Batakis no lleva ni un mes en su puesto y recién llega de un viaje. Durante su periplo, en el Gobierno hubo negociaciones en dirección a reemplazarla por el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. Al igual que a Felipe Solá, ex canciller, esperaron que se vaya al exterior para echarla de la cartera de Economía.
Silvina Batakis, reunió en Estados Unidos con la titular del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, el secretario del Tesoro David Lipton, además de inversores y empresarios. La flamante funcionaria sufrió una demora en su vuelo que la dejó más de lo esperado en el país norteamericano y, en sus horas de ausencia, avanzaron negociaciones dentro de la coalición oficialista para reemplazarla por Sergio Massa, el presidente de la Cámara de Diputados.
La actual titular del Palacio de Hacienda fue designada el 3 de julio pasado, un día después de la sorpresiva renuncia de Martín Guzmán al cargo. Su asunción, apurada al día siguiente, fue hace sólo 24 días y en ese pequeño plazo las dudas sobre su continuidad crecen en medio de las siempre complejas negociaciones dentro de la coalición de Gobierno.
Batakis a lo largo de su gira en Washington afirmó ante inversores y funcionarios que cuenta con el apoyo político transversal de la coalición de gobierno, y aseguró que con el Fondo Monetario no estuvo en discusión una modificación en las metas incluidas en el programa, sino en cómo cumplir esos objetivos.
Cuando se disponía a volver a Buenos Aires, poco antes de embarcarse, la ministra se enteró que el presidente Alberto Fernández evalúa reemplazarla por Sergio Massa. Después de varias jornadas de negociaciones cruzadas, Alberto Fernández y Cristina Kirchner analizaron en detalle la posibilidad de que el líder del Frente Renovador se convierta en el nuevo ministro de Economía.
Pero lo que más influyó en esta decisión, que no fue tomada por Alberto Fernández, fue la reunión que el presidente mantuvo con los gobernadores, que le pidieron “decisiones políticas”. La fuerte presión de los mandatarios peronista fue incrementando en los últimos meses, ante la proximidad de las próximas elecciones.
En voz baja admitieron que “una crisis del gobierno nacional nos arrastra a todos”. No es el amor, sino el espanto.
Previa a la reunión con el presidente Fernández, a Axel Kiciloff (Buenos Aires), Gildo (Insfrán (Formosa) Sergio Uñac (San Juan), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Jorge Capitanich (Chaco), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Sergio Ziliotto (La Pampa), Omar Periotti (Santa Fe), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Raúl Jalil (Catamarca y Mariano Arcioni (Chubut), se juntaron para fijar una posición en común.
La reunión de presidente con los mandatarios en Casa Rosada, duró algo más de dos horas. Apenas concluida los gobernadores asistentes, a diferencia de otras oportunidades, salieron corriendo y solicitaron que sus autos los busquen en la explanada de la Casa Rosada para evitar contacto con los periodistas. El único gobernador que se quedo fue Jorge Capitanich y se lo pudo ver en el despacho de Gustavo Beliz.
“El Presidente transmitió que está trabajando para tomar las medidas pertinentes” fue lo único que se conoció luego de la reunión. Es que la primera información que llegó de lo conversado con el primer mandatario se conoció por un comunicado de la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner.
Por su parte y a través de las redes sociales Gildo Insfran, gobernador de Formosa en la misma línea que Alicia Kirchner señala que le trasmitieron al presidente y el jefe de gabinete “nuestra visión sobre la situación económica y financiera actual, agudizada por la corrida cambiaria de las últimas jornadas”.
Según Insfran el presidente “les transmitió que se está trabajando para avanzar con medidas para responder a esta coyuntura que estamos atravesando”. Con similares conceptos también se expresó Axel Kicillof.
