberto Cambaré, adoptó su seudónimo por consejo de Horacio Guarany, a quién acompañó con la guitarra al iniciar su carrera profesional.

¿Cómo nació “Angélica”? – ¿Hay alguna motivación sentimental, privada, en el origen de esta zamba, o todo es imaginación? ¿Existe, en realidad, ese puebito de Córdoba que se menciona en la letra? 

Esa fue la pregunta con la que Bernardo Noel inició la entrevista que le realizó a Roberto Cambaré para la edición n° 40 de la Revista “Folkore”, publicada el 19 de marzo de 1963.

Roberto Cambaré respondió que todo es rigurosamente cierto, aunque magnificado por el recuerdo, “…quién ama exagera tanto los dones como el desdén de la amada, cuando convierte su recuerdo en poesía.” afirmó.

En aquella entrevista, Cambaré contó que vivió en Salsipuedes –es el pueblito de Córdoba de que habla la zamba-  y que allí conoció a quien fue luego la protagonista de su zamba.

“Era una niña morocha, de cabellos largos flotando sobre la espalda, no muy alta, delgada, un lindo tipo de criollita…”, recuerda el autor.

“Nos entendíamos con los ojos, más que hablarnos. Fue un idilio de un mes, pues ella –verdaderamente- volvía a Buenos Aires. No hubo enojo oficial, pero si cierto distanciamiento entre los dos. Se llamaba como en la zamba: “Angélica”

La zamba “Angélica”, se destaca al menos por dos razones, primero por el uso de palabras esdrújulas, que incidieron en que la melodía fuese particularmente sincopada.

Cambaré quiso que así fuese. Y al elaborar la zamba, las primeras palabras que se le ocurrieron fueron inevitablemente “Angélica” y “Córdoba”, ambas esdrújulas. A partir de allí, el autor escribió una lista de palabras esdrújulas, y eligió las que mejor se adaptaban al mensaje que quería transmitir. Y así con las palabras “pálida”, “águila”, “lástima”, “árboles”, “álamos”, “párpados”, “relámpago”, “sábana”, “tímida”, construyó, sin proponérselo quizá, una de las grandes páginas de nuestro cancionero. 

La zamba se destaca también por sus imágenes contrapuestas. La zamba nos habla de lunas, de una placida noche de abril, de claveles robados, de brazos que son un nido de amor y de luz, de ojos mansos, pero también nos habla de relámpagos, escarchas, de lágrimas frías, y de un águila que sin piedad desgarra a una paloma.

¿No le parece que hay cierta crueldad en la letra que usted ha compuesto, por parte de Angelica? – indagó el periodista en aquella entrevista.

“La metáfora del águila, por ejemplo … – Puede ser, pero, como le comentaba antes. Todo está magnificado por la distancia y el recuerdo. Es mas bien un reproche amoroso. El enamorado –le repito- agranda tanto el desdén como los favores; los magnifica”, respondió Cambaré.

Zamba de usted

La historia de esta zamba tiene como protagonista a Félix Luna y a Felisa de la Fuente. La historia comenzó en un pueblo de la Rioja, Aimogasta.

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Félix Luna nació en Buenos Aires, el 30 de septiembre de 1925. Venía de una antigua y tradicional familia riojana. Único varón con seis hermanas, era hijo del doctor Carlos Luna Valdés y de María Lucía Polledo. Su abuelo fue el fundador de la Unión Cívica Radical de La Rioja y su tío, Pelagio Luna, fue vicepresidente de la Nación acompañando a Hipólito Yrigoyen.

Se recibió de abogado en 1951 en la Universidad de Buenos Aires. Escribió numerosas obras de historia, ensayo, ficción, periodísticas y musicales.

Luna fue un hombre polifacético. Su mayor trascendencia la alcanzó como historiador.

El primer “best seller” de Luna fue “Los caudillos”, en 1966. Le seguirían otros como, Soy Roca, y otros. También incursionó victoriosamente en la música. Son verdaderos clásicos sus producciones con Ariel Ramírez, como “Misa criolla”, “Cantata sudamericana” o “Mujeres argentinas”, que han recorrido el mundo entre ovaciones. “Con Ariel en la música, debemos tener unos 50 temas”, calculó en un reportaje. 

Felix Luna conoció a Felisa de la Fuente, mujer nacida en Aimogasta, provincia de La Rioja, en casa de unos parientes. Pero al poco tiempo tuvo que dejarla, ya que debía instalarse en Buenos Aires, por razones de estudio.

Pero el amor se mantuvo latente, a pesar de la distancia, hasta que buen día Luna volvió a Aimogasta a pedir su mano, con la letra de una canción como regalo, esa canción fue “Zamba de Usted”, una zamba que nos habla de distancias, de nostalgia, pero sobre todo de amor, que todo lo vence.

Felix Luna y Felisa de la Fuente, su niña de los “ojos color de oliva” se casaron, y vivieron juntos toda la vida. Tuvieron tres hijas y varios nietos.

Sus amigos dicen que Félix y Felisa fueron “la pareja de los eternos enamorados”. Vivieron felices juntos, superando obstáculos y momentos ingratos. Quizá tan luminoso destino ya estaba inscripto en sus nombres.  

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Director

Eduardo Huaity González

Salvador® es una publicación de
Editorial ABC S.R.L.
Gral Güemes 1717
Salta, Argentina