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Miguel D’alessio y José Muñoz – Frente a Frente

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Miguel D’alessio y José Muñoz desde hace años son parte del éter radiofónico de Salta, los dos con estilos definidos, pero eso no impidió que durante un año compartieran un programa. Ambos tienen posiciones fuertes, fundadas y antagónicas.

La grieta, el Poder Judicial y la educación laica son temas que hoy, además de la económica, dominan el día a día de la enorme mayoría de los argentinos. Estos aspectos de la realidad nacional tienen diversos puntos de vista, estos son sólo dos más.

Miguel D’alessio

¿Porque existe la grieta? ¿En los últimos años 7 años surgió la grieta? No. Esa suerte de precipicio que divide a los argentinos, ubicándolos a cada uno de sus laterales imposibles de acercar. Si bien para muchos parece ser actual, en realidad, la historia de nuestro país, la Historia Argentina en sí, es la Historia de la grieta.

Si recordamos dentro de las falsas promesas de campaña del Presidente Macri, donde sustento su campaña, intentando unir a los argentinos, lamentablemente nos dividió aún más. Y hasta ahora así parecen querer continuar con 200 años de rivalidades. A la distancia el último discurso de CFK ante una multitud parece una profecía de Benjamín Solari Parravicini.

Argentina nació con una grieta en la primera década del siglo XIX, la que en los libros de historia se conoce como “Saavedristas vs. Morenistas”. Dos países, dos ideas, dos mentalidades contrapuestas que germinaron la emancipación. Y dos pensamientos que junto a sus ideales se manifestaban en el odio a la otra parte. Porque lo que siempre alimento la “grieta” en nuestro país, es lo irracional, lo visceral. No basta con pensar distinto; se debe odiar lo que es distinto.

Y así, entre Unitarios y Federales, entre Rosistas y Antirosistas, entre Mitristas y Alsinistas, entre Roca y “el indio”, casi nos llevamos puestos todo el siglo XIX yendo de grieta en grieta, de odio en odio.

¿Y cómo arrancamos la Argentina con los Partidos Políticos? Con Yrigoyen y Alem, o lo que es lo mismo, con los Personalistas y los Antipersonalistas. Y en el medio de tanta rivalidad aparecieron los militares en los años `40 aprovechando las rivalidades internas, para relanzar a la Oligarquía desplazada del poder, una y otra vez.

Y como los argentinos parecemos estar destinados a la grieta, a que las cosas deben ser de una manera u otra, o que sólo reaccionamos por oposición, el mismísimo Perón tomó esta esencia como lema de campaña: ahí fue Braden o Perón. Porque si bien la historia de nuestro país ya ha dejado de ser hace rato bipartidista, la grieta siempre existió. Y sobre esa grieta construimos nuestra nación, con argentinos de un lado y del otro, los que en los últimos 100 años de Historia han ido alternándose, con en “populistas” y “oligárquicas”.

Los primeros adoptaron y sufren, varios rótulos: kk, nac&pop, populistas, negros, cabecitas, vagos, choriplaneros, … Los segundos serán globoludos, oligarcas, liberales, gorilas, milicos o lo que se les ocurra. Pero les llamemos como les llamemos, cambiando actores y guiones, en su base, son lo mismo: los dos costados de la grieta. Lamentablemente la “superación” parece no alcanzarse nunca, pues desde 1955 en adelante, Argentina se ha convertido en una suerte de “castillo de naipes” que se construye y se derrumba, que se arma y se destruye, de uno que sueña y de otro que proscribe, de uno que lucha derechos y otro que los suprime.

Y esto se da actualmente, porque la grieta divide dos mundos distintos: uno que busca sobrevivir en la construcción y otro que se enriquece por la destrucción. Y como el sustento de la campaña de Cambiemos no podía ser la presentación de un plan de destrucción, de aniquilamiento apoyado en la mentira, el ocultamiento, o la represión, apelaron a la utopía y utilizaron el odio sobre el que nos iniciamos como país, que a cuentagotas “como suero” recibimos de ciertos cómplices medios de comunicación y el que corre en nuestro ADN.

Y muchos compraron el discurso de Macri, que bien podría haber sido el de Saavedra. Y luego de 12 sinuosos, controvertidos y trabajosos años de construcción, con altibajos, con defectos, corrupción y corruptela, donde se recuperó parte de un país que estaba en coma cuatro, viene nuevamente el modelo de modo financiero, de endeudamiento, de pobreza y pérdida de derechos, de recesión, de tarifazos y desocupación sólo para que 50, 100 ó 1000 familias, sean cincuenta, cien veces más ricas.

Pero hay esperanza. Tal vez logremos que sea distinto. Que cuando llegue Agosto y luego Octubre podamos llegar a un momento superado, a una Argentina mejor. Quizás alguna “alternativa” que nos apacigüe tanta rivalidad con malas consecuencias. El país debe estar nuevamente de pie es nuestro desafío. Con todos y no todos contra todos.

¿Educación laica o libre? Soy orgullosamente salesiano, cursé primario, secundario y terciario. Educado y formado con el “sistema preventivo” de Don Bosco donde las premisas son estudio – disciplina – deporte y alegría. El interrogante “laica o religiosa” está presente en todo el país, es aún más tangible en el interior del país.

El carácter federal del sistema permite una llamativa variable en el sistema educativo. Según datos del ministerio de educación siete provincias promueven en sus constituciones o legislaciones, de manera opcional u obligatoria, la enseñanza religiosa (generalmente católica) en las escuelas de gestión estatal. En Córdoba y Santiago del Estero la facultad existe, pero no se especifica el momento en que se dictan estas clases. Los casos más destacados son los nuestros aquí en Salta y Tucumán, donde las clases de religión se imparten obligatoriamente en horario de clase y sigue presente el cuestionamiento.

En Catamarca también existen exigencias curriculares de este tipo, aunque “informalmente” se flexibilizaron luego de que la comunidad judía, a través de la DAIA, denunciara al gobierno provincial por discriminación.

El otro extremo del sistema de doce distritos restantes se manifiestan pluralistas en lo educacional. De acuerdo a sus cálculos, el 75% de las escuelas privadas confesionales tienen subvención total, mientras que el 61% registran aportes parciales. Entre los establecimientos religiosos, el 96% son de credo católico. La Iglesia católica detenta un lugar relevante en el sistema educativo en general. Más allá recibir aportes estatales para el sostenimiento de sus escuelas, ha participado de los Consejos Consultivos, instancia del Ministerio de Educación de la Nación en el que se discuten y definen los lineamientos generales de la estructura curricular de todo el sistema educativo. la educación confesional en Salta es “optativa” y en nuestra provincia quienes no desean formarse religiosamente pueden elegir otros contenidos.

Aunque sí es lógico que aprendan en diversas materias todos elementos de la religión católica como parte de la cultura local, de igual forma que seguramente se aprenderán elementos religiosos de las culturas de los pueblos originarios. Además, que forma parte de los derechos humanos que la educación sea integral y que la escuela estatal tiene que ser un espacio inclusivo, no solamente para las personas laicas.

Por lo tanto, la escuela pública estatal tiene que estar abierta a ofrecer optativamente formación religiosa en acuerdo con los credos, según las demandas de la sociedad. En tanto el concepto de escuela libre se considera que la educación debe ser: libre, crítica, integral, igualitaria y transformadora. Su objetivo es el proceso educativo y formar individuos libres y que puedan desarrollar sus actividades en una sociedad más libre.

La enseñanza libre se traduce en eliminar los modelos educativos inspirados en principios de autoridad, coacción o represión (explícitos o camuflados), que deben sustituirse por modelos de libertad, confianza y respeto de la personalidad del niño. Simplemente se intenta eliminar lo que impide el desarrollo normal del niño, respetando este proceso. Se intenta motivar al alumno, sin enseñarle dogmas. Se busca eliminar los métodos pasivos e incitar al alumno a participar en su propia educación. Se intenta, pues, que el alumno se interese por la enseñanza, sienta curiosidad por conocer y desarrolle iniciativas propias. Es una alternativa producto del avance de tecnología y de los tiempos de comunicación e interrelación personal. Es válida pero considero que aún debe esperarse un cambio cultural de la sociedad para su incorporación definitiva.

¿La justicia es el poder con peor imagen? Definitiva y lamentablemente sí. La crisis de legitimidad es tan notoria y brutal que hasta el propio Rosenkrantz tiene que admitirlo. El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Rosenkrantz, inauguró el mes pasado de manera formal el año judicial con un discurso en el que admitió que el Poder Judicial atraviesa una “crisis de legitimidad compleja”. Afirmó además que “los argentinos están perdiendo la confianza en el Poder Judicial.

Hay dudas de que nos comportemos como verdaderos jueces de una democracia republicana”. Estas afirmaciones del presidente de la Corte, que fue el único orador en el evento, se producen en el marco de uno de los escándalos más graves de los últimos tiempos que envuelven a miembros del Poder Judicial, como el fiscal oficialista Carlos Stornelli, pero también a la institución de conjunto al quedar a la luz los espurios contactos entre jueces, fiscales, servicios de inteligencia y funcionarios políticos de distintos gobiernos de turno. Este entramado es inocultable. Prueba de eso son las afirmaciones del periodistas acerca de que el Gobierno, el mismo poder ejecutivo y algunos legisladores no quieren que el juez Ramos Padilla investigue hasta el final la causa judicial abierta a raíz del accionar del falso abogado, Marcelo D’Alessio, porque podría afectarlo directamente.

Aquí en Salta estamos ante un grave conflicto en la inamovilidad de los jueces de la Corte que definitivamente su desenlace marcara un antes y un después para la justicia salteña en su credibilidad, confianza e independencia de cada accionar en los procesos de instrucción y sentencias. Cabe recordar que desde sectores de la izquierda siempre se denunció este espurio accionar del Poder judicial, las múltiples relaciones con los gobiernos de turno y el extendido sistema de espionaje que se utilizan contra las organizaciones políticas, sociales, sindicales y de derechos humanos.

José Muñoz

¿Por qué existe la grieta? Me parece que toda sociedad es binaria; en eso no somos originales. El problema es la intencionalidad de las facciones. Yo conocí al menos dos grietas. Una que me contaron y cuyos coletazos viví en los años 70; la Revolución Libertadora del 55 y la otra es la presente. Pero creo que hubo muchas otras en la historia.

En todo grupo político hay ideales y ambiciones. Y, salvo algunos casos excepcionales, siempre los ganadores cumplieron mucho más con las ambiciones que con los ideales. En la política moderna, entre los ideales resignados siempre, ineludiblemente; estuvo y está la educación. Ya sea con magros presupuestos o con pésima administración. Esto hace que la grieta muestre cada día costados más miserables y procaces; de todo lo que somos y lo que contenemos como sociedad.

El mundo descubrió hace muchos años cómo solucionar los problemas de desigualdad. Un buen plan de educación, con objetivos claros y mística señera. Y no es una receta excluyente al progresismo ni al liberalismo. Es excluyente a las malas administraciones y a la mezquindad política que todos vemos a diario en los medios de comunicación.

Hay países con números muy estables y dignos que han crecido tanto bajo economías liberales; como progresistas. Los rasgos comunes son fuerte inversión en educación y administración clara y eficiente.

¿La justicia es el poder con peor imagen? Claramente. Es una de las falencias más graves de la democracia. Para el ciudadano común es desde compleja a insultante. El principio de igualdad cae demasiadas veces en lo irrisorio, en una era donde todo se hace morbosamente público al instante. Y creo que hay un exceso de formalismo, que termina justificando la burocracia y la inacción.

Todo esto se destraba y agiliza cuando aparecen intereses de los poderosos. Hace pocos días el filósofo Santiago Kovadloff dijo: “La justicia no es un recurso de la democracia, es un pilar de esta”. Y creo que ese es el traje que tienen que ponerse todos los juristas y trabajadores de la justicia. La contaminación del poder ejecutivo es una práctica recurrente. Una revisión seria del sistema, incluye asumir que una división de poderes es inviable sin un amplio margen de buenas intenciones. La democracia Argentina sigue siendo vulnerable en este aspecto y los gestos que se perciben en todos los niveles no son alentadores.

Educación ¿Laica o Libre? Laica o libre/confesional, si tiene buena calidad, el resultado es siempre bueno. Por principio entiendo que la educación debe ser gratuita, obligatoria y laica; hasta el nivel secundario. El día que lo intentemos 15 años seguidos y no funcione, reconsideremos el principio. Pero nunca lo hemos hecho.

Hoy creo que hay un concepto superador a la educación laica y es el “ecumenismo”.Es decir; bajo un régimen de total libertad y la mayor objetividad posible; brindar el conocimiento de todas las expresiones espirituales y religiosas conocidas; para que el sujeto/educando elija en función de sus sensaciones posteriores.

En estas condiciones es costosísimo y Argentina atraviesa un contexto complejo; pues como sociedad, no hemos logrado niveles aceptables a las demandas del crecimiento en el mundo de hoy en la educación básica. Creo que nuevamente se discuten elementos más vinculados a lo ideológico (y por lo tanto conectados al pasado) que a lo fáctico y a los hechos que permiten el progreso colectivo. Una sociedad con buenos niveles de educación siente que se interpela a si misma cuando interpela al poder. Eso conduce a un círculo virtuoso, pero no hay atajos y los renglones en los presupuestos son siempre insuficientes.

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Director

Eduardo Huaity González

Salvador® es una publicación de
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Salta, Argentina